Juventud Rebelde.- Más de un centenar de representantes de unos 30 países de América Latina y el Caribe participan en una conferencia sobre desnutrición infantil aquí, cuando en la región mueren cada día 25 000 personas por falta de alimentos.
Comida cara, una amenaza real para los más pobres.
"Hay que convencer a los gobiernos a adoptar medidas más activas para terminar con este flagelo", afirmó la directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Sheila Sisulu, al inaugurar la conferencia Hacia la erradicación de la desnutrición infantil en América Latina y el Caribe, que terminará mañana.
Indicó que es necesario que los países de la región adopten "decisiones sin precedentes" para disminuir la cifra de 70 millones de personas que sufrirán la escasez mundial de alimentos y, además, el aumento de los precios.
"Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), este año y en el 2009 los precios de los alimentos van a permanecer altos y debemos garantizar a la población más vulnerable que quede protegida ante estos impactos", sostuvo Sisulu.
Tras recordar que es conocido que la desnutrición en niños menores de tres años tiene un impacto en todo el ciclo de vida, Sisulu manifestó su esperanza de que en reuniones como la de Santiago se puedan enseñar mecanismos que aceleren el combate contra la desnutrición "porque el hambre no espera a nadie".
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que el tema que preocupa a esta conferencia es de la mayor importancia "y, lamentablemente, también el de mayor gravedad".
"El drama del hambre y la inseguridad alimentaria en un mundo de riqueza, abundancia y avances científicos no tiene parangón", afirmó Insulza quien agregó que "es éticamente inadmisible que mueran alrededor de 25 000 personas, cada día, por causas vinculadas a deficiencias nutricionales", informó EFE..
