Noel Manzanares Blanco-Cubainformación.- En mis rótulos sobre Cuba: entre 'su' Stalinismo y la Actualización I y II, aparece “UN APUNTE PARA NOEL MANZANARES BLANCO/ Por Manuel David Orrio” en cuyo primer renglón él afirma que “Desde viejos tiempos en Kaos en la Red, adopté el principio de no polemizar” conmigo (falso —ver Un desatino con coletilla a fin). Pero no es sobre este particular que deseo llamar la atención de mis lectores/as, sino en otros fragmentos de lo redactado en tal apunte, a saber:

“En buena fe, en buena fe, hay bibliotecas en Cuba. Hay medios diversos para confrontar…y Manzanares los conoce. En buena fe: porque en otra, el que Manzanares CUESTIONE INDIRECTAMENTE UNA FUENTE DOCUMENTAL DEBIDAMENTE ACREDITADA, puede hacer pensar en otras intenciones ('me resulta casi imposible ahora consultar esa fuente', apunta)” —las negritas son mías y situadas ahora.  E inmediatamente, declara lo que considero su legitima intención:

“Si le es 'imposible', ¿por qué la cuestiona? Al final de mi artículo se hallan dos de mis direcciones de correo electrónico (mdorrio54@gmail.com y orrio@enet.cu) ¿Tanto esfuerzo le cuesta comunicarse conmigo para obtener datos sobre las citas que al parecer tanto le preocupan? ¿De inicio hasta excluye la posibilidad de que le regale el libro de marras? 
“Insisto: no polemizaré con Manzanares. Pero quien calla, otorga. Sí desearía señalar a la Comisión Nacional de Ética de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), este desagradable episodio” —las negritas son mías.

Responderé, lo más sucinto que pueda.

En el primero de mis trabajos, comencé precisando:

“Escribo estas líneas, motivado por Alfredo Guevara: sobre el Stalinismo en Cuba, firmado por Manuel David Orrio, quien de paso me acercó a Cuba: ¿tiempo para una nueva Constitución?, responsabilidad de Harold Cárdenas Lema. Adelanto que, mientras en el primero encontré una lectura parcial de lo expresado por el destacado Revolucionario, Cineasta y Mentor de Juventudes del patio (1925-2013) y la necesidad de consultar otras fuentes; en el segundo hallé elementos susceptibles de ser enriquecidos con otros datos históricos y científicos. Comparto, pues, mi ángulo de mira al respecto —divorciado de la menor intención peyorativa”.

Fíjese usted en que escribí acerca del trabajo de Orrio que “encontré una lectura parcial de lo expresado por el destacado Revolucionario, Cineasta y Mentor de Juventudes del patio (1925-2013) y la necesidad de consultar otras fuentes”, y que incluso aclaré —tal vez previendo cualquier tergiversación: “divorciado de la menor intención peyorativa”. Además, acoté que me era “casi imposible ahora consultar esa fuente” por la sencilla razón de encontrarme fuera del país por tener un contrato con una Empresa cubana.

Entonces, ¿dónde radica mi “herejía” en este orden de ideas? ¿Dónde está cuestionamiento alguno sobre la “FUENTE DOCUMENTAL DEBIDAMENTE ACREDITADA?

Sin embargo, me resulta llamativo que Orrio no alude a estas palabras mías: “Entonces, certifico que careció de casualidad que a finales de Junio de 2011 publiqué Fidel Castro, Alfredo Guevara y la Juventud Cubana; así como que en este instante pregunte: ¿Cómo hablar de Stalinismo en el —menos, colocar en tela de juicio la pulcritud que al respecto exhibirá el próximo Congreso del PCC, de acuerdo con registros en Cumbres anteriores de nuestra vanguardia ideo-política—, sin matices que le permitan al lector/a una percepción lo más desprejuiciada humanamente posible —todavía más, ante la interpretación del Compañero Fidel [en su conversación con Tomás Borge]”.

A la sazón, pues, reitero la inscripcion de Cuba: ¿en qué marco la diferencia?: “Critico a nuestra Revolución con la misma fuerza/voluntad que pudiera utilizar un Hijo sincero al referirse a su Madre. Hacer otra cosa […] es injusticia de fuerza mayor —incluye PD.”; al tiempo que sí coloco en entredicho tanto el presupuesto como la pregunta final que hace Orrio en su Alfredo Guevara: sobre el Stalinismo en Cuba: “¿estará Alfredo Guevara en el próximo Congreso del PCC?”.

He aquí una nota para quien pueda estar interesado al respecto en la Mayor de las Antillas —incluida la Comisión Nacional de Ética de la Unión de Periodistas de Cuba.