Elena, que por varios años se ha dedicado al judo y luego al boxeo, recuerda cómo al inicio, cuando su padre la puso en un tatami, salió con una muñeca rota. “el judo no es un deporte para mujeres”, le decían, pero ella probó lo contrario.
Lo mismo sucede con otras disciplinas como, pesas, fútbol o alpinismo. No obstante, infinidad de mujeres se aventuran cada día a la prácticas de estas y otras especialidades consideradas “masculinas“.
El resultado, ciertamente, es que vemos cada vez más mujeres con músculos detallados o bien marcados. La práctica de la actividad física constante propicia el desarrollo de la musculatura, no importa cuál sea la especialidad, desde las gimnastas hasta las peloteras, todas tienen una fisonomía que revela el ejercicio físico continuado.
En una sociedad machista, de ahí que no falten expresiones como: “esos deportes son perjudiciales para las mujeres” o “si ella practica ese deporte entonces es lesbiana”. Está demás decir que esos comentarios, felizmente, ya se están haciendo obsoletos. Si no pregúntenle a Marina y a Elena.
“Mi cuerpo será grande y musculoso y mi aptitud ruda y fuerte”, dice Elena. Sin embargo, ella está orgullosa de que su cuerpo sea hermoso de una manera diferente. Sobre su orientación sexual ¿Acaso importa? La respuesta creo que es evidente.
“El judo convirtió mi cuerpo en una coraza muy fuerte, me permitió sentirme segura de mí misma, me dio una base física que reforzó grandemente mi tiempo dedicado a otra actividad física que me gusta, la danza contemporánea”, asevera la joven.
Vale la pena aquí recoger uno de los hallazgos de una investigación mexicana que señala que los deportes que aparecen catalogados como “masculinos” por un gran número de deportistas son el Fútbol Americano (9 de cada 10), el Boxeo (8 de cada 10) y las Luchas (3 de cada 4), mientras entre los deportes considerados femeninos sólo se destaca la Gimnasia y en un porcentaje mucho menor al de los deportes “masculinos”.
Llegado a este punto y teniendo en cuenta los testimonios de Elena y Marina, les pregunto entonces : ¿El hecho de que una practique deportes fuera de lo común, justifica que la cataloguen de muy masculina o lesbiana?