“X el arte” está liderado por la joven actriz Intxizu Bengoa, quien en reciente y rápida visita a La Habana conversó en exclusiva con estas páginas electrónicas. Aseguró que la idea esencial del esencial del proyecto es escenificar poesía cubana en España a partir de “El chupito de poesía”, que viene siendo una acción concreta dentro de “X el arte”.
“Hemos contado con el apoyo de la Asociación Cultural Hispano Cubana “Bartolomé de las Casas” –que nos brindó sus espacios para ensayar y también nos apoya en la promoción- e, igualmente, con la colaboración de representantes del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, en España, quienes enviaron una carta de recomendación para que el espectáculo fuera valorado para, tal vez, ser exhibido en Cuba en los días del Festival Internacional de Teatro de La Habana, a celebrarse a fines de año en la Isla.
El estreno de “El chupito de la poesía” es, también, el estreno de “X el arte”, nos dice Intxizu quien afirma que esta es la primera vez que hace algo en equipo: “somos gentes que venimos de otras agrupaciones y de otros trabajos y la idea es que, poco apoco, más personas se unan a este proyecto, que lo considero es multicultural.
¿Quiénes lo integran?
“La dirección e idea original son mías con la colaboración imprescindible de María Isabel Menéndez, presidenta de la Asociación “Bartolomé de las Casas”. Está integrado por dos actrices Rocío Mostaza y Ainhoa Areitio, el trovador Orlis Pineda, la escenografía e imágenes corresponden a Heidi García, el vestuario a Nikita Nipone, el diseño de luces es de Betho Carvajal y el gráfico de Mirelur Ojeda.
Una de las características de este proyecto es que a cada una de las actuaciones se invita a un pintor para que, en la medida en que se desarrolla el espectáculo, vaya creando una obra, según la sienta. Pero el gran propósito es promocionar en España la cultura cubana.
¿A quién corresponde el guión?
Indiscutiblemente que a los poetas cubanos porque la idea es tomar la lírica de varios voces de diferentes épocas. El espectáculo incluye: "Ayé me dijeron negro", “Negro bembón", "Mulata", "Si tu supiera", de Nicolás Guillén; "Las muñequitas pobres", de Fina García Marrúz; "La escalera", de Eliseo Diego; "La etapa", "La parentela", de Lina de Feria; "Desde el fondo", de Sergio Corrieri; "Yo soñaba en clasificar", de Dulce María Loynaz; "Excusas con S.O.S", "La obstinada" de Georgia Herrera; "Solo II", de Waldo González López; "Café Berlín", "La claridad", de Sigfredo Ariel y "Trofeos", de Nancy Morejón.
Son diez autores cubanos y se armó una suerte de collage. A partir de ahí se cuenta una historia –o varias- y la idea esencial es acercar la poesía a la gente de la calle. En estos momentos en mi país, lamentablemente, no existe una verdadera cultura poética y las personas no leen: el objetivo es hacerla más fácil. La palabra poesía a la gente le da como miedo porque la asocian con algo pesado y hemos querido con este proyecto quitarle la carga a la palabra y de ahí lo de “El chupito de poesía”, es decir un sorbito, una pequeña porción, en dosis que no empalaguen. También, que la gente participe.
¿Cuáles son los mecanismos que utilizan para involucrar al público?
Unimos muchas disciplinas artísticas: hay dos actrices que van escenificando los textos y un trovador que musicaliza algunos versos: se va imbricando trova y el teatro. También tenemos a un pintor que está en directo y que llamamos “el espectador privilegiado” porque se coloca a un lado del escenario y va pintando lo que va sintiendo y lo que el espectáculo le transmite. La escenografía consiste en un plano de un metro que, imaginariamente, une a Madrid con La Habana y cada parada es un poeta. También trabajamos con las imágenes y audiovisuales que se van proyectando durante la obra.
¿Sueños personales con “X el arte”?
Para nosotros es muy importante poder exhibir este trabajo en La Habana y ver cómo es recibido por el público de aquí, que es muy conocedor. No podemos olvidar que se trata de poesía cubana, pero con una mirada española. El sueño más inmediato es saltar el mar y llegar aquí con el proyecto completo porque si algo tiene “El chupito de poesía”, es que se ha hecho con mucho amor hacia Cuba. Queremos, igualmente que allá, en España, se hable de esta isla que es mucho más de lo que se cuenta. Lo que mostramos en escena son aspectos cotidianos de una verdad que la gente desconoce. En España se nos presenta una realidad como cierta, pero que no es verdad; con esto queremos mostrar que existe una Isla real. Pero, todo trabajado con humor porque creo que Cuba es una gran sonrisa, es decir, quitarle ese peso pesado y mirarla desde otra perspectiva.
Segundo viaje a La Habana…
El primero fue en el 2005 a propósito de mi cumpleaños y fue un regalo que me hicieron mis padres. Mi familia es de izquierda y conocedora de la realidad cubana, pero no es lo mismo lo que te cuentan que lo que ves; para alguien que tenga la sensibilidad a flor de piel te impacta mucho esta Isla.
Regresé muy conmocionada con lo que descubrí aquí y, quizás, los orígenes de “El chupito de poesía” están en ese primer viaje. Descubrí el mundo de los lectores de tabaquerías, que son una verdadera institución y eso me movió a pensar en cómo poder hacer algo similar en mi país.
En todos estos años ha habido, también, un proceso de formación personal, de cómo utilizar distintas técnicas dentro del arte y ahora es cuando se ha dado el mínimo de condiciones para armar el proyecto.
Estudié teatro en la Escuela de Bilbao y sicodrama y arte terapia en Barcelona, y producción en Madrid. “X el arte” es el proyecto más totalizador y ambicioso que como directora he enfrentado y me siento absolutamente comprometido con él”.
