Los cubanos tenemos fama de ser opinásticos y discutidores, lo mismo de política, que de agricultura, economía, deportes o de medicina y arte.

Frank Agüero Gómez - CubAhora.- Antes que adelantos como Internet acercasen las posibilidades de comunicación entre individuos más allá de fronteras , los ciudadanos de la Mayor de las Antillas conocían y se expresaban, en mayoría con bastante exactitud , sobre infinidad de asuntos que acontecen en el planeta.


Otra arista de este fenómeno sociológico es la extroversión, manifiesta en afición de no pocos compatriotas en demostrar sin demora lo que saben o suponen, recibido o transmitido por medios acreditados y no pocas veces con empleo de la popularmente conocida Radio Bemba.

Por ello, nada más ridículo que el reclamo de libertad de expresión para los cubanos, supuestamente secuestrada, como pilar básico al contenido de cambios políticos que desde afuera se exigen al país.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) difunde que en Cuba se dan pasos hacia atrás en ese tema. No en balde su sede está en Miami y desde que existe en 1943 fue concebida como anticipo a la guerra fría para actuar desde entonces como instrumento de Washington.

¿Cuál es el barómetro que emplea la asociación de los principales directivos y ejecutivos de los medios de prensa escrita del continente, barones agraciados con millonarias utilidades, provenientes de los jugosos ingresos de monopolios de periódicos y otros medios de comunicación?

El de la labor de los llamados "periodistas independientes"— arcaico ropaje que mal encubre la contrarrevolución propagandística—, así como el oficio en boga de bloguero sin bandera, alentados por las repercusiones y ayudas financieras provenientes de Washington y otras capitales europeas. También aporta al barómetro los clásicos voceros de los grupúsculos anexionistas, ansiosos de regresar al estrellato de la nonata oposición

¿QUIÉNES SON LOS "REPRIMIDOS"?

Según un reporte del miamense El Nuevo Herald, el presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, reiteró el miércoles último, el compromiso de su organización hacia quienes en Cuba, pese a la "reprimenda oficial, siguen exigiendo espacio para la libertad de expresión".

"Lejos de ver un avance y muestras de tolerancia de parte del gobierno, observamos un incremento de la represión contra toda mínima expresión o manifestación crítica hacia la gestión pública", añadió el flamante presidente, norteamericano que vivió en Nicaragua e hijo del fundador del Diario de Las Américas, periódico recalcitrantemente anticubano del sur de La Florida.

Aguirre añadió que "en Cuba no ha habido ningún avance en materia de circulación de información, ni libertad de opinión", criterios que también sostuvo antes sobre Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.

"Por el contrario, constatamos la existencia de un panorama desolador para el periodismo y la libertad de expresión", apuntó refiriéndose a la isla, siguiendo la guerra de la SIP contra la Revolución cubana que iniciara Jules Dubois desde 1960, presidente-fundador de la sociedad.

Los reprimidos, según esta versión, son aquellos que han convertido la posibilidad de comunicarse, intercambiar experiencias y conocimientos, a través de medios como la Internet, en una próspera fuente de ingresos y notoriedad personal, sobre la base de aportar voz, imagen e historias desde adentro a sempiternos enemigos del régimen social cubano.

No importa la veracidad o no de los reportes, ni siquiera si corresponden mejor o peor con realidades complejas presentes en la sociedad cubana, si los "cuentos" sirven para colgar cínicos y vulgares comentarios sobre la isla.

Para los "caballeros" de la SIP que combaten en sus países cualquier tendencia antiimperialista y repiten en sus periódicos calificativos de terroristas, narcotraficantes, etcétera, a prestigiosos luchadores sociales y a líderes políticos emergentes en el continente, al parecer tolerancia seria permitirse renunciar al derecho de cada nación a defender su territorio, tanto en lo militar como en el terreno ideológico.

No actúan las fuerzas del orden interior, ni las organizaciones de masa de nuestra sociedad civil, ni los periodistas acreditados y organizados en la isla, contra la crítica y la discrepancia de criterios, lo cual sería contraproducente con el ambiente de opinión y debate de criterios alentado por las autoridades políticas de la nación.

Se acciona de un modo iracundo y comprensible ante el mercenarismo, que rehuye y desacredita el debate institucional e incita desfachatadamente al desorden y la indisciplina, con marcados propósitos antipatrióticos para justificar la prolongación de injustas sanciones al país bloqueado e interrumpir la consolidación de vínculos con otras naciones.

Algunos no excluyen, incluso, justificar la presencia militar invasora extranjera para derrocar el sistema político y económico aprobado por decisión mayoritaria de nuestra población. .

En Cuba no se emplean, pese a la indignación que levantan las reiteradas acciones de cierto grupúsculo adornado de blanco, las torturas ni humillaciones utilizadas por Estados Unidos y sus aliados contra supuestos "combatientes enemigos"— literalmente cazados en Pakistán, Afganistán e Iraq,— ni las despiadadas golpizas a los luchadores civiles que recién vimos en las calles de Copenhague, sin respetar sexo, por exponer criterios disidentes ante el holocausto de nuestra especie debido a la obstinación imperial.

Los barones de la comunicación impresa le dan tanta importancia a esos inquietantes hechos repetidos de actualidad como al acceso en las páginas de sus periódicos a temas como el injusto encarcelamiento en Estados Unidos de los cinco luchadores cubanos antiterroristas, o a los reclamos de millones de personas de detener la carrera armamentista, las guerras injustas y poner el acento en medidas y recursos para la salvación del ser humano y la madre tierra.

LA OPINIÓN QUE NO CUENTA

Como afirma un especialista en comunicación, para la SIP solo cuenta el derecho a expresarse de ejecutivos y periodistas dentro de los medios de prensa, ajustados a un criterio arcaico que lo define como una conquista desde la óptica de la burguesía en lucha con el feudalismo.

Los inventos posteriores a la imprenta hasta los más recientes novedades como la internet o la telefonía celular quedarían estrechos en tal concepto.

Tampoco parecen entender a los millones de personas que en nuestro país legitiman su libertad de expresión, además, por las múltiples formas individuales y sociales que tienen tanta validez para escuchar las opiniones y sugerencias de la población acerca del ejercicio de la función pública.

Hay que adjudicarle a la Revolución haber propiciado el desarrollo del conocimiento y la cultura individual para hacer factible el ejercicio del ciudadano común a sus derechos de expresión y comunicación.

Ella instauró, además, casi desde sus inicios, la práctica de discutir con todo el pueblo aquellos asuntos que impacten la vida nacional o internacional, desde el régimen político, económico y social aprobado en plebiscito hasta decisiones vitales para perfeccionar la gestión productiva, la comunidad y el bienestar de las familias.

Algunos piensan con razón que las opiniones de la SIP son algo similar a recomendar trasplante para sustituir pulmones saludables.

Contra Cuba
Con Filo.- Mientras en otros lugares, el 1ro de mayo es un día de confrontación con las autoridades, en Cuba es una fiesta de los trabajadores. Y precisamente de confrontación, protesta y represión estaremos hablando en es...
Con Filo.- Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos rebelado o hemos querido rebelarnos contra algún tipo de autoridad. Hoy #ConFilo tratará precisamente sobre la autoridad, para qué se utiliza y de qué ma...
Con Filo.- Del lado de allá: un gobernador macartista en La Florida del siglo XXI, senadores que insisten en la ridícula trama de “ataques acústicos”, emisarios y lacayos disputándose fondos y protagonismo, diz...
Lo último
La Columna
Palabras de Fidel
Gerardo Moyá Noguera*.- El invicto comandante Fidel Castro a su llegada a Caracas, el 23 de  enero habló a los ciudadanos congregados en la plaza aérea "El silencio" y nos dejó estás palabras: "n...
La Revista