Además de la labor de debate y capacitación en materia de género, para romper mitos y estereotipos discriminatorios, se planteó la necesidad de trabajar a la par en medidas y políticas que contribuyan a la igualdad.
Sonia González Fernández, de La Habana, hizo referencia, por ejemplo, a la necesidad de revisar no pocos aspectos de la vida cotidiana, como el horario de determinados servicios a los que no es posible acceder por coincidir con las jornadas de trabajo; considerar algunas variantes de planes vacacionales para el apoyo de las trabajadoras y el cuidado de sus hijos e hijas, o el horario extendido en los círculos infantiles.
Otro tanto ocurre con las reuniones en horario extralaboral, tanto para hombres como para mujeres, lo que limita el ejercicio de la maternidad y paternidad responsables, afecta el tiempo real con la familia y el papel de los adultos como formadores de valores.
“La atención a la familia requiere tiempo, al igual que el ejercicio de esos roles imprescindibles, algo imposible de cumplir cuando se está presente en la familia”, subrayó la delegada de la capital.
Profundizar y promover de forma más sistemática el debate ideológico, con particular énfasis en bloques y delegaciones, sobre la igualdad de género, la educación no sexista y la responsabilidad compartida en la familia fue una de las recomendaciones finales de la comisión dos del congreso, dedicada particularmente a los temas de la igualdad.
Delegadas y participantes se pronunciaron por reforzar el enfrentamiento a conductas discriminatorias asociadas a desigualdades de género, raciales, de orientación sexual e identidad de género, las cuales limitan el ejercicio de los derechos y atentan contra la igualdad.
Igualmente apoyaron la idea de fortalecer y consolidar el papel de la FMC como mecanismo nacional para el del adelanto de la mujer, brindando la asistencia técnica a los organismos e instituciones que evalúan las políticas, a fin de lograr estrategias de género y la institucionalización de este enfoque en busca de una cultura de igualdad y una mayor sensibilidad.
Entre otras recomendaciones, se incluyó las de Identificar las vías para la capacitación de género a los directivos, personal de educación, salud, artistas, funcionarias, colaboradores y dirigentes de la organización, lograr que se incluya el enfoque de género como un eje director en la enseñanza universitaria de pregrado y fortalecer la labor de las Cátedras de la Mujer.
Se acordó, además, solicitar a la dirección del Estado y del gobierno que se analicen e implementen diversas alternativas de servicio a la familia trabajadora, con énfasis en el cuidado de familiares dependientes, en busca además de la corresponsabilidad entre el Estado, las comunidades y el sector no estatal, a favor de una mejor conciliación trabajo- familia.
En ese sentido, se habló de reconsiderar los horarios de algunos servicios para garantizar el acceso de la familia trabajadora, realizar acciones para crear mayor conciencia sobre el valor e importancia del trabajo doméstico y la necesidad de participación de toda la familia en su realización.
Se recomendó, asimismo, el seguimiento al cumplimiento de la legislación laboral para evitar que se cometan injusticias contra las mujeres, con particular énfasis en las nuevas formas de organización productiva y sectores de la economía.
Igualmente, se recomendó seguir desarrollando acciones que favorezcan la incorporación delas mujeres a las cooperativas, brindar una atención diferenciada a las mujeres en el sector agrícola, teniendo en cuenta sus condiciones de trabajo, además de trabajar con la familia para que comprenda la orientación vocacional de sus integrantes con vistas al ejercicio de carreras no tradicionales, así como favorecer la preparación y capacitación de las mujeres interesadas en acceder a oficios no tradicionalmente femeninos.
De cara a la comunidad, abogaron por intensificar la labor de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia y tomar las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad de este servicio comunitario integral, además de perfeccionar las acciones de enfrentamiento a la violencia de género, contribuir al conocimiento en la comunidad, y en particular entre las mujeres, de los diferentes tipos de violencia, así como elevar al autoestima de las mujeres y dignificar su trabajo en cualquier espacio de la sociedad.
