Ahora con una peculiaridad: el contenido de las medidas y el comunicado que las anunció al mundo, dejan mejor definida la estrategia de la política del gobierno de Obama hacia la isla, que en sus primeras interpretaciones caían con regularidad en la especulación, o sugerían más preguntas que respuestas.
El Estado de la Unión, Reflexión de Fidel
Ya son conocidas. Cualquier norteamericano podrá enviar hasta 500 dólares cada tres meses a cualquier cubano, sobre todo, para aquellos deseosos de abrir pequeños negocios autorizados por el gobierno, como parte de la actualización del modelo económico. ¿Qué significa? Washington pretende crear cierta dependencia de la economía cubana con Estados Unidos en un sector que tendrá un peso fundamental en la actividad económica de nuestro país, recordemos que esa actividad debe absorber la mayoría de los trabajadores que salgan del sector público tras los ajustes de plantillas. Otro objetivo es mostrarse como "aliado" o "benefactor" de determinados sectores en Cuba, que podrían, según sus cálculos, funcionar como representantes de los intereses estadounidenses.
Otra de las medidas flexibiliza los viajes con permisos especiales para intercambios religiosos, académicos, estudiantiles, artísticos y deportivos. Son propuestas viejas en contenido y objetivos, significa el regreso a la política Pueblo a Pueblo (People to People) del ex presidente William Clinton, suprimida luego por sus sucesor George W. Bush, al ser notable el fracaso de sus intentos de hechizar a los cubanos con las "maravillas" de la "democracia estadounidense" y el modo de vida en ese país. Ese objetivo lo retoma Obama; el contacto con la realidad norteamericana y sus protagonistas podrán cambiar la perspectiva política dentro de determinados sectores de la Isla y desviar el proyecto de país que construye la Revolución.
En tercer lugar, la autorización de viajes chárters entre ambos países, tiene una vital importancia económica, pero desde el punto de vista político solo persigue calzar esos contactos crecientes. Hasta el momento solo tres aeropuertos poseen licencias para viajar a La Habana: Los Angeles, Nueva York y Miami.
Las medidas que aplica Obama son parte de una estrategia subversiva, así lo justifica el análisis de estas disposiciones y las declaraciones oficiales al respecto. Los cambios políticos en Cuba deben parecer espontáneos y la mano de Washington debe ser una protagonista tras bambalinas. Fragmentos del comunicado oficial de la Casa Blanca aseguran que "estas medidas incrementarán el contacto persona a persona, apoyarán a la sociedad civil de Cuba, alentarán el libre flujo de información desde y entre el pueblo cubano, y ayudarán a promover su independencia de las autoridades cubanas" y agrega "el presidente cree que estas acciones, combinadas con la continuación del embargo, son pasos importantes en obtener la meta compartida de una Cuba que respete los derechos básicos de sus ciudadanos" Mas claro ni el agua.
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre las medidas de EEUU
No por gusto, el Cuba Study Group, una organización en Estados Unidos que busca cambios pacíficos en la isla, elogió la decisión ejecutiva. "La historia ha demostrado que las políticas que aumentan el libre flujo de información y fortalecen a la sociedad civil ha sido las más efectivas para lograr transiciones exitosas" argumentó en un texto al respecto.
Se trata de una política coherente con la estrategia de "Poder inteligente" que caracteriza las relaciones exteriores de la actual administración demócrata; no a la fuerza bruta y arrogante practicada por Bush, y sí a las acciones solapadas, las conspiraciones y los métodos diplomáticos, aunque sean ilícitos y poco éticos como los revelados por Wikileaks. Para el presidente el bloqueo es efectivo si se aplica de forma más inteligente.
Probablemente logro uno de sus objetivos mediáticos: presentar viejas medidas como novedosas e intentar colocar a la dirección cubana a la defensiva. En cada una de sus iniciativas, los voceros de la Casa Blanca presentan a la Revolución como inamovible antes los "gestos" de su gobierno y responsabilizan de las tensiones a su contraparte. Por esa razón, es de vital importancia los argumentos esgrimidos desde Cuba, primero, no son novedosos pues se tratan de asumir una posición anterior, y segundo, las hostilidades son unidireccionales, van en una sola dirección, de Estados Unidos contra Cuba. La Habana jamás ha sancionado a Washington ni se ha inmiscuido con acciones en sus asuntos internos.
Informe de Cuba sobre la resolución 64/6 por el fin del bloqueo
Respecto a Cuba, ninguno de los pasos dados desde enero de 2009 hasta la fecha buscan la normalización de las relaciones bilaterales. Son medidas que buscan un cambio de estrategia, pero mantienen el mismo fin político de hace cincuenta años. El enfrentamiento de Obama con los sectores de la extrema derecha cubana en la Florida es limitado y relativo, se basa esencialmente en los recursos financieros. El objetivo de destruir a la Revolución cubana se mantiene, lo que no se comparte es el "cómo" pues la hostilidad y la retorica violenta requiere millones de dólares que salen del arca pública norteamericana y que los gobiernos más radicales han entregado obedientemente.
Son las contradicciones internas clásicas entre conservadores y liberales, extremistas y moderados, que caracterizan la política en Estados Unidos y son exacerbados durante el periodo Obama, quien tiene otros métodos de gobierno en todos los sentido, pero siempre compartiendo los fines. Cuba no es la excepción.
