Gerardo Moyá Noguera*.- La Comuna de París llevó a una revolución obrera, como la cubana, en algún sentido. Las mujeres como en la guerra por la independencia de Cuba, se pusieron al frente teniendo un protagonismo excelente, como Maria Grajales y muchas más heroínas.
Fueron las mujeres que camino de comprar pan y leche para sus familiares se encontraron con la terrible escena de hermanos contra hermanos en la lucha. La utopía de esta revolución duró, desgraciadamente, poco tiempo, casi 72 días en los cuales, como en Cuba y Girón (72 horas) miles de personas dieron un paso al frente para participar en la defensa de su proyecto (como en Cuba) un gobierno obrero y popular y que tuvo, en París claro, un final catastrófico y que además fue sofocado por el ejército de Versalles en la semana trágica. Tenaces y sumamente comprometidas, las mujeres lograron que se les admirase en sus filas o trincheras constituyendo la famosa barricada e la place blanche. Incluso las milicianas armaron comités de vigilancia y de apoyo. Los derechos de estas o muchas más mujeres de la Comuna de París o de la revolución cubana, deben ser expuestos siempre. dignamente.
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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