En declaraciones a Prensa Latina, el diplomático enfatizó en temas económicos que serán tratados por los dignatarios de Ecuador, Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Honduras, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.
En particular, subrayó lo estratégico de aprobar el Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), la moneda regional que facilitaría el auge del comercio entre las naciones de ese mecanismo de integración.
Bolivia también explicará a profundidad los principios del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), agregó. El TCP resulta una propuesta defendida por el presidente Morales, como respuesta al agotamiento del modelo neoliberal, fundado en la desregulación, la privatización y la apertura indiscriminada de los mercados, que impulsa Estados Unidos en Suramérica.
En reiteradas ocasiones el mandatario ha planteado ese presupuesto como política alternativa frente a la competitividad del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Asimismo estimó de trascendental el convenio que valorarán los estadistas acerca de las bases generales para la facilitación al comercio en la zona económica de desarrollo compartido del ALBA.
Subrayó entre otros proyectos la constitución de la empresa grannacional de importaciones y exportaciones ALBAIMEX.
La Cumbre será escenario propicio además, dijo, para un encuentro de empresarios y una feria, citas que también permitirán fortalecer este tipo de vínculos.
El jefe de la legación cubana en La Paz consideró que Bolivia le ha puesto un matiz especial a esta Cumbre de ALBA con el encuentro de organizaciones sociales de unos 40 países, según el comité organizador.
A juicio de Dausá, la actual coyuntura política en que se desarrolla este foro, como el golpe de Estado en Honduras -un país miembro del ALBA- o los acuerdos Bogotá-Washington, sobre la instalación de bases militares que amenazan la región, indicarán el pronunciamiento solidario del bloque.
La clausura de la VII Cumbre del ALBA será el 17 de octubre en el estadio cochabambino Félix Capriles, en una multitudinaria concentración de las organizaciones sociales de Bolivia e invitados del continente.
Bolivia también explicará a profundidad los principios del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), agregó. El TCP resulta una propuesta defendida por el presidente Morales, como respuesta al agotamiento del modelo neoliberal, fundado en la desregulación, la privatización y la apertura indiscriminada de los mercados, que impulsa Estados Unidos en Suramérica.
En reiteradas ocasiones el mandatario ha planteado ese presupuesto como política alternativa frente a la competitividad del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Asimismo estimó de trascendental el convenio que valorarán los estadistas acerca de las bases generales para la facilitación al comercio en la zona económica de desarrollo compartido del ALBA.
Subrayó entre otros proyectos la constitución de la empresa grannacional de importaciones y exportaciones ALBAIMEX.
La Cumbre será escenario propicio además, dijo, para un encuentro de empresarios y una feria, citas que también permitirán fortalecer este tipo de vínculos.
El jefe de la legación cubana en La Paz consideró que Bolivia le ha puesto un matiz especial a esta Cumbre de ALBA con el encuentro de organizaciones sociales de unos 40 países, según el comité organizador.
A juicio de Dausá, la actual coyuntura política en que se desarrolla este foro, como el golpe de Estado en Honduras -un país miembro del ALBA- o los acuerdos Bogotá-Washington, sobre la instalación de bases militares que amenazan la región, indicarán el pronunciamiento solidario del bloque.
La clausura de la VII Cumbre del ALBA será el 17 de octubre en el estadio cochabambino Félix Capriles, en una multitudinaria concentración de las organizaciones sociales de Bolivia e invitados del continente.