René Vázquez Díaz, escritor cubano residente en Suecia

Cubainformación.- ¿Cómo es la comunidad cubana en Suecia?

- En Suecia no hay un gran núcleo de cubanos y cubanas, y la mayoría de los que actualmente están allí llegaron después de los años 90, después de la caída del socialismo en la Unión Soviética. Somos unos 2.000, y la comunidad esta divida en cuanto a la actitud con respecto a la Revolución: hay militantes a favor y en contra, pero la gran mayoría es silenciosa, son personas que quieren prosperar, que quieren tener su vida privada y que están allí por cuestiones puramente económicas.

Texto publicado en Cubainformación revista nº 13. Primavera 2010

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- Toda tu obra literaria la has producido fuera de Cuba.
- Sí. Pero la esencia de mi vida está en Cuba. Y en eso no estoy solo, el cubano se integra muy bien en las sociedades de acogida, puede ser en China, puede ser en Ucrania, puede ser en Catalunya o el País Vasco, puede ser en Suecia. Pero siempre queda un reducto, algo que no se asimila y que sigue siendo muy cubano. Recuerdo que el escritor Reinaldo Arenas escribió una frase terrible: “yo nunca más volveré a Cuba, porque mi odio es más grande que mi nostalgia”. Pues la inmensa mayoría de los cubanos siente algo exactamente al revés, su nostalgia es infinitamente más grande que su posible odio a la Revolución o a lo que Cuba representa. Y yo creo que es una muestra de lo que esta pasando aquí, en este tipo de reunión, en este IV Encuentro de cubanos y cubanas residentes en Europa. Muchos cubanos que, al principio, no tenían ningún interés político, se fueron de Cuba –por ejemplo– para tener un negocio, para tener un apartamento más bonito, y  a pesar de no tener una idea política clara nos buscamos los unos a los otros y, poco a poco, cuando nos encontramos, vemos que tenemos puntos en común: el amor a Cuba y, sobre todo, la demencia, la insensatez de la guerra sin cuartel de Estados Unidos contra nuestro pueblo.
Hace años yo pensaba que todo esto era propaganda del Gobierno cubano. El bloqueo, la ley Helms–Burton, que todo ello tenía que ser propaganda. Y pude serenamente investigar: ¿qué es la ley Helms–Burton? ¿qué es el bloqueo contra Cuba? Y descubrí que no era propaganda, que era y es una verdad irrefutable, que es un acto de guerra minucioso, cruel, el más antiguo de la historia de la Humanidad.
Lo único que puede derribar y destrozar a la Revolución cubana, hacerla reversible, es esa tradición tan cubana de la corrupción. Esa tradición de ser un descarado, ese “no seas bobo, no hagas algo que no redunde en tu propio provecho, no te metas en política, y si te metes en política gana dinero con ella”. Esa tradición, por desgracia, también existe, es una realidad.
Cuba ha cambiado mucho, pero hay una cosa que no ha cambiado en absoluto y es la política de bloqueo contra Cuba. A Vietnam, que venció desde su humildad a los EEUU en los campos de combate, se le levantó el bloqueo y ahora son los mejores amigos del mundo. Pero a Cuba hay que seguir machacándola hasta el final de los tiempos. Un cubano, en las deliberaciones de este Encuentro, dijo que hay una grabación de Clinton donde él dice que el bloqueo no tiene sentido. Pero sí tiene un gran sentido, es la expresión genuina de las pretensiones de dominio de EEUU sobre Cuba, y no lo van a cambiar. Y eso a mí me duele, me duele como ser humano solitario, soy un hombre solitario que no pertenece a ningún grupo, a ninguna doctrina ni a ningún partido. Eso lo escribo en esta novela, «De pronto el doctor Leal». A mí me expulsaron deshonrosamente de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba en 1974, te imaginas, allí me di cuenta de que yo no puedo pertenecer a ningún grupo.


- ¿Qué se conoce de Cuba en Suecia?
- En los años 70 y 80 la literatura de Cuba era conocida en Suecia. Después empezamos a vivir ese viraje violento y brutal a la derecha, y llegó el momento en que se confundió y todavía se confunde literatura cubana con lo que ellos llaman el “régimen cubano”. Los medios de comunicación y las editoriales solo se fijan en si ese escritor o escritora es “disidente” o no lo es, está con el “régimen” o en contra.
Y eso es funesto para la literatura, porque la literatura cubana ha llegado a alcanzar un desarrollo fascinante dentro y fuera de la Revolución. Y, desde luego –esto lo he dicho siempre y lo repito ahora aquí– ese desarrollo literario es un producto directo de la Revolución cubana. Aun escribiendo en contra de Cuba, esos escritores y escritoras son un producto directo de la Revolución. Antes de 1959, en Cuba no había editoriales propiamente dichas, no había un Instituto del Cine, no había bibliotecas populares.


- ¿Como se vive y se siente Cuba a tantos kilómetros de distancia?
- Yo voy mucho a Cuba, porque si no, no podría escribir. Hubo un momento en que no me dejaron entrar, como ha habido altibajos en la guerra contra Cuba. El que está dentro de una trinchera defendiéndose –y Cuba ha tenido que estar dentro de una trinchera durante 50 años– ve al que se mueve afuera como un enemigo potencial, y el que se mueve corre el peligro de que le tires y le mates. Ese es un problema que tiene Cuba, y genera muchos defectos dentro del proceso, incluso injusticias. Si te pongo un cuchillo al cuello durante 50 años, indefectiblemente te genero una mentalidad y una necesidad: de primero que todo, quitarme el cuchillo, y segundo, enterrártelo a tí. De eso escribo yo. Hay que ver qué es lo que nos une y qué es lo que nos separa. Hay que salir de las trincheras, pero no nos dejan, quieren que Cuba siga enterrada en la trinchera defendiéndose, para después decir “miren lo que hacen, se defienden, tenemos que bloquearles”.


- ¿Como ves a Cuba en los próximos 20, 50 años?
- Yo lo veo todo siempre muy mal, soy un pesimista profesional. Son muchos años de lucha, muchos años de cansancio, son 50 años de bloqueo, que está diseñado para que dure mucho. Te voy a poner un ejemplo: cuando Barack Obama era candidato a la presidencia de EEUU, Cuba fue asolada por tres huracanes terribles, 500.000 personas en la Isla no tenían dónde vivir, y Obama le propuso al entonces presidente George Bush suspender el bloqueo durante tres meses –deberíamos recordárselo más a menudo a Obama–. Proponía quitarnos el cuchillo tres meses. ¿Dónde está la moralidad de todo eso? No estoy hablando de política, no estoy hablando de ideología, ni de comunismo ni de contrarrevolución, ni de revolución. Estoy hablando de justicia. Proponer quitarte el cuchillo del cuello durante tres meses para, cuando hayas respirado, volvértelo a poner. Si fue moralmente correcto quitarte el cuchillo tres meses, no me lo vuelvas a poner. No hay siquiera que hablar de política o de ideología. Estoy hablando de justicia elemental.


- ¿Qué te está pareciendo este IV Encuentro?
- Estoy muy emocionado, porque veo que hay cubanos y cubanas que verdaderamente han despertado, tal y como lo he hecho yo. Estos cubanos que vienen aquí lo hacen sacrificándose, ninguno es rico, son gente que viene y se pagan su propio pasaje y nadie les financia, vienen por sus propios medios.

Cuba
Daniel Devita - Doble D.- La Casta fue grabado en estudios ÁGUILA MAGNÉTICA (Buenos Aires, Argentina) y VT ESTUDIO (La Habana, Cuba)....
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