Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Leí Cuba cierra su actuación en Toronto 2015 con cinco nuevas medallas de oro, este 26 Julio 2015. En su contenido, resalta que nuestros/as deportistas conquistaron este sábado cinco medallas de oro, cuatro de plata y una de bronce, en el cierre de su actuación en los recién finalizados XVII Juegos Panamericanos efectuados en esa ciudad de Canadá. Así, la Mayor de las Antillas culminó obteniendo en el certamen continental respectivamente 36, 27 y 34 medallas de la calidad ya mencionada o sea, el cuarto lugar de los premios generales por países (detrás de Estados Unidos, el país sede y Brasil —en ese orden).
Ante tal panorama, no tengo la menor duda de que estamos frente a un hecho trascendental, si tomamos en cuenta, por un lado, que aparecen los efectos del Bloqueo en ese sector (por ejemplo, dificultades en la obtención de artículos deportivos de marcas conocidas, fabricados por empresas estadounidenses, muchos de los cuales son de uso obligatorio en el Deporte, de acuerdo con las regulaciones de las autoridades de las federaciones deportivas internacionales).
Por otra parte, resulta evidente que las naciones que nos aventajaron exhiben mayor desarrollo económico y cantidad de habitantes que en la Isla; que nos siguen ¿robando? estrellas en diversas áreas del asunto en causa; y que necesitamos perfeccionar nuestra concepción en este orden de pensamiento. Todo lo que acabo de anotar, trajo como consecuencia que Cuba no pudiera cumplir con el compromiso de retener el segundo lugar de otras ediciones del certamen —sin despreciar que fuimos superados por aquellos que también se prepararon con denuedo para la ocasión.
Pero tampoco tengo la menor duda de que estamos distante de los XI Juegos Panamericanos, Habana 1991. Entonces, fuimos los Campeones de esa edición con 140 medallas de oro, 62 de plata y 63 de bronce, brillando más que los países que nos ganaron esta vez. Para dar una idea de lo que destaco, significo que estadounidenses, canadienses y brasileros quedaron por detrás de nosotros con 130, 22 y 21 medallas doradas, respectivamente.
Y qué escribir de lo que nos aconteció al año siguiente. ¡Cuba, quinto lugar en los 25 Juegos Olímpicos de Barcelona!, España, fue una verdadera noticia entre los seguidores de la fiesta universal de los músculos, y todavía más allá: nos convertimos en un pueblo admirado en el tema de marras, precisamente por la hazaña alcanzada gracias a nuestro sistema económico-social e ideo-político, incluyendo en el examen que en el año 1992 emergía lo que quizás constituya el período más difícil/glorioso de la Historia Patria.
Y recuérdese que desde 1980 Cuba se ausentó de los Juegos Olímpicos por motivaciones políticas: primero, al sumarse a la ausencia en bloque del Campo Socialista a las Olimpiadas XXIII de Los Ángeles, Estados Unidos (1984); después, en Seúl, Corea del Sur (1988), por solidaridad con la República Democrática de Corea. Se trató de respuestas consecuentes de cara al boicot que Washington y otros de sus aliados les crearon a la Olimpiada de Moscú, al cierre de la década de los setenta.
Ahora, paso por alto lo que escribí a principios de este mes en Cuba: la Contraloría y el INDER con la inscripción “Es inadmisible, la posibilidad de que manejos sucios en la Pelota hayan sido opacados, y que ahora ocurra lo mismo con el Fútbol” y la presencia del SOS a nuestro Instituto de Deporte —una asignatura pendiente, según el conocimiento que me acompaña al respecto. No obstante, declaro asimismo que me resguardo desde el Optimismo vs. pesimismo en el actual escenario La Habana-Washington —aunque ello no es suficiente.
Para el caso específico del Deporte Nacional, percibo que “se cae de la mata” el hecho que en el mañana cercano nuestros peloteros (practicante del Béisbol) jueguen sin los mayores contratiempos en las Grandes Ligas. A la vez, no descarto otros contratos en diversas competiciones profesionales en Japón, Holanda y algunas naciones Latinoamericanas. Mas, ello debe ser además la norma en otras disciplinas deportivas.
Un punto y aparte le concedo a la idea que continúa: si años atrás, cuando no imperaba a sus anchas el modo de vida del Capitalismo, con orgullo mostrábamos/defendíamos el Deporte Aficionado, la realidad actual se empecina en imponernos que quienes no se adecuen a la práctica profesional/universal están condenados a sucumbir. Sobran experiencias a nivel internacional. Y tenemos que perfeccionar nuestra mentalidad en este orden de ideas, incluyendo velar por la pulcritud en este sentido. Se impone, pues, colocarle un freno a la “fuga” de nuestros jugadores y que se ajusten a la ¿normalidad?
Considero, en suma, que es por aquí el camino que debemos seguir para garantizar que el Deporte en Cuba continúe, de manera creciente, en la cima a escala planetaria.
