Gabriela Orihuela - Revista Mujeres / Fotos de la autora.- Hablar del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) prevalece como imperativo de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Por eso, su Secretaria General, Teresa Amarelle Boué, explicó sus principales ejes y tareas en el XVIII Congreso de Pedagogía.

Asimismo, enlazó el PAM con la labor educativa que se realiza en nuestras instituciones escolares.

En el panel estuvieron presentes Inés María Champan Waugh, vice primera ministra de la República de Cuba; la Doctora Yudit Ferrera Fuentes, directora general del Centro de Estudios de la Mujer; la MsC. María de los Ángeles Gallo, directora nacional de la primera infancia; y Cira Piñeiro Alonso, viceministra primera de Educación.

Una lluvia de ideas abrió el encuentro titulado “El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres como referente para una educación inclusiva y equitativa”. Las palabras expresadas reflejaron la esencia del PAM y de las aulas cubanas: igualdad, empoderamiento, justicia, sexualidad, derechos, participación, oportunidades, adelanto, equidad.

A esa lista, Inés María Champan Waugh agregó el vocablo “amor”, «imprescindible en estos tiempos y, no hay dudas, que la Revolución Cubana y su obra es un proyecto de amor».

El objetivo general del PAM es «promover el avance de las mujeres y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, refrendados en la Constitución de la República; así como profundizar en los factores objetivos y subjetivos que, como expresiones de discriminación, persisten en la sociedad cubana y obstaculizan un mayor resultado en lo económico, político, social y familiar, a fin de su eliminación», comentó la Secretaria General de la FMC.

Siete áreas de acción están representadas en este documento: empoderamiento económico; medios de comunicación; educación, prevención y trabajo social; acceso a la toma de decisiones; legislación y derecho; salud sexual y reproductiva; estadística e investigación.

Empoderamiento económico: agrupa medidas para potenciar la incorporación de las mujeres al empleo, garantizar las condiciones de trabajo y los servicios que se prestan a las familias.

Medios de comunicación: presenta medidas para potenciar una política de comunicación e información por una cultura de igualdad y no discriminación con perspectiva de género y enfoque de derechos humanos.

Educación, prevención y trabajo social: contiene medidas para priorizar el trabajo de promoción y educación a favor de estilos de vida sanos y la formación integral en temas de género, educación sexual, igualdad y no discriminación, mediante programas de estudios y otros materiales. Promover la cultura de igualdad en la familia, la escuela y la comunidad.

Acceso a la toma de decisiones: agrupa medidas que abarcan el perfeccionamiento de las políticas que posibilitan el ascenso y la promoción de las mujeres a todos los niveles de toma de decisiones.

Legislación y derecho: medidas encaminadas a perfeccionar el marco normativo y los sistemas de protección contra todas las formas de discriminación y de violencia. La formación y capacitación a especialistas, operadores/as del derecho en temas de género; así como el cumplimiento de tratados internacionales.

Salud sexual y reproductiva: medidas encaminadas a reforzar el Programa de Maternidad y Paternidad Responsables y el Programa de Educación Sexual para las nuevas generaciones, con énfasis en la responsabilidad, el respeto a la diversidad, la solidaridad, la igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Estadística e investigación: esta área precisa la necesidad de exigir y revisar la efectiva incorporación en las estadísticas continuas y especiales, las variables socio-demográficas: sexo, edad y color de la piel, para los análisis de género correspondientes; así como estimular el desarrollo de las investigaciones científicas con un enfoque de género y desarrollo.

A través de este último punto, se impulsa la creación de un Observatorio de género. La fecha prevista para su presentación es el 8 de marzo.

Durante la conferencia, Amarelle Boué destacó que el principal obstáculo para el cumplimiento del PAM es el bloqueo económico, comercial y financiero al que nuestro país se ha visto sometido. De igual forma, reconoció que el mayor desafío, en estos momentos, es lograr la paridad en el empleo, puesto que existe 21% de diferencia entre hombres y mujeres.

La voluntad política del Estado Cubano a favor de las mujeres y la continuidad del desarrollo de la igualdad de género son evidentes y se materializan en documentos legales como la Carta Magna, el Programa Nacional para el adelanto de las mujeres, en la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar, el Código de las Familias y otros, que se encuentran transversalizados por la igualdad, la equidad y la justicia en materia de género.

De igual modo, se resaltó el cumplimiento de Cuba con los compromisos internacionales: plataforma de Acción de la IV Conferencia de la ONU sobre la Mujer (Beijing); la Convención para la eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.