A sus 23 años esta joven abogada comienza una carrera profesional marcada también por su interés de aplicar justicia con conciencia de género. Mujeres conversó con la jóvenes profesora y fiscal en entrenamiento de la provincia Pinar del Rio.
¿Cuándo te interesaste por vincular género y derecho?
En la carrera existe la asignatura optativa Género y Derecho en la que se imparten aspectos generales de cómo se vinculan ambas ciencias. Yo no recibí esta asignatura pero desde los distintos proyectos de investigación sí me interesé mucho.
En la Facultad tenemos líneas de investigación que abordan temas relacionados con el género y la equidad de género. Me empezó a interesar porque como mujer percibo que existen espacios donde a veces estamos un poco olvidadas y vulneradas y también desde el derecho debemos hacer todo lo posible porque tengamos el protagonismo que merecemos. Ese reconocimiento desde un fundamento legal, resulta necesario.
Creo que la asignatura es fundamental y debe no solo mantenerse sino también ampliar su alcance para poder analizar de manera transversal las distintas esferas del derecho (penal, de familia, laboral, administrativo, civil, económico, etc) desde la perspectiva de género.
Es necesario comprender que somos seres sociales y el género forma parte de las relaciones jurídicas que se conforman en la sociedad.
En estos momentos comienzas a entrenarte para ejercer como fiscal en tu provincia. ¿Qué destacas de esta práctica jurídica?
La fiscalía ejerce la acción penal pública y es el encargado de la legalidad. A mí me preocupa la vulneración de los derechos de las mujeres por tanto trabajar a favor de la legalidad, que se aplique la ley ajustada a la perspectiva de género es uno de mis objetivos.
¿Crees que existen prejuicios machistas alrededor del ejercicio de la fiscalía por mujeres?
A veces otras personas que no son profesionales del área, te cuestionan ¿Cómo vas a ser fiscal, si el fiscal es quien “le tira a la gente”?. Pero yo no creo que sea así. El o la fiscal es quien defiende los intereses del estado y la legalidad, pero en un delito de violación es quien defiende los derechos de la víctima. Para mí resulta un gran reto y también un orgullo poder defender a una mujer que ha sido vulnerada en sus derechos, a menores y otros grupos vulnerables.
Por eso no creo en prejuicios machistas. Por otra parte si vamos a las fiscalías podemos ver como la mayoría de sus profesionales son mujeres. Específicamente en mi provincia Pinar de Río hay una gran representación de mujeres tanto en las fiscalías municipales como en la provincial. Puedes encontrarnos en los distintos departamentos como el departamento de verificaciones fiscales, el departamento para el control de la legalidad en los establecimientos penitenciarios, el departamento de atención ciudadana, entre otros.
¿Qué le aconsejarías a otra joven que se interesara por esta labor?
Si decidió estudiar derecho es porque—sea fiscal, jueza, abogada o notaria—le interesa la justicia. Lo importante es que sea consagrada con la profesión, que la represente bien, con integridad y ética.
Para ser fiscal creo que desde lo personal hay que tener mucha valentía, entrega y compromiso con una misma y con la sociedad. Pensar que lo que estamos haciendo repercute en la sociedad, estamos dando un ejemplo y de lo que seamos capaces de hacer y lograr hoy, va a depender el mañana de nuestro país.
