Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Al abordar este asunto, me hago acompañar por el discernimiento que he venido sosteniendo desde finales del Siglo pasado y que divulgué hace unos cuatro años en Cuba: el deber ser de sus medios de comunicación, a saber: “La Prensa Cubana debe ser germen de vida espiritual, nutriente del proceso de desarrollo social, tributo a una mejor calidad de vida del pueblo y crítica/propuesta de solución de los problemas que encara nuestra sociedad —sin obviar jamás ni contexto histórico ni que una Revolución vale cuanto sea capaz de defenderse-enriquecerse”.
Asimismo, me resguardan un par de ideas en torno al tema de marras que abordé en Cuba: brújula en Congreso de Periodistas a mediados de Julio de 2013. Una, la que resalta el emplazamiento a transformar el sistema de prensa en el país como garantía de lealtad al ciudadano/a común que cada día necesita más explicaciones; al tiempo que nuestro periodismo denuncie y exija responsabilidades, pondere la crítica que lleve al mejoramiento entorno/persona, y siga corrigiendo el rumbo para perfeccionar el papel de los medios como productor y reproductores de ideología.
La otra, consta en Siete tesis sobre la prensa cubana del Periodista y Académico Raúl Garcés, quien formuló las siguientes preguntas: “¿Creemos acaso que esos significados [se refiere a una práctica socialista que sea fuente de felicidad, de vida digna, de realización personal y tranquilidad económica, de articulación entre el proyecto personal y las metas generales de la sociedad] se comprenden, procesan y comparten por igual en la cabeza de todos los cubanos? ¿Cómo haremos para comunicarlos eficientemente? ¿Cómo les daremos sentido y los convertiremos en hechos que se toquen, historias que se vivan, caminos que se intuyan? ¿Cuánta importancia tiene para la batalla política del país no solo trabajar el ámbito de la realidad, sino también el de las percepciones? ¿Cómo complementaremos, en suma, la actualización del modelo con una percepción renovada en torno a todo lo que se está actualizando?”.
También, en el mismo trabajo sobre la brújula mencionada destaqué la intervención del compañero Díaz-Canel para ganar en claridad en cuanto a la política del Partido Comunista (PCC —Partido dirigente) y el Estado/Gobierno cubanos en este orden de pensamiento, específicamente lo relacionado con la Comisión del Buró Político de nuestra Vanguardia ideo-política que atiende la implementación y el desarrollo de los Lineamientos de la Política Económica y Social que creó un grupo de trabajo que desde Abril de 2013 labora en el diseño de una política comunicacional del Estado y del Gobierno, incluidos los medios de comunicación —las negritas son mías.
Entretanto, considero pertinente traer a colación los Objetivos de trabajo del PCC aprobados en su Primera Conferencia Nacional a finales de Enero de 2012, en la parte que expresa: “Objetivo No. 70. Lograr que los medios de comunicación masiva informen de manera oportuna, objetiva, sistemática y transparente la política del Partido sobre el desarrollo de la obra de la Revolución, los problemas, dificultades, insuficiencias y adversidades que debemos enfrentar; supriman los vacíos informativos y las manifestaciones del secretismo, y tengan en cuenta las necesidades e intereses de la población” —las negritas son mías.
Sobre las partes que he colocado en oscuro como elemento notorio, formulo las siguientes interrogantes para analizar: ¿Cuál es la “política comunicacional del Estado y del Gobierno”, sus postulados principales y el papel que les corresponde a los actores estatales y gubernamentales en Cuba? (¿Cuánta razón acompaña al joven Harold Cárdenas Lema en sus Problemas de comunicación, de Junio de 2015, e ¿In-comunicación política?, de Enero de 2016?). ¿Será que es pasado “los vacíos informativos y las manifestaciones del secretismo” y presencia cotidiana las “necesidades e intereses de la población” en la Prensa ordinaria y de consumo masivo de la Isla? ¿Cómo se comporta la variable ruptura/continuidad de parte de nuestro PCC en el tema en cuestión?
A la sazón, tengo muy presente que José Martí en Nuestras Ideas advirtió: “[…] para explicar y fijar las fuerzas vivas y reales del país, y sus gérmenes de composición y descomposición, a fin de que el conocimiento de nuestras deficiencias y errores, y de nuestros peligros, asegure la obra a que no bastaría la fe romántica y desordenada de nuestro patriotismo; y para fomentar y proclamar la virtud donde quiera que se la encuentre. Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, nace este periódico [Patria, el 14 de Marzo de 1892, del Partido Revolucionaria Cubano fundado por nuestro Héroe Nacional]”.
Considero, entonces, que de cara al VII Congreso de nuestra Vanguardia ideo-política cuya sesión principal será el próximo 16 de Abril, Aniversario 55 de la Declaración del Carácter Socialista de la Revolución y fecha seleccionada para homenajear su fundación, asistimos a una oportunidad más para avivar en Cuba la percepción martiana sobre su Prensa y su Partido dirigente.
