Por Ernesto Wong Maestre.- Vientos de guerra, presiones imperiales y huracanes naturales han coincidido y vienen dañando a nuestra amada Cuba, a nuestros hermanos y hermanas que día a día batallan por un mundo mejor. También nos dañan a nosotros y a todo aquel que sienta en su mejilla el dolor propinado a la mejilla de otro ser humano.  Todos somos integrantes de esa inmensa parte de la humanidad que anhela la paz y también la vida digna y sana, sin sentir miedo ante el poder imperialista ni ante sus lacayos y terroristas. Ni el Flora, ni el ALMA, ni el Gustav, ni ningún ciclón y ningún imperio podrá detener la marcha victoriosa de cubanos y cubanas en Cuba y por el mundo.


Nuestra lucha está inserta en la perenne batalla humana por vivir mejor, por ello dimos una gran clarinada en los 60 que anunció la nueva época, y esta gran humanidad dijo basta, y echó a andar desde hace varias décadas,  tal y como lo reconoció la II Declaración de la Habana y lo recordó nuestro Che Guevara en aquella famosa sesión de la Asamblea General de la ONU. Aquella marcha iniciada por unos cuantos millones de habitantes hoy es acompañada por cientos de millones de seres que batallan por un destino mejor, por las llanuras venezolanas, por los andes bolivianos, por las ciudades bielorrusianas, por las tierras angolanas, por la amazonía rebelde, por las cordilleras nepalinas o por las mismísimas murallas chinas.

Un nuevo mundo se vislumbra. El mundo de los Truman, de los Reagan o de las Tatcher  fenece. Nuestro deber es apoyar, cada día más, para enterrarlo cuanto antes.  La batalla de ideas hay que impulsarla pues la crisis mundial del capitalismo hay que impulsarla con muchas ideas nuevas y muchas propuestas frescas para evitar que las fuerzas imperiales se reacomoden y sobrevivan.

Por ello, vamos a impulsar en todos los rincones y en todas las oportunidades, por todas las vías de comunicación posibles, la JORNADA MUNDIAL CONTRA EL BLOQUEO que el movimiento mundial de solidaridad con Cuba ha organizado para el próximo 10 de octubre. Donde quiera que estemos, elevemos nuestras voces y nuestros reclamos de rechazo  al  bloqueo económico, comercial y financiero que los Estados Unidos mantiene  "como el más nítido exponente de una política cruel e inhumana, y carente de toda legitimidad y legalidad, cuyo objetivo ha sido la destrucción de la Revolución cubana por cualquier medio posible, incluso mediante el hambre y el estímulo de la desesperación en la población cubana".

Con nuestras voces van también las voces de esos niños y niñas cubanas que comienzan a vivir, van las voces de los abuelos y abuelas que hoy no nos acompañan, van las voces de todos aquellos que han dado su vida para vencer al imperialismo y que hoy estuvieran condenando al bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba como un acto de genocidio, tal y como lo estipula la Convención de Ginebra para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, o como un acto de guerra económica según lo define aquella Conferencia Naval de Londres de 1909 cuando los propios países capitalistas acordaban normas internacionales que les permitiera –en paz- distribuirse el mundo para su explotación.

Ya quedó muy atrás aquel mundo de Teodoro Roosevelt  pero los actuales gobernantes yanquis quieren mantener su intervencionismo en el mundo y sus políticas genocidas hacia otros pueblos y hacen caso omiso de la voluntad de la comunidad internacional, expresada en 16 Resoluciones consecutivas de la Asamblea General de las Naciones Unidas donde se ha condenado la agresiva política estadounidense contra Cuba y hasta contra terceros como  "violatoria de los propósitos y principios de la Carta de esta Organización, de los principios del derecho internacional que norman las relaciones entre Estados soberanos, y de los principios sobre la libertad de comercio y navegación internacional consagrados en disímiles instrumentos internacionales".
"La recrudecida naturaleza extraterritorial de esta política –dice el Informe de Cuba 2008- , particularmente bajo la administración del presidente George W. Bush, es también -en grado significativamente creciente- lesiva a la soberanía de terceros Estados y a los intereses legítimos de entidades y personas bajo la jurisdicción de estos".

Por tales razones, en la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU, el próximo 29 de octubre, la inmensa mayoría de países que conforman la ONU votarán a favor de que Cuba no sea más bloqueada ni agredida por Estados Unidos. Sólo unos pocos lacayos e indignos gobiernos –a espaldas de sus pueblos- votarán en apoyo del gobierno imperialista de los Estados Unidos.

Ya ninguna estrategia multilateral contra Cuba llevada a cabo en ONU le funciona a los personeros norteamericanos. Un nuevo mundo multi y pluripolar se conforma y la diplomacia cubana vence sistemáticamente, porque es sincera y porque es profundamente solidaria. Y ello lo aprecian los pueblos y los gobiernos honestos, y hasta aquellos que una situación similar pudieran atravesar en un futuro no lejano de conflictos mundiales.
Una nueva guerra fría es alentada desde Washington pero ahora usando las herramientas más condenables como es el terrorismo de Estado ligado a los llamados atentados suicidas con bombas de alto poder, planeados y ejecutados con las más sofisticadas armas y los más sádicos deseos,  contra pueblos indefensos e ignorantes para que peleen entre ellos, y en algunos casos lo logran como si esos pueblos no comprendieran que de lo que se trata es de enfrentar y vencer al imperialismo, y no matarse entre ellos.

Sin embargo, nuestros pueblos cultos, dignos y valientes nunca caerá en esas macabras redes,  ni serán victima de esas tácticas imperiales. Ambos pueblos han rechazado masivamente ese asqueroso y cínico "Plan del presidente Bush para la recolonización de Cuba".

¡Vaya a recolonizar su trasero Mr. Bush! ¡Respete la voluntad de la comunidad internacional! ¡Elimine el bloqueo y no ande arguyendo demagógicas ayudas condicionadas e indignas!. ¡Respete Mr. Bush al pueblo cubano que tiene más hijos por el mundo salvando vidas y dando felicidad a muchos pueblos!. ¡Deje de mentir a sus ciudadanos y deje en libertad a su pueblo! pues usted ha cercenado las libertades de los estadounidenses como ningún otro presidente. ¡Respete al pueblo venezolano y prepárese porque un Tribunal Internacional le juzgará por sus crímenes de guerra en Irak, Afganistán y Pakistán!.

Ahora, Bush y McCain quieren llevar a cabo un nuevo plan para enfrentar el huracán revolucionario y socialista en América Latina y el Caribe, pero no podrá.  Una nueva Alianza para el Progreso pretenden aplicar con una parte de Nuestra América. Ya nuestro querido Fidel comenzó a denunciar dicho plan macabro porque pretende dividirnos, pretende acabar con UNASUR, con MERCOSUR y con el ALBA, pero tampoco el imperio lo logrará.

Ahí estará el ALBA hasta vencer definitivamente, pues ahí están los pueblos cubano, venezolano, boliviano, nicaragüense, dominico y hondureño, trabajando y creando. Otros se sumarán pronto. No tengamos dudas. 

Y mientras avanza el ALBA y nuestros pueblos, continuemos denunciando a EEUU, a sus empleados y diplomáticos y a sus instrumentos, como es la tenebrosa USAID con su programa anticubano, la CIA o la propia HRW que trata de lavar la cara a los mafiosos y agredir a los honestos en su aparente lucha por los derechos humanos.
Lancemos trompetillas y nuestros dardos mortales de las ideas socialistas contra la IV Flota gringa y muchas flores a los cohetes espaciales chinos que conquistan el espacio o a los acorazados rusos que nos visiten,  como hizo aquel gran joven llamado Julio Antonio Mella con los barcos soviéticos hace casi cien años.
Impulsemos el poder popular en Nuestra América, avancemos conjuntamente con nuestros hermanos venezolanos en las próximas elecciones de noviembre. Muchas muestras de transformaciones físicas y espirituales que se vienen produciendo, las apreciamos con mucha esperanza.

Compatriotas: nos reunimos una vez más para condenar la intensificación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, su carácter extraterritorial y su acción genocida sobre los sectores cubanos de mayor impacto social, su impacto negativo sobre el propio pueblo estadounidense.

Nos reunimos para alentar a los Cinco Héroes, hermanos –ilegalmente presos en las cárceles gringas-  que han marcado una pauta significativa de dignidad, valentía y resistencia en esta larga historia por la independencia de Cuba y de los pueblos de América Latina.

¡ Cuanto regocijo y alegría sentimos hoy en Venezuela cuando apreciamos cada día, que son más las voces que expresan su deseo, la voluntad inquebrantable y el optimismo de Patria, Socialismo o Muerte. Venceremos!

 (*) Palabras a la comunidad cubana residente en Venezuela en acto de solidaridad con los Cinco Héroes cubanos en la Embajada de Cuba en Caracas.
 
Ernesto es profesor  cubano,  fundador, en 1999, del Seminario de África de la Escuela de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Además, es profesor conferencista del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional y de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

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