Gerardo Moyá Noguera*.- Andar La Habana (Cuba), sobre todo la inolvidable Calle Obispo y sentirla como mía, una calle con sus colores, sus gentes, su olor, digamos, a caramelo y al final el hotel ambos mundos donde sirven un mojito extraordinario y mientras ojeas Granma el pianista del hotel tocando unas melodías buenísimas e inolvidables.
Todo y más lo echo de menos....después de casi 31 años visitando y asistiendo al 1º de mayo no puedo dejar de pensar y sentir todos los días del año "mi Habana", " mi Cuba". en las mismas calles de La Habana puedes dialogar con cualquier persona cubana y sentirte reconfortado y nunca jamás depresivo, como sucede en el país capitalista en el que sobrevivimos. No tengo la más mínima duda de que entre un mundo capitalista, como el que nos rodea y un mundo socialista como el cubano y muchos más del entorno caribeño y latinoamericano, me quedo definitivamente con el modelo cubano de socialismo y ver un pueblo resistente a todo lo que se le presenta, además de más de 60 años de criminal bloqueo por el imperio/EEUU, el más largo e inhumano de la historia de la humanidad. La Habana, señoras y señores, existirá siempre y sus gentes cubanas y turistas paseándola por la calle obispo es una auténtica gozada y les invito a que lo experimenten.
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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