Pedro de la Hoz - Granma.- Al término del concierto Paz sin Fronteras, entre los planes de Ileana Padrón, cuyo nombre artístico es Cucú Diamante, figuraba cantar el sábado 26 de septiembre en una gala académica en Union City, Nueva Jersey.

Pero la voz líder del grupo Yerbabuena se llevó una menuda sorpresa. La Junta Escolar de la localidad canceló el contrato. En una carta que los representantes de la artista proporcionaron a la agencia AP, la abogada de la Junta señala que "es desafortunado que debamos cancelar el contrato debido a la reciente participación de su cliente en Paz sin Fronteras en Cuba". Según la abogada, "la comunidad escolar percibe la actuación de la señora Diamante en Cuba como un apoyo al régimen político actual en Cuba".


Tal determinación es, sin lugar a dudas, una muestra elocuente de intolerancia e incivilidad. Mucho más preocupantes todavía son estas palabras contenidas en la mencionada carta: "La comunidad se unió y amenazó con disturbios civiles, protestas y otras acciones en la gran gala de apertura si la escuela superior continuaba con su plan de permitir a la señora Diamante actuar".

¿Qué querrá decir "otras acciones"? ¿Acaso una nueva escalada de algo en lo que ciertos personajes de Union City son expertos? ¿Un atentado como los ejecutados por Omega 7, organización terrorista que en ese lugar gozó de plena inmunidad al amparo del primero alcalde y luego congresista Bob Menéndez? ¿Quiénes están detrás de esta expresión de odio visceral? ¿No serán los discípulos del capo mafioso Arnaldo Monzón, benefactor de Posada Carriles en los días centroamericanos del confeso genocida?

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