Tras las recientes acciones de los hutíes en Yemen contra buques mercantes muchas compañías navieras decidieron detener sus viajes en el Mar Rojo.
TRT
Las administraciones de Cuba y Venezuela condenaron los ataques aéreos de EE. UU. y el Reino Unido en Yemen.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, escribió estas palabras en su perfil en X: “Condenamos ataques militares de EEUU y aliados OTAN en Yemen en violación del Derecho Internacional. Actos de esta naturaleza alientan el genocidio en Gaza. Reiteramos nuestro llamado al cese al fuego inmediato en el enclave palestino”.
La Cancillería venezolana, por su parte, rechazó "de manera categórica" los bombardeos, que calificó como "una acción ilícita y violatoria del derecho internacional que solo contribuye a generar mayor desestabilización en la región".
El portavoz del gobierno interino afgano, Zabihullah Mujahid, dijo en su declaración en la cuenta de la red social X: "Estados Unidos y sus socios deben aprender de sus violaciones y fracasos anteriores".
Tras las recientes acciones de los hutíes en Yemen contra buques mercantes muchas compañías navieras decidieron detener sus viajes en el Mar Rojo.
EE. UU. había declarado que realizaba negociaciones para formar una “Fuerza de Misión Naval”. También anunciaron establecimiento de la Operación Guardián de la Prosperidad.
Mientras los ataques de los hutíes ponen en peligro el paso por el Canal de Suez, que conecta el Mediterráneo con el Mar Rojo, ofreciendo la ruta más corta entre Europa y Asia, y por el que se realiza aproximadamente el 12% del comercio mundial, los ataques a barcos comerciales en el Mar Rojo y las sucesivas decisiones tomadas por las empresas están afectando a la economía global, aumentando la preocupación de que se inicie una nueva "crisis de la cadena de suministro" en la economía.
