Isaac Christiansen, sociólogo de Des Moines, Iowa (EEUU) - Cubainformación.- Estimados líderes de la revolución cubana y a su pueblo revolucionario. Amor y agradecimiento. Les escribo para reiterar mi agradecimiento y solidaridad con el enorme esfuerzo de humanismo, socialismo y justicia social que significa la revolución cubana. También les escribo para recordar al significación mayor de la revolución cubana frente a las condiciones adversas que enfrenta. Le anoto que tuve el honor de visitar a Cuba en 1999 y en 2001.

Le agradezco las nacionalizaciones y enfrentar valientemente a la tiranía del capitalismo y el imperialismo de los E.E.U.U.

Le agradezco por el año de educación, por el sacrificio de Conrado Benítez, y el sacrificio de todos los cubanos que han vivido y muerto por esa obra humanitaria colosal.

Le agradezco por abolir legalmente cualquier práctica racista inmediatamente después de asumir poder la revolución.

Le agradezco por la formación de un sistema de salud nacional y socialista que es un modelo por el mundo entero.

Le agradezco por ser valientes y seguir defendiendo el socialismo después de la caída del URSS y durante el recrudecimiento del bloqueo, la política casi universalmente rechazada que mi país mantiene contra la isla solidaria. Le agradezco por no haber cerrado ni una escuela ni un hospital en los años de crisis. Un país capitalista hubiera sacrificado a su pueblo.

Cuba previno mayor desastre por mantener pilares socialistas.

Le agradezco por su solidaridad con los pueblos de África; por su alianza con Cabral, Sankara, y Mandela. Por su sangre derramada en Angola, por el esfuerzo de Che en el Congo, por sus médicos solidarios desde Argelia a Guinea ecuatorial y a Gambia, un país en que serví un año como voluntario del cuerpo de paz y pude ser testigo a su obra humanitaria además de receptor personal de ayuda médica de la brigada cubana de Essau, Gambia cuando tuve un crisis por un cálculo de riñón en el otoño de 2003.

Le agradezco por ver más allá y crear el ELAM en 1998, y establecer escuelas médicas en tantos partes del mundo, incluido a Gambia, Tanzania, y Guinea ecuatorial.

Le agradezco su lucha contra enfermedades de pobreza, contra el dengue y contra el paludismo.

Le agradezco la atención esmerada que presta su país a los discapacitados, que si hubiesen nacidos en muchos otros países (con tal que no nacieran a padres ricos) no lo hubiesen recibido.

Le agradezco su trabajo noble en Haití- antes, durante y después del terremoto.

Le agradezco su solidaridad con los pueblos luchadores de América Latina, que tanto ha sufrido bajo escuadrones de muerte y terror de la política norteamericana diseñada a proteger a intereses capitalistas al gasto de los pueblos.

Le agradezco su solidaridad con Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brazil- la contribución de maestros y doctores.

Le agradezco por la vida de mujeres revolucionarias como Celia Sanchez y Vilma Espin.

Le agradezco su rechazo firme y constante a las guerras y bombardeos imperialistas.

Como Marxista y sencillamente como ser humano, le agradezco la formación de un modelo socialista y por reconocer que las desigualdades más injustas vienen del sistema de producción capitalista.

Le agradezco por su capacidad de autocrítica, y por los debates masivos del pueblo alrededor de los lineamientos que junto con la participación de masas en organizaciones de las masas, refleja mucho más democracia que la que tienen sus detractores.

Le agradezco por la ayuda que ofreció a los víctimas de Katrina, que fue rechazada de forma egoísta e inmunda por Bush hijo. Le agradezco por mantener la brigada lista para que pudiese ayudar a víctimas en Pakistán.

En fin, le agradezco por demostrar al mundo que un mundo mejor es posible, y tenemos el deber moral para luchar por el. Es este ejemplo independiente que los E.E.U.U. ha querido destruir, pero han fracasado. Creo que América Latina está bien despierto y no hay quien la vuelva a dormir.

Por favor, extiende mis palabras al pueblo.

Mi solidaridad más firme con Cuba y con su revolución.