Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Unos quince meses atrás, al Compañero Evo di las ¡Gracias por su Presencia! en ocasión de haber sido reelecto Presidente de bolivianas y bolivianos, teniendo en cuenta noticias procedentes de una fuente que es difícil que sea considerada devoto de ese Hermano sudamericano: me referí a BBC Mundo. Para entonces, ese órgano mediático señaló que Bolivia llevaba diez años continuos de crecimiento, con reducción de la deuda externa, aumento de las reservas internacionales y disminución de la pobreza extrema en casi un 50 por ciento durante el Gobierno de Morales —entre otros sabores agradables. Pero sus enemigos no se han cruzado de brazos y ahora pretenden extirpar la posibilidad de que él siga al frente de la Administración de su pueblo.

Es una realidad que el mundo puede mirar a la Paz como un punto de buena gestión a favor de los más necesitados históricamente. Un reporte reciente de telaSUR da Fe de una dinámica positiva en la nación sudamericana. De allí, resalta las proyecciones que se contemplaban en el plan quinquenal de desarrollo (2016-2020) que incluye la reducción de la pobreza extrema de un 17,3% a 9,5% y un crecimiento económico promedio de la economía de 5,8%. Asimismo, destaca la percepción de Teresa Morales Olivera, a saber —cual credencial a una obra bienhechora:

“La buena conducción de la economía del Presidente Evo ha sido ampliamente demostrada. Su realismo y responsabilidad en cuanto a la economía se puede demostrar en que se ha logrado el mejor crecimiento económico de América Latina llegando en promedio a 5,1% de crecimiento anual entre 2006 y 2014, consiguiendo aumentar el PIB per cápita de 1.037 a 3.116 dólares, logrando acumular unas nuevas reservas internacionales netas que en 2014 llegaron a 15.123 millones de dólares; y todo esto combinado con medidas de redistribución económica que han sacado más de un millón de personas de la pobreza extrema”.

En este ambiente, la lógica elemental nos lleva a certificar que el próximo 21 de Febrero devendrá otro triunfo del Presidente indígena ante el electorado boliviano que se ha de pronunciar en un referéndum sobre la modificación parcial de la Constitución alentada por organizaciones sociales integrantes de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) con vistas a una reforma que lo habilite para la reelección consecutiva en las elecciones generales de 2019, unido a su Vicepresidente. Precisamente por ello, de cara a este escenario los adversarios internos y foráneos de Evo Morales intensifican por el infinito sus acciones tendientes a hacer fracasar la voluntad popular.

Un testimonio de lo que acontece en los últimos días en Bolivia lo brinda Atilio Borón, quien subraya: “Dentro de esos objetivos de desestabilización se encuentra la movilización de agentes y operadores en inteligencia y espionaje, el fortalecimiento de la actividad política ciudadana contra el gobierno, y la distorsión mediática utilizando temas sensibles como narcotráfico, corrupción, transparencia, libertad de expresión, gobernabilidad y otros desde la perspectiva estadunidense. La utilización de la memoria de un niño muerto, de otro en su acto de bautizo y de la ex pareja de Evo Morales para poner en duda la moral del presidente ha sido uno de sus golpes más bajos y arteros, en el típico estilo de las campañas subversivas estadunidenses” —las negritas son de la fuente. El periódico español ABC, es ejemplo de esta bochornosa maniobra Made in USA. Careció de casualidad que ahora Bolivia denuncie el complot de EEUU contra Morales y negocios chinos en la región y que estudie la expulsión del máximo representante diplomático de Washington en La Paz.

Entretanto, con marcado realismo a finales de 2015 Evo sostuvo que “Aunque no aprueben nuestra reelección, hicimos historia”, al margen de su optimismo manifestado hace unas horas al asegurar “El SÍ ganará el domingo y el lunes habrá novedades” y complementado por el hecho de que Bolivianos/as piden su continuidad en la presidencia. Mas, como la derecha interna y gringa hace lo indecible por coronar la tercera derrota consecutiva de las fuerzas progresistas en Nuestra América —después de las presidenciales en Argentina y las parlamentarias en Venezuela—, con millones y millones de personas en Bolivia, Latinoamérica y el Tercer Mundo exclamo vs. ese polo reaccionario: ¡Ojalá que el tiro le salga por la culata! Sería, sin lugar a dudas, una nueva y merecida victoria del Compañero Morales.