Sara Más - Revista Mujeres.- La creación de espacios en la radio y la televisión que orienten y ayuden a formar audiencias críticas, ante el consumo de productos culturales en diversos soportes, es una de las nuevas recomendaciones que se proponen al Consejo de Estado para incluir en el Plan de Acción de Seguimiento a la Conferencia de Beijing.
Aunque no es todavía un acuerdo tomado, con carácter de ley, la propuesta recoge el sentir de quienes debatieron y examinaron el 28 de mayo la vigencia y cumplimiento de las 11 medidas de ese plan que se refieren al tema de género y comunicación.
Desde 2002 no se hacía este tipo de revisión, que ahora acaba de realizarse como parte del Tercer Seminario de Evaluación del Plan de Acción de Cuba para el Seguimiento a la IV Conferencia de Naciones Unidas sobre la Mujer, que sesionó los días 28 y 29 de mayo en el Palacio de Convenciones, en La Habana.
Otra propuesta, a la luz del contexto actual, tiene que ver con el nuevo panorama que se abre con la ampliación del trabajo por cuenta propia, que a la vez que ha diversificado los espacios de entretenimiento, abre nuevas opciones para la comercialización y difusión de productos culturales.
Una realidad que debiera acompañarse de mecanismos y procedimientos que regulen sus contenidos, para que no violen los principios y políticas culturales establecidos en la sociedad, en particular los referentes a la imagen de la mujer, los niños y las niñas, opinaron representantes de organismos de la administración central del Estado, instituciones y entidades diversas.
Momentos de intenso debate se dieron en el trabajo de la comisión sobre mujer y medios de comunicación, reconocidos estos últimos como un ámbito estratégico para socializar los valores de la igualdad o, por el contrario, reproducir viejos estereotipos.
Entre otros avances, se reconoció que el tema de género y comunicación es más visible, que se han discutido críticamente los mensajes peyorativos sobre las mujeres cubanas en programas musicales y humorísticos, además de que ha crecido la capacitación y se han desarrollado espacios de discusión en el campo artístico y literario.
También que hay más investigaciones y algunas normas para velar por la imagen de la mujer, crece la presencia de ellas en el cine, y temas relativos a igualdad de género, feminismo y adelanto de las mujeres ganan presencia en los medios y publicaciones especializadas.
Pero perviven también dificultades y brechas.
Hay video clips y canciones que las siguen presentando como objeto sexual, persisten espacios humorísticos con chistes, racistas, sexistas y homofóbicos; cuando no se va al otro extremo y se muestra a una “supermujer”, conquistadora de “oficios no tradicionales”.
Por eso se insistió en la necesidad de crear y poner a funcionar el grupo multidisciplinaro e intersectorial que dé seguimiento sistemático al tratamiento que recibe la mujer en los medios. Una propuesta que ha tardado en concretarse.
No se trata, como más de una vez se dijo, de una “guerra de los sexos”, sino de crear un ámbito social que permita el respeto a las diferencias en condiciones de igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades.
