EUROPA Y EEUU ELEVAN SU ESCALA DE AGRESIÓN SOBRE CUBA

Consejo Español de la Solidaridad y la Paz.- En las últimas horas dos noticias, con dispar difusión, ponían de manifiesto un aumento de la agresividad de las hostilidades que desde la Unión Europea y EEUU se desarrollan contra Cuba. Mientras en todos los medios de difusión aparecía publicitada la expulsión del eurodiputado Luis Yáñez, la detención de un espía norteamericano que operaba sin el debido permiso en la isla era silenciada o difundida bajo el eufemismo de “contratista” norteamericano.


Estos dos hechos, que aislados parecerían fruto de la casualidad, ponen de manifiesto una vez más la escalada de injerencias y agresiones que la administración Obama ha iniciado en America Latina como respuesta a los cambios que están generando los gobiernos revolucionarios y progresistas en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Brasil o Uruguay. La recuperación de la IV Flota, la instauración de 7 bases militares en Colombia, la anuencia con los golpistas hondureños, o la reciente violación del espacio aéreo venezolano por aviones de la USAF son otros ejemplos de la política agresiva de Obama para con América Latina.

El “contratista” detenido por las autoridades cubanas facilitaba la adquisición de equipos de alta tecnología a grupos de la llamada “disidencia”. Durante años la actuación de estos grupos ha sido la de dar apoyo a los grupos cubanoamericanos afincados en Miami para el sabotaje económico, la guerra bacteriológica o la realización de acciones terroristas contra los principales núcleos turísticos de la isla. Cabe pensar pues que al gobierno cubano le asisten poderosas razones para defender su seguridad nacional comprometida durante más de 50 años por una política agresiva e injerencista de EEUU que se ha visto recrudecida en la dos ultimas décadas con el fortalecimiento de las leyes que dictan el bloqueo económico, la irrisoria inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo o el diseño y aprobación de un plan para la “democratización” de la isla que contempla medidas como la ocupación militar, la instauración de una autoridad militar norteamericana o la concesión de ayudas millonarias a los grupos autodenominados como “disidentes” tanto fuera como dentro de la isla, autentica fachadas de grupos terroristas o de personalidades sin escrúpulos que han hecho de la actividad anticubana un negocio prospero.

Mención aparte merece el caso de Luis Yáñez-Barnuevo, enmarcado en el semestre de la presidencia española de la Unión Europea y tras una evidente mejora de relaciones diplomáticas entre España y Cuba.

Yáñez, que acudía como turista a la isla, es representante del lobby anticubano en España, en concreto preside la Asociación Internacional Cuba-Europa en Progreso, tenía una agenda de reuniones con personalidades de la llamada disidencia y con cierto número de organizaciones que tienen entre sus objetivos la desestabilización y el menoscabo de la soberanía cubana en clara coordinación con las organizaciones terroristas del exilio cubano-americano.

Es en ese contexto, en el que Cuba, legítimamente amparada por la convención de Viena, decide retirar la visa turística de Yáñez (que no otorga derechos para las practicas que el eurodiputado pretendía realizar en Cuba) en función a la calificación del susodicho como persona non grata, en un acto de soberanía nacional habitual entre todas las naciones del mundo desde EEUU a la propia España que impone, dicho sea de paso, draconianos condiciones a los visitantes que provienen del tercer mundo y que en más de una ocasión han practicado la deportación arbitraria de ciudadanos latinoamericanos o africanos.

No cabe pues hablar de la conculcación de ningún derecho de ciudadano Luis Yáñez y de su esposa Carmen Hermosín, sino del ejercicio legitimo de su soberanía por parte de Cuba, ejercicio que es cotidiano para otros países del mundo, especialmente para Europa o EEUU pero que parece ser noticia de primera plana cuando la aplica un país caribeño.

Cabria recordar también, que no hace poco, el Parlamento Europeo aprobó la conocida como Directiva de la Vergüenza que viene a dar visos de legalidad a las deportaciones arbitrarias de inmigrantes en los países de la Unión Europea. No parece muy coherente, más bien parece un ejercicio de cinismo, que quienes en su momento votaron a favor de esta medida se rasguen ahora las vestiduras ante la expulsión de Luis Yáñez.
A todas luces, el viaje con autoexpulsión incluida de Yáñez parece más enfocado a trabar cualquier tipo de negociación de la Posición común de la UE sobre Cuba (que establece una serie de medidas y sanciones para Cuba entre las que destaca la exclusión de Cuba para acceder a los fondos de cooperación al desarrollo de la UE) en estos momentos en los que la economía cubana sufre los estragos causados por la temporada ciclónica de 2008 y las propias repercusiones de la crisis económica global.
 
Desde CEDESPAZ hacemos un llamamiento al Gobierno de España para que cesen este tipo provocaciones, asi como un firme compromiso en revisar la Posicion Común Europea sobre Cuba, por ser está una medida desconocida para con otros paises (que si ven comprometidos gravemente los Derechos Huamanos de sus ciudadanos como pueden ser el caso de Marruecos o Turquía) que no sólo no se ven afectados por este tipo de posicionamientos, sino que tienen además unas relaciones privilegiadas con la propia Unión Europea a pesar de las innegables carencias en materia de Derechos Humanos que muchos de ellos poseen.
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