Es poco conocido que en los años 40 del pasado siglo los trabajadores cubanos, encabezados por su líder, Lázaro Peña, realizaron jornadas de trabajo voluntario

Alina Martínez Triay - Trabajadores.cu.- ¿Qué los trabajadores cubanos realizaron jornadas voluntarias en los años 40 del pasado siglo? Sí, y constituyen un hermoso antecedente de aquel primer trabajo voluntario de la Revolución realizado a iniciativa del Che el 22 de noviembre de 1959, que incorporó para siempre esta práctica a las tradiciones laborales cubanas.

Lo más significativo de las jornadas a que hacemos referencia es que estuvieron vinculadas a la Central de Trabajadores de Cuba y fueron impulsadas por el capitán de la clase obrera, Lázaro Peña.


El origen de este hecho se remonta a los meses posteriores de la creación de la CTC, entonces Confederación, en que Lázaro le sugirió a sus compañeros de lucha construir lo que llamó Palacio de los Trabajadores, para que allí radicaran las oficinas de la organización, de la Federación de Trabajadores de La Habana y de las federaciones nacionales de industrias que entonces existían, y que ese lugar contara también con un teatro para celebrar congresos, reuniones y otras actividades, además de servir de escenario a los verdaderos artistas del pueblo.

Tan ambicioso proyecto, casi un sueño en los inicios de los años 40 en que todavía la CTC no había conquistado siquiera su personalidad jurídica, se convirtió en un acuerdo del II Congreso de la central sindical, que empezó a dar los primeros pasos a través de una comisión pro-edificio de la CTC, y en una tarea refrendada por el III Congreso a cuya materialización se entregó personalmente Lázaro.

El inmueble escogido fue el llamado Nuevo Frontón, concebido originalmente para la práctica de pelota vasca y jai-alai, que estaba en esos momentos inactivo. Y el lugar no había sido elegido por casualidad, porque había sido escenario durante los años 1925 al 30 de combativas celebraciones por el Primero de Mayo en las que intervinieron Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Alfredo López, entre otros destacados líderes de los trabajadores. Se trataba pues del rescate de un símbolo de lucha.

En ejemplar gesto de desprendimiento, los trabajadores cubanos, que entonces padecían serias vicisitudes económicas, aportaron de manera voluntaria los 20 mil pesos necesarios para la compra del edificio que se materializó el 26 de abril de 1943. En junio se instalaron allí las oficinas de la organización sindical y comenzaron los trabajos para demoler la cancha y las graderías con el fin de levantar el teatro. Esas labores las asumieron los trabajadores capitalinos de los más diversos sectores con trabajo voluntario y ayudaron además a conseguir la mayor parte de los materiales para la nueva edificación: con el propósito de adquirir ladrillos los trabajadores de los tejares La Criolla y San Francisco donaron un día de haber; para comprar cemento procedieron del mismo modo los de la Fábrica El Morro; facilitaron lo necesario para las instalaciones eléctricas los miembros del consejo nacional de los trabajadores de la electricidad, y así pudieran mencionarse otros muchos ejemplos.

El entusiasta secretario general del Sindicato de Materiales de Fabricación Pedro Fumero, fue uno de los más destacados en la contribución a la obra.

En medio del esfuerzo constructivo, en marzo de 1944, a causa de defectos en la construcción original, según un dictamen posterior de los expertos, ocurrió un derrumbe que puso en riesgo la vida del propio Lázaro Peña que ese día hacía trabajo voluntario.
Sin embargo, ni ese inconveniente ni el devastador ciclón que azotó a La Habana en octubre de ese año detuvieron los trabajos, a los cuales se les pudo dar un impulso final gracias a las presiones de la CTC sobre el gobierno de Grau San Martín que tuvo que acceder a que se involucrara el Ministerio de Obras Públicas.

Para 1947, aunque la construcción todavía no estaba totalmente concluida, se instaló en ella el ejecutivo de la CTC, pero fue por poco tiempo. En ese mismo año, como parte de una ofensiva gubernamental contra el movimiento sindical y las fuerzas progresistas, se produjo el asalto del edificio por la policía y el desalojo de la legítima dirección de la CTC para sustituirla por la camarilla traidora, servil a la patronal y el imperialismo encabezada por Eusebio Mujal.

Fueron años de persecución y asesinato de los verdaderos líderes de los trabajadores, que terminaron el mismo 1ro de enero de 1959 en que el Frente Obrero Nacional Unido recuperó la sede de la CTC.

La significación histórica de aquel edificio se enriqueció, en medio de una sociedad egoísta como aquella, con las jornadas y aportes voluntarios de las masas laboriosas, que son parte del patrimonio del movimiento sindical cubano.

Cuba
New York, 26 abr (Prensa Latina) El 65 aniversario de la visita de Fidel Castro a esta ciudad tras el triunfo revolucionario fue evocada hoy como un momento clave para la historia de Cuba y de las relaciones con Estados Unidos....
Canal Caribe.- El miembro del Buró Político del Partido y Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, (CTC) Ulises Guilarte de Nacimiento, junto al integrante del Comité Central y primer secretario de la organizaci&...
La Habana, 21 abr (Prensa Latina) El 21 de abril de 1964 cayó combatiendo por la revolución latinoamericana en su natal Argentina, el periodista Jorge Ricardo Masetti, fundador y primer director de Prensa Latina....
Lo último
La Columna
La Revista