A sólo tres días de haber asumido el poder, Colom viajó al municipio de Ixcán, una de las zonas más pobres y afectadas por el conflicto armado interno de 36 años, donde anunció la entrega de fondos a las cooperativas para diversos proyectos.
El gobierno también prevé la creación de un consejo de desarrollo rural, la extensión de servicios como la educación y la salud a las zonas más apartadas y la concesión de recursos a las madres pobres para enviar a sus hijos a la escuela.
En materia de seguridad, más de 500 agentes de la policía iniciaron operativos en áreas de alto nivel delincuencial de esta capital para eliminar los corredores del tráfico de drogas, armas y trata de personas.
Durante allanamientos en hoteles y colonias de la zona uno capitalina, así como en municipios aledaños, fueron arrestadas decenas de personas, entre ellas varios salvadoreños y hondureños ilegales, así como individuos con órdenes de captura.
Faustino Sánchez, vocero de la Policía Nacional Civil, informó que los cateos y detenciones son consecuencia de las denuncias contra ciudadanos dedicados a extorsiones y asaltos en los autobuses urbanos.
También fue capturado un presunto cabecilla de la pandilla conocida como “Mara Salvatrucha” y se decomisaron armas y drogas.
En su discurso de toma de posesión, el pasado lunes, el presidente Colom anunció una guerra sin cuartel contra las mafias y el crimen organizado.
Además, prometió iniciar un proceso de cambios hacia un gobierno socialdemócrata, basado en la lucha contra la pobreza, donde se dará prioridad a quienes menos tienen.