Aura Ribeiro - Tercera Información.- Sino al neoliberalismo que tan bien le sienta a las cuentas corrientes de los poderosos.El derechista periódico La Razón sigue manteniendo viva la manipulación mediática que se ha desatado contra Cuba por la muerte de un delincuente llamado Orlando Zapata por su propia decisión. Ahora otro opositor, Guillermo Fariñas, ha tomado la misma senda.
El diario nos cuenta que “Fariñas inició su protesta después de la muerte por inanición, tras 85 días de huelga de hambre, del preso político Orlando Zapata Tamayo. Este psicólogo y periodista lleva en huelga de hambre y sed desde hace 34 días, y está siendo alimentado por vía intravenosa, a pesar de lo cual repetidamente ha recalcado su intención de llevar su propuesta hasta las últimas consecuencias.”
Cansa observar cómo se sigue usando, desde los medios de comunicación neoliberales, tan mal el término “preso político”.Un preso político es la persona que está en la cárcel por sus ideas, contrarias a quién ejerce el gobierno. Presos políticos hay en España, Colombia, Israel u Honduras, por citar algunos. Pero ateniéndonos a las informes de Amnistía Internacional (AI), organismo frecuentemente citado por la progresía mundial, en Cuba existen una pocas decenas de presos políticos, entre los que se encontraría Fariñas. Pero en esos mismos informes de AI se constata que esos “presos políticos cubanos” han recibido dinero de los Estados Unidos de América (EUA) para derrocar al gobierno cubano, y esto es un delito tanto en el derecho internacional como en la mayoría de países democráticos del mundo, entre los que están España, Alemania, Bélgica, Francia, EEUU… Entonces se presenta la siguiente pregunta ¿por el mero hecho de compartir ideas políticas se debe dejar libre a un delincuente común que ha vulnerado la legislación vigente? Curiosamente AI no pide la liberación de otros delincuentes que cumplen condena en otras partes del mundo por el mismo delito que estos presos cubanos.
Esta hipocresía no es buena para la credibilidad de un organismo que lucha por los derechos humanos, ya que debería ser imparcial, y no pedir la excarcelación de unos presos que no son políticos.
Por supuesto La Razón oculta las palabras del propio Fariñas cuando destaca la “excelencia” en el trato que recibe en el hospital público cubano. ¿Una dictadura represora cuidando excelentemente a un opositor que ha decidido empeorar su salud a propósito? No acabe de sostenerse muy bien ese argumento. Aunque en lo referido a Guillermo Fariñas no es de extrañar, desde que la mafia le paga el sueldo para que lleve a cabo este show mediático ha sacado una biografía de su vida en la que hay demasiadas contradicciones. Fue expulsado del hospital donde trabajaba por oponerse a un fusilamiento, pero en realidad se traslado a otro hospital. Retó en directo a Fidel Castro cuando éste era aún presidente de Cuba y sus compañeros lo eligieron Secretario General del favorable a la revolución Sindicato de Trabajadores de la Salud. Lo marginaron en la universidad por sus posturas favorables a la Perestroika, pero logro ser dirigente universitario de las juventudes comunistas…
Mientras tanto el periódico intenta vincular a Cayo Lara, no con el gobierno cubano, si no con la idea que La Razón promueve de este. Aunque con los argumentos que expone Cayo Lara, líder de la formación Izquierda Unida (IU), al periódico se le hace difícil, “Cuanta gente en España sabe que antes de la muerte de este preso cubano se mataron a 27 mujeres y niños en Afganistán con las bombas de la OTAN, en la que nosotros estamos participando con militares y medios de este país, en una invasión donde no se nos ha perdido nada. ¿No tiene eso importancia mediática para abrir los angulares? ¿No es esa una violación de derechos humanos más dura que la que pueda estar pasando en este momento en Cuba?”
