En Madrid, exposición de fotos de Eva Mañez que reflejan la dignidad del pueblo haitiano frente a la imagen que reflejan los "medios". *

Mariela Pérez Valenzuela - CubAhora.- Este 12 de enero se cumple un año del terremoto que ocasionó 250 mil muertos en Haití, 300 mil heridos y una gran destrucción. Ese país de unos siete millones de habitantes continúa sin recibir la ayuda internacional prometida para su reconstrucción, mientras en el mundo se invierten cada año alrededor de un millón 500 mil millones de dólares en armas y guerras.

Pese a eso, los habitantes del país que hace dos siglos fue el primero en la región en poner fin a la esclavitud no quedaron abandonados a su suerte gracias a la solidaridad de Cuba, de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), y de otros galenos y organizaciones humanitarias procedentes de varios países que también se sumaron al empeño de salvar vidas humanas.

El 4 de diciembre pasado se cumplió el aniversario 12 de la llegada a Haití de la Misión Médica de Cuba. Desde entonces los médicos y técnicos de la salud cubanos han brindado su asistencia de forma gratuita a ese país, el más pobre de América Latina y el Caribe, ahora destruido por la fuerte sacudida. Todavía está por recoger el 95% de los escombros de edificios y hogares quebrados por el temblor.

Con la misma prontitud que hace12 años se movilizaron para atender a la población haitiana tras el paso del huracán George que azotó a la región sureste de Haití causando la muerte a miles de personas, los médicos cubanos, sin perder un minuto, comenzaron a prestar asistencia a los heridos por el destructor terremoto de 7,6 grados, cuyas consecuencias aún sufre la población. Mas de un millón de personas vive todavía en improvisadas carpas.

La vocación humanista e internacionalista de Cuba se puso de manifiesto al iniciar su trabajo la Brigada Médica que ofrece sus servicios solidarios en Puerto Príncipe, la capital, apenas se dejó de sentir el temblor de siete grados en la escala de Richter, ocurrido a las 16:53 hora local del país, y al que siguieron dos réplicas de 5,9 y 5,5 grados.

Los galenos de la Isla que se encontraban allí como parte de la colaboración del ALBA de forma rápida formaron un hospital de campaña en una instalación anexa al centro hospitalario que sufrió derrumbes en sus instalaciones.

A ellos se les unió pocas horas después de la catástrofe la brigada médica cubana creada para situaciones de desastres naturales.

Algunos de estos galenos trabajaron también en situaciones muy difíciles cuando prestaron servicios a la población de Pakistán tras el devastador terremoto que sacudió a ese país hace pocos años.

Haití, que significa "tierra de montañas", es considerada la segunda Isla más grande del Caribe con una extensión territorial de 27mil 750 km2. Está dividida en 10 departamentos y cerca del 95% de su población es descendiente de esclavos africanos negros; el resto son mulatos descendientes de africanos y franceses. Un 80% de su población vive en condiciones precarias.

LUCHA PERMANENTE CONTRA LA EPIDEMIA DE CÓLERA

Aun en medio de las adversidades producidas por el terremoto, el huracán que azotó a la empobrecida nación ese mismo año y la pobreza, la brigada médica cubana ha logrado salvar la vida a miles de personas que hubiesen fallecido de no contar con asistencia médica.

En Haití se encuentran hoy cientos de médicos y enfermeras del Contingente Internacional Henry Reeve, con experiencia en la atención de pacientes en situaciones de desastres y epidemias, y graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), quienes se unieron a los más de mil colaboradores de la salud de la Isla que se encontraban allí, la mayoría del Programa Integral de Salud.

Consagrados a la lucha contra la epidemia de cólera, los cubanos han logrado reducir el índice de mortalidad por debajo de uno por ciento en los lugares donde tratan la dolencia e incluso cifras oficiales indican que hay días en los que no ha ocurrido un solo deceso.

Hasta el 31 de diciembre de 2010 la Brigada Médica Cubana había salvado la vida de más de 50 mil haitianos contagiados. El 31,5 % de ese total son menores de 15 años.

Una información publicada en el diario Granma precisa que los Grupos de Pesquisa Activa de la Brigada han examinado a 263 mil 856 personas en zonas intrincadas y rurales de ese país, en las que han detectado y salvado de la muerte a mil 819 infectados.

Pero son más de 100 mil los contagiados en un país donde solo en Puerto Príncipe cerca de un millón de hombres y mujeres, niños y niñas continúan viviendo en carpas después del terremoto, la mayoría sin acceso a agua potable, algo tan necesario para evitar el cólera.

De ahí la importancia de la labor de prevención que también realizan los colaboradores cubanos, explicando a los haitianos las medidas a adoptar para reducir el riesgo de contraer la enfermedad.

La Organización de Naciones Unidas (ONU), que en el mes de diciembre dedicó una sesión de la Asamblea General al análisis de la epidemia en Haití y pidió ayuda económica, además de médicos y enfermeras (solicitud esta última a la que Cuba respondió de inmediato) pronosticó que hasta 200 mil haitianos podrían contraer el mal.

Según ese organismo, para combatir la epidemia en medio de las paupérrimas condiciones higiénico-sanitarias en que viven millones de haitianos se requiere una ayuda de 163,9 millones de dólares.

El cólera es causado por una bacteria que se transmite a través del agua o los alimentos contaminados. Causa vómitos y diarreas que pueden provocar una deshidratación severa y hasta la muerte, en caso de no ser atendidos a tiempo.

En medio de tantas adversidades, los médicos cubanos no se detienen. Trabajan día y noche. No hay tiempo para el descanso. Están consagrados a la lucha contra la epidemia. Los resultados alcanzados hasta hoy dicen de su entrega y dedicación.

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