Texto en castellano e inglés

Arnold August – Cubainformación.- La guerra mediática contra Cuba, que en estos días desarrolla otro de sus episodios habituales, se basa en cuatro mentiras fundamentales:

a) Los prisioneros en Cuba que son objeto de controversia, se encuentran encarcelados por sus ideas políticas.

b) El prisionero cubano Orlando Zapata Tamayo, que murió recientemente a causa de la huelga de hambre que él mismo se impuso, estaba en prisión por razones políticas.

c) Zapata Tamayo murió como resultado de despreocupación o incluso acción deliberada de los médicos y las autoridades políticas cubanas.

d) Las Damas de Blanco fueron hostigadas físicamente por otros ciudadanos y luego detenidas violentamente por las autoridades cubanas en La Habana día 18 de marzo, 2010.


Muchos de los medios de difusión e información masiva controlados por las oligarquías en América del Norte y Europa, y la propia Unión Europea, se han abrogado el derecho de mentir sobre Cuba y otros países que no encajan dentro del paradigma norteño de “estados aceptables”. Y, peor aún, el monopolio mediático ni siquiera siente la necesidad de responder a esta grave acusación. Por eso la lucha por decir la verdad y oponerse a las mentiras divulgadas deliberadamente en los medios es algo que reclama recibir la máxima atención.

A continuación transcribimos parcialmente la entrevista realizada el 8 de Marzo de 2010 por Bill Maher en el canal HBO (EEUU), al actor y productor de cine estadounidense Sean Penn, en la que se manifiesta el tópico de las tergiversaciones y mentiras de los medios. Lo que en ella se refleja, es aplicable completamente a todos los temas que están siendo manipulados actualmente por los medios en sus sistemáticas mentiras:

“MAHER: Su imagen [se refiere a Chávez] es exactamente la de un bufón. Usted ha estado allí. Usted lo conoce. Usted ha hablado con él. Eso es todo lo que yo conozco acerca de Hugo Chávez, es lo que yo he leído en los medios. Un dictador, se ha apoderado de muchas de las esferas del gobierno, pretendiendo ser Presidente vitalicio. ¿Qué Usted conoce que yo no conozca, y que pudiera hacer que yo no tuviera esta visión tan desagradable sobre este sujeto?

PENN: Yo pienso que si Usted está más contento con el 20 por ciento de la población teniendo acceso a sus sueños, acceso al sentimiento de que ellos tienen una identidad y una voz. Si está bien que sea el veinte por ciento, frente al ochenta por ciento al que Chávez le ha dado esa posibilidad, entonces Usted puede criticar a Hugo Chávez. Usted sabe, hay una serie de cuestiones que simplemente se pierden de perspectiva en los análisis. A nosotros en los Estados Unidos nos es difícil ponernos en el lugar, en lo que ha sido la historia de Venezuela, la historia de América Latina y de muchos otros lugares. Nosotros somos muy mono culturales. Y además estamos hipnotizados por los medios. Por ejemplo, Hugo Chávez. ¿Quién Usted conoce aquí que se haya sometido a catorce procesos de elecciones de las más transparentes en el globo, y haya sido electo democráticamente como lo ha sido Hugo Chávez?.... La coyuntura de la colaboración en Haití [con Cuba y Venezuela], cuando Usted habla de Hugo Chávez, y algunas de las otras personas que han sido demonizadas.... Porque cada día, este líder electo, aquí es llamado dictador, ¡y nosotros simplemente lo aceptamos! Y lo aceptamos. Y esto son los medios principales, quienes deberían – de verdad, debería haber un límite que si se cruza, uno vaya a prisión por este tipo de mentiras.

MAHER: Tengo que moverme a un panel.

PENN: Lo siento,

MAHER: No, algún día lo tendremos de nuevo a Usted por aquí para hablar de si Chávez es un dictador o no.”

Viendo este programa de televisión, fue obvio que Maher se molestó mucho por lo que Penn subrayaba. A veces una imagen es más rica que mil palabras. Pero en este caso las palabras son también muy importantes. Maher cambió de tema diciendo que tenía que ir a un panel con participantes del programa. Pero en realidad esto no era verdad. Maher simplemente cambió de tema, e hizo algunas bromas con Penn. Maher dijo que tendría de vuelta a Penn en la TV “para hablar de si Chávez es un dictador o no.” Pero este no era el tema planteado por Penn, quien rechazó la acusación contra Chávez simplemente planteando los hechos de acuerdo a idénticos criterios que los que los círculos gobernantes estadunidenses se aplican a sí mismos, los de las victorias electorales. El tema era y sigue siendo: ¿cómo es que no hay responsabilidad, que no existe necesidad de rendir cuenta de parte del monopolio de los medios? ¿Por qué pueden repetir mentiras y seguir adelante sin más, y no existen medidas en contra, que obliguen a estos que están hacienda lo que comúnmente se llama prensa amarilla? Los medios colaborando con los círculos gobernantes deliberadamente y diciendo mentiras es una actividad muy seria que incluso puede contribuir a las guerras y las agresiones. Los pueblos del mundo han aprendido esta cruel experiencia desde el tiempo de los Nazis hasta los hechos que condujeron al involucramiento de Bush en la guerra de Iraq.

En este contexto de autoproclamado derecho a mentir, examinemos los cuatro puntos señalados al inicio con respecto a Cuba.

En primer lugar, los prisioneros cubanos que son objeto de atención no fueron juzgados y posteriormente condenados por sostener criterios políticos contrarios al sistema político en ese país. Cuba, como la mayoría de los países del Norte, tiene una legislación que considera ilegal las acciones de los individuos que colaboran con una potencia extranjera en contra de su propio país. Tomemos el caso de los EEUU. Por ejemplo, la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC por sus siglas en inglés) es una agencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y deriva su autoridad (entre otras fuentes) del Acta de Comercio con el Enemigo. Cada año el Presidente de los EEUU firma un memorándum a favor de la continuación por un año más de la aplicación del Acta de Comercio con el Enemigo para el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, como hizo Obama el 11 de Septiembre de 2009. No solo técnicamente sino por sus acciones y propósitos, los Estados Unidos están llevando a cabo una guerra contra Cuba para cambiar su sistema político. De acuerdo al Código Penal de los EEUU, al amparo del Capítulo 115 titulado Traición, Sedición y Subversión, la Sección 2381 estipula que “… Ha cometido el delito de traición cualquiera que debiéndole fidelidad a los Estados Unidos, le hace la guerra o se asocia a sus enemigos, ayudándolos, dentro o fuera de los Estados Unidos.” Y estipula que la persona que incurre en ese comportamiento tipificado como delito de traición puede ser “sentenciada a muerte o encarcelada por no menos de cinco años, y multada por no menos de 10 mil dólares; y estaría inhabilitada para asumir cargo público alguno en los Estados Unidos”. En otras palabras, un ciudadano estadounidense que colabora con un país que los EEUU consideren en guerra con ellos, puede ser condenado a muerte, por ayudar a esta potencia extranjera.

Cuba, como muchos otros países tienen una legislación similar. En el año 2003 unos cubanos fueron juzgados, encontrados culpables y condenados a prisión, por trabajar estrechamente al servicio de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, que los financiaba y les brindaba recursos materiales para subvertir el orden constitucional en la isla. Estos datos han sido publicados y pueden ser corroborados por cualquiera.

En segundo lugar, Zapata no fue juzgado y condenado por hechos que se aproximen en lo más mínimo a hechos políticos. Los medios masivos precisamente repiten lo que quieren que se trague la opinión pública. De hecho Zapata desde 1988 ha estado envuelto en todo tipo de actividades delictivas, pero ninguna de ellas política. Había sido arrestado y condenado en varias ocasiones por perturbar el orden público, dos cargos de fraude, exhibicionismo, lesiones y posesión de armas, no armas de fuego. En el año 2000 le fracturó el cráneo a un ciudadano cubano, y una vez en prisión, acumuló un amplio expediente de violencia contra las autoridades de la prisión. Fue puesto en libertad bajo palabra en marzo del 2003, once días antes del arresto y enjuiciamiento que se llevó a cabo con los que los medios fuera de Cuba comenzaron a llamar disidentes políticos. Cometió otro delito el 20 de marzo, y fue de nuevo internado en prisión. Aunque este último suceso de Marzo del 2003 coincidió en el mes con los juicios de los llamados disidentes, su regreso tras las rejas no tuvo nada que ver con estos hechos, sino que fue una coincidencia que fue utilizada por los disidentes y los EEUU para presentar a Zapata después de los hechos como un prisionero político. Las muy pocas veces que los medios masivos han hecho incluso una vaga referencia a las quejas de Cuba respecto al verdadero expediente judicial de Zapata, ha sido invariablemente en términos que tratan de ridiculizar la credibilidad de la posición cubana, pero nunca brindando al público los hechos mencionados anteriormente, todos los cuales son perfectamente accesibles en la prensa cubana.

En tercer lugar, Zapata Tamayo no murió como resultado de la falta de atención o de acciones deliberadas de los médicos cubanos, ni de las autoridades de la prisión u otras instituciones. Un reportaje especial de la televisión cubana día 1 de marzo explicó los detalles que dieron por consecuencia su muerte, mostrándose en dicho reportaje un video que aún está disponible en Internet para los periodistas extranjeros interesados en la verdad. En el video podemos ver y oír a los doctores cubanos, especialistas en nutrición, y otros, testificando como hicieron todos los esfuerzos posibles por salvar su vida. Se explicó con mucho rigor científico, como se le mantuvo con vida mediante sueros y otras técnicas, pero al negarse la persona a ingerir alimentos comenzaron a deteriorarse órganos en un proceso irreversible que condujo a su muerte pese a todos los esfuerzos. Una sicóloga explicó como ella trato de convencer a Zapata a que abandonara su huelga de hambre y acudiera a otros métodos para presentar sus demandas y hacer que fueran atendidas. El video muestra también como la propia madre del recluso expresa que su hijo había recibido la atención de los mejores médicos cubanos, por lo cual ella estaba muy agradecida. Y, un detalle muy importante que se puede apreciar es que estas declaraciones de la madre fueron grabadas y filmadas en conversaciones totalmente espontáneas, sin que ella tuviera conocimiento de que eso se hacía, lo cual borra cualquier suspicacia de quien quiera afirmar que fueron declaraciones hechas bajo presión de las autoridades. El hecho de las declaraciones brindadas con posterioridad por la madre de Zapata, en las cuales culpó a las autoridades cubanas, es algo que refuerza aún más la afirmación de como el fallecido prisionero y su madre han sido manipulados por las fuerzas que, más que pretender condenar el tratamiento al prisionero, están persiguiendo objetivos puramente políticos en una campaña más de desinformación para incriminar a Cuba de supuestas conductas violatorias de los derechos humanos.

¿A quién creer? ¿Por qué no muestran el video cubano, y le dan al público la posibilidad de que saquen sus propias conclusiones sobre el caso, en lugar de seguir constantemente insistiendo en repetir la mentira al mejor estilo Goebbeliano? Observando repetidas veces y con mucha atención, el video original mostrado en la televisión cubana y disponible en Internet posteriormente, constatamos una vez más al oír las palabras, las explicaciones y el estilo de trabajo que se desprende de todo lo expuesto por los especialistas cubanos, que nos encontramos ante un modo de proceder que es manifestación de uno de los rasgos más relevantes de las sociedad cubana y su cultura política. Cualquier investigador o periodista no cubano que pase algún tiempo en la isla y se halle seriamente interesado en Cuba, conoce que la cubana es una sociedad profundamente humanitaria en la cual el ser humano y la vida en sí, son colocados en un muy alto pedestal. La humanidad es algo muy sagrado para los cubanos, algo intocable, y los valores que respaldan y fundamentan estas concepciones son aplicables a todos los seres humanos en la isla, independientemente de consideraciones de cualquier tipo. Y, si esto fuera poco, son valores que los cubanos han sabido extender con su sacrificio mucho más allá de sus fronteras geográficas. Los comentarios y la sinceridad exhibida por los especialistas cubanos son parte de la vida cotidiana de los cubanos, para los que estamos familiarizados con la vida de ese pueblo, el testimonio visto en la TV refleja un proceder que es algo perfectamente normal y natural, que es de esperar en Cuba siempre en cualquier circunstancia.

Es importante que los medios masivos del sistema capitalista traten de mantener esta imagen acerca de Cuba lejos del alcance de la opinión pública, para manipular las situaciones según su conveniencia en cada caso que lo requiera. Mientras que el planeta entero estaba concentrado en los sucesos de Haití después del terremoto del 12 de Enero, los medios de los EEUU que se encontraban en el aire con las últimas noticias sobre los acontecimientos las 24 horas durante varias semanas, siempre encontraron una forma de ocultar de la opinión pública que los trabajadores de la salud cubanos y otros especialistas habían estado en Haití trabajando esforzadamente durante once años y que el 12 de Enero no solo continuaron sino incrementaron su asistencia a este pueblo. Sean Penn tuvo el coraje de mencionarlo en la entrevista. Cuesta mucho trabajo imaginar cómo es posible que los periodistas estadounidenses, con toda la técnica más avanzada y su alta especialización, pudieran pasar todo el tiempo que pasaron en Haití, y nunca se cruzaran con un médico cubano o alguno de los trabajadores de la saludo que allí prestaban sus servicios, o con alguno de los miles de miles de haitianos que han sido tratados y en muchos casos salvados por las misiones médicas cubanas durante los últimos once años y en las semanas que siguieron al terremoto. Este bloqueo informativo es algo muy deliberadamente concebido y organizado, porque cuando la ocasión se presenta, como con el caso de la muerte de Zapata actualmente, ello hace mucho más fácil que la opinión pública pueda comprar mentiras como la de que las autoridades de salud cubanas y el sistema de salud cubano carece de corazón y sentimientos humanitarios en lo más mínimo. Esto sin ignorar que, por supuesto, situaciones como la de Zapata no se pueden comparar con situaciones como las de Haití. Pero cuando una sociedad entera y una profesión como la médica se basan en el respeto a la humanidad, en la preservación de la vida de los seres humanos, estos principios se aplican en todos los casos por encima de cualquier otra consideración.

Cuba es una sociedad entrenada durante más de cinco décadas en la paciencia y en la educación para tratar de corregir errores de cualquier tipo y resolver sus problemas. Puede ser al nivel de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), en las discusiones de las Asambleas Municipales y los Consejos Populares, órganos del gobierno más directa e inmediatamente vinculados a los ciudadanos en los barrios y centros de producción y servicios, en las reuniones de rendición de cuenta de los representantes electos a los órganos del Estado con sus electores, o en las discusiones y consultas durante los trabajos de las comisiones de la Asamblea Nacional, el parlamento cubano, o sus comisiones permanentes de trabajo, en los centros de trabajo. Pero en todo caso los problemas de la sociedad cubana son analizados sobre la base de la paciencia, la comprensión y la educación, como fundamento de la autocrítica del sistema sobre sí mismo. Bien sea que se trate de resolver algún de los problemas cotidianos, o incluso una violación de la ley simple o un delito de mayor gravedad, que involucre a individuos o a grupos de ellos, es destacable como se puede directamente dar fe de la paciencia con la cual se procede, siempre buscando procedimientos educativos como la vía principal para cambiar las conductas que afecten a la sociedad. Y en el caso que nos ocupa, se confirma como un hecho plausible pero completamente normal lo que observamos en el video, cuando los profesionales de la salud atestiguan como hicieron todo lo que estuvo a su alcance para tratar de salvar la vida de Zapata. Así es como se procede en Cuba.

No es una casualidad que en determinado momento la administración de Bush decidió finalizar abruptamente la mayoría de las visitas educacionales de ciudadanos norteamericanos a Cuba; los jóvenes que viajaban de visita a Cuba y sus profesores, en su inmensa mayoría veían a través de los medios mentiras con respecto a Cuba, y en sus viajes tuvieron la posibilidad de apreciar al menos un aspecto esencial: Cuba es una sociedad pacífica que se fundamenta en el valor de los seres humanos, y esto trasciende cualquier otra consideración posible; ello es aplicable en todas las circunstancias. Los estudiantes regresaban a los EEUU con una visión de la sociedad cubana completamente opuesta a la difundida por los medios masivos de ese país.

La cuarta mentira que se encuentra circulando tiene que ver con las Damas de Blanco, referente a que fueron amenazadas y agredidas físicamente por ciudadanos y luego violentamente reprimidas por las autoridades cubanas durante su reciente manifestación en La Habana. ¿Quiénes son las Damas de Blanco y cuál es su importancia? Desde 1960 el gobierno de los EEUU ha estado apoyando oficialmente la formación y desarrollo de “grupos de oposición” en Cuba, con estrechos vínculos con los EEUU. Más recientemente en Julio de 2006 un documento de los EEUU titulado Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre (Commission for Assistance to a Free Cuba), de nuevo establece específicamente que estos grupos necesitan “programas bien financiados concebidos para fortalecerlos” y destaca la necesidad de “construir un consenso internacional en apoyo a estos grupos” (página 16). Y en el documento hay varios grupos e individuos mencionados explícitamente: uno de ellos es el de las Damas de Blanco. Un individuo que también explícitamente recibió el sello de aprobación alrededor de cuatro años atrás es Guillermo Fariñas, quien según el documento de los EEUU en ese momento se encontraba “comprometido en una sostenida huelga de hambre” (página 19). Al momento de escribir estas líneas dicho individuo se encuentra aún en huelga de hambre, y está siendo manipulado en el mismo modo que ha sido y sigue aún siendo manipulado Zapata después de su muerte.

Los medios masivos incluyen videos de YouTube y reportes acerca de los recientes incidentes con las Damas de Blanco. Este YouTube es un reflejo de los reportes sesgados, basados en mentiras, consistentes en montajes de determinadas filmaciones, aún de fotógrafos que pueden o no haber tenido relación alguna con los eventos del día en cuestión, con descripciones verbales de los sucesos, todo editado de conjunto para dar una impresión de violencia. No obstante, uno puede mirar el video original complete sin editar que fue mostrado al mundo en televisión, ignorando la parte del audio que afirma varias veces que se usó violencia por parte de los pro cubanos contra las Damas de Blanco y que la policía las tomo violentamente bajo su custodia. Los hechos son que aunque los oponentes a las Damas de Blanco se veían muy molestos y constantemente expresaban su apoyo a la revolución, en momento alguno hicieron uso de la violencia. Del mismo modo, las policías femeninas que introdujeron a las Damas de Blanco a los autobuses de la ciudad, y las condujeron a sus casas, no usaron la violencia contra las Damas, las cuales no fueron arrestadas. Aún cuando las Damas son oficialmente reconocidas y promovidas por los EEUU como un grupo de oposición y sus vínculos con los EEUU son evidentes para cualquiera, no se usó la violencia contra ellas. Alegar lo contrario es una mentira, y repetirla con la esperanza de que haya personas que la vayan a aceptar es un hecho condenable y repudiable, es del tipo de mentiras que Sean Penn rechazaba cuando se refería a los medios masivos insistiendo en describir a Hugo Chávez como un dictador.

Los que fueron arrestados y condenados a prisión en Marzo de 2003, y sus defensores tales como las Damas de Blanco, no están en conflicto con el gobierno cubano y con el pueblo que en las calles invariablemente sale a oponerse a esos grupúsculos y a manifestarse en defensa de la revolución, por causa de sus puntos de vista y opiniones políticas. Su problema es que ellas están colaborando con una potencia extranjera (el gobierno de los Estados Unidos) contra su propio pueblo y contra su propio país. En Cuba, mucho más que nunca antes, se lleva a cabo una amplia y profunda discusión y se desarrollan debates en los medios, en las familias, en los barrios, en las organizaciones de masas y en los órganos del Poder Popular. Existen opiniones contrapuestas que son debatidas públicamente acerca de las medidas a tomar para perfeccionar el sistema socio-económico cubano, por ejemplo para brindar más fuerza y autoridad a los representantes electos como autoridades políticas en los órganos estatales y de gobierno, para enfrentar problemas tales como la corrupción – que en modo alguno puede ser comparada, ni en su magnitud ni en el tipo de hechos, con lo que se enfrenta como corrupción en cualquier país capitalista–, la producción y la distribución de materiales y alimentos necesarios a la población. Pero estas discusiones no tienen como objetivo cambiar el sistema socialista actual por un sistema capitalista, ni convertir a Cuba de nuevo en un satélite de los EEUU, regresarla a la situación imperante antes de la revolución. Los “grupos de oposición” se han descalificado a sí mismos voluntariamente con respecto a estos importantes debates, que no están dirigidos contra el sistema actual ni contra el orden constitucional establecido. Por el contrario, estas discusiones son incluso estimuladas por el liderazgo histórico de la revolución, debido a su sincero deseo de lograr un pueblo cada vez más involucrado en perfeccionar su propio sistema. Entonces el hecho de que la “oposición” o los así llamados “disidentes” se encuentran completamente apartados de las tendencias principales de la sociedad cubana actual no es un fallo del sistema cubano o una señal de alguno de sus rasgos que deben ser cambiados. Los “grupos de oposición” tienen que culparse solamente ellos mismos por su completo aislamiento. Si no fuera por la campaña mediática de la derecha internacional y el financiamiento y otras formas de apoyo brindadas por el gobierno de los EEUU, dedicar tiempo a escribir acerca de los “disidentes” sería una inútil pérdida de tiempo a causa de su total irrelevancia en la vida política cotidiana cubana a todos los niveles.

Los llamados disidentes en Cuba, completamente aislados, irrelevantes y marginales en la sociedad cubana y en su vida política, son traidores a la nación igual que sus contrapartes de Miami. Ellos solo siguen lo que les sirve a sus intereses, con sus métodos oportunistas de actuar y pensar. Ellos pueden trabajar pagados por cualquiera, así es como viven sus vidas. Los traidores por su propia naturaleza pueden vender sus almas. Ellos pueden hasta pelear entre sí por el financiamiento extranjero. Los pueblos de Europa y los EEUU, que tienen interés en mejorar sus relaciones con Cuba, tienen que pensar en que si Washington y Bruselas y los medios masivos de las oligarquías han creado un monstruo, éste está fuera de control. Estos individuos se ganan la vida basados solamente en el cumplimiento del objetivo de crear tensiones entre Cuba por un lado y por el otro Europa y los EEUU, conflictos que por su propia naturaleza inhiben la existencia de relaciones normales entre los Estados. El Presidente Obama tiene que tener la agudeza de ver a través de estas intenciones de la extrema derecha de sabotear su programa de mejorar las relaciones entre los dos países. En esta situación, ¿no debería cualquier periodista serio, parlamentario sincero y de mente abierta, figura política, líder sindical o intelectual, estar alerta para no caer en esta trampa?

¿Por qué Cuba es hoy la víctima de otra nueva campaña mediática y de presiones de Washington y Bruselas? Hay varias razones. Quizás una sea el hecho de que la reunión del 22- 23 de febrero de todos los Estados del hemisferio excepto EEUU y Canadá estuvieron de acuerdo en establecer una organización regional para promover la integración económica, política y cultural. Este es un evento histórico. No es un secreto para nadie que Cuba desde 1959 ha llevado el peso y se ha mantenido durante todo este tiempo bajo las más difíciles condiciones, como una base política y moral para la cooperación regional. Los EEUU y la vieja Europa nunca perdonaron a Cuba por dar este primer paso hace más de cincuenta años. Ellos nunca aceptaron que Cuba rehusó seguir el camino de la capitulación al occidente como ocurrió con la URSS y la Europa del Este. Defender a Cuba hoy y a su Revolución es defender a toda América Latina y el Caribe y su noble proyecto de integración. La muerte de Zapata ocurrió en el momento más oportuno, y su manipulación por la Unión Europea y los medios masivos allí y en Norteamérica sirven muy convenientemente a las intenciones de revertir la nueva tendencia en la región golpeando a su inspirador inicial y más prestigioso desde el pasado siglo: Cuba. En el mismo documento de los EEUU antes citado del 2006, los EEUU se mostraban preocupados acerca del eje Cuba- Venezuela de este modo: “Juntos, estos países están avanzando una agenda retrógrada y anti- Americana para el futuro del hemisferio y están encontrando cierta resonancia… en la región” (página 24). Es en este contexto que los EEUU revelan su programa de organizar, sostener y promover sus propios grupos e individuos de oposición en Cuba.

Pero Cuba no está sola. Por el contrario, a pesar de todas las intenciones de aislarla durante más de cincuenta años, Cuba nunca antes ha estado tan en el centro de la política regional y mundial como lo está ahora. La más reciente campaña mediática basada en mentiras y distorsiones solo sirve para hacer crecer la conciencia política de los pueblos del mundo acerca de como los medios masivos al servicio de la oligarquía trabajan solo con la mentira y las manipulaciones.

Texto en inglés:

Lies and Facts in the Media War against Cuba

The current media war against Cuba, which seems to be heading for yet another episode these days, is based on four fundamental lies:

a) The prisoners in Cuba who are the object of controversy are in jail for their political views.

b) Cuban prisoner Orlando Zapata Tamayo who recently died following a self-imposed hunger strike was in prison for political reasons.

c) Tamayo died resulting from a lack of concern or even deliberate actions by Cuban medical prison and political authorities.

d) The Damas de Blanco were physically harassed by citizens and then violently detained by Cuban authorities during their demonstration in Havana on March 18.

Much of the corporate-controlled mass media in North America and Europe and the European Union itself give themselves the right to lie about Cuba or other countries which do not fit into the northern paradigm of “acceptable states”. Even worse, the monopoly media do not even feel that they have to answer to this most important accusation. Striving to tell the truth as opposed to deliberately spreading lies in the media is no minor issue and should therefore receive the maximum attention.

What follows is the partial transcript of the TV interview held on March 8, 2010 by Bill Maher on HBO with Hollywood actor and producer Sean Penn. This portion of the transcript deals with the topic of the lies being spread by media. The subject matter in this case, Hugo Chávez, applies to all other themes victimized by lies:

“MAHER: His [Chávez] image in the media is just a buffoon. You have been there. You know him. You’ve talked to him. That’s all I really know about Hugo Chávez, is what I read in the media. A dictator, took over a lot of the branches of government, wants to be president for life. What do you know that I don’t know that I should not have such a harsh feeling about this guy?

PENN: I think that if you’re happier with 20 percent of a population having the access to dreams, access to the feeling they have an identity and a voice. If it’s okay with the 20 percent, versus the 80 percent he gave it to, then you can criticize Hugo Chávez. You know, there are a lot of complicated issues that comes simply out of perspective. We in the United States have a difficult time putting ourselves in the shoes of what has been the history of Venezuela, the history of Latin America, and many other places. We’re very mono-cultural. And then we are hypnotized by the media. For example, Hugo Chávez. Who do you know here who’s gone through fourteen of the most transparent elections on the globe, and has been elected democratically, as Hugo Chávez?....The collaborative opportunity in Haiti [with Cuba and Venezuela], when you talk about Hugo Chávez, and some of the other people who are demonized....Because every day, this elected leader is called a dictator here, and we just accept it! And accept it. And this is mainstream media, who should – truly, there should be a bar by which one goes to prison for these kinds of lies.

MAHER: I got to move – to the panel.

PENN: Sorry,

MAHER: No, someday we will have you back on whether Chávez is a dictator or not.”

Watching this TV program, it was obvious by the body language that Maher was quite disturbed by Penn’s remark. Sometimes an image is worth a thousand words. In this case the words are just as important as the image. Maher changed the subject by saying that he has to move on to a panel participant. However, this was not true. Maher just changed the topic and made some jokes with Penn. Maher said that he will have Penn back on TV “on whether Chávez is a dictator or not.” However, that was not the issue raised by Penn, who repudiated the accusation against Chávez by simply stating the facts according to the very criteria applied by the US ruling circles themselves, that is electoral victories. The issue was and is: how come there is no accountability in the monopoly media? Why is it that the latter can just repeat lies and get away with it while there are no measures to be brought to bear against those who carry out what is commonly known as yellow journalism? Media deliberately collaborating with government circles and telling lies is a very serious business which can even contribute towards wars of aggression. The peoples of the word have learned this bitter experience from the time of the Nazis to the Bush-lead involvement in the Iraqi war.

In this context of the self-proclaimed de facto right to lie, let us examine the four points outlined above.

Firstly, the Cuban prisoners who are the object of attention were not tried and later convicted for holding political views contrary to the political system in Cuba. This country, like most countries in the north, has legislation which makes it illegal for individuals to collaborate with a foreign power against their own people. Let us take the US as an example. One illustration is the following: The Office of Foreign Assets Control (OFAC) is an agency of the United States Department of Treasury and derives its authority from (amongst other sources) the Trading with the Enemy Act. Every year the US president signs a memorandum in favor of continuing for one additional year the Trading with the Enemy Act as it applies to the US blockade against Cuba. For example Obama did so on September 11, 2009. Not only technically but for all intents and purposes the US is waging an undeclared war against Cuba in order to change its political system. Now according to the U.S. Penal Code, under Chapter 115 entitled Treason, Sedition, and Subversion, Section 2381 stipulates that any US citizen that “adheres to their [U.S] enemies, giving them aid and comfort within the United States or elsewhere, is guilty of treason and shall suffer death, or shall be imprisoned not less than five years and fined under this title but not less than $10,000; and shall be incapable of holding any office under the United States.” In other words, a US citizen who collaborates with a country with which the US considers to be at war in order to assist this foreign power can be condemned to death.

Cuba, like so many other countries has similar legislation. In 2003, a few Cuban citizens were tried, found guilty and jailed for working hand in glove with the US Interest Section in Havana which provided them with funds or materials in order to subvert the constitutional order on the island. These facts have been published and thus can be verified by anyone.

Secondly, Zapata was not at all tried and convicted for anything approaching political issues. The mass media just repeat what they want to be swallowed by public opinion. In fact Zapata since 1988 has been involved in all kinds of criminal activities, but nothing at all political. He has been arrested and convicted on several occasions for disturbing the peace, two counts of fraud, public exhibitionism, injury and possession of non-firearm weapons. In 2000 he fractured the skull of a Cuban citizen and while in jail he had shown a long history of violence against prison authorities. He was granted parole in March 2003, eleven days before the arrest and trials of the so-called political dissidents had been initiated. He committed another crime on March 20th 2003 and he was returned to prison. Even though this latest event in March 2003 coincided with the same month when the trials of the so-called dissidents took place, his return behind bars had nothing to do with it, but was rather a coincidence which was used by the “dissidents” and the US in order to present Zapata after the fact as a political prisoner. The very few times the mass media make even a vague reference to Cuba’s claim regarding Zapata’s real judicial record, it is invariably couched in terms that ridicule the credibility of the Cuban position, while not providing the public with the facts mentioned above, all of which are available in the Cuban press.

Thirdly, Tamayo did not die resulting from a lack of concern nor deliberate actions by Cuban medical, prison and other authorities. A special March 1 portion of the Cuban daily TV news explained the details leading up to his eventual death, a video which is still available on internet for those foreign journalists interested in the truth. In the video we can see and hear Cuban doctors, nutritionists and other specialists testifying as to how they had tried everything to save his life. It was explained with a great deal of scientific rigor how he was kept alive through intravenous serum and other techniques, but when an individual refuses to digest food the body’s organs begin to deteriorate in an irreversible process which invariably leads to the person’s death despite all the efforts to save his life. One psychologist even testified to how she tried to convince him to give up the hunger strike and rather to adopt other means in order to make his grievances felt. The video also shows his mother saying that her son had the best Cuban doctors at his bed side and she thanked them for their assistance. And a very important detail to take into account: The mother’s statements were recorded and filmed in the context of a spontaneous discussion, without her knowing about the filming; this eliminated any suspicion that what she was saying was carried out under pressure of the authorities. The fact that his mother later blamed the Cubans for his death is more of a testimony as to how Zapata and his mother are manipulated by those forces who have a political goal, rather consisting of a condemnation of the prisoner’s treatment.

Who to believe? Why not show the video and allow the public to reach its own conclusions rather than repeating the lie in best style of Goebbels? Watching the original TV news and later the video on internet on several occasions, the words, it is clear that the explanations and style of the Cuban specialists simply constitute an extension of one of the most outstanding feature of Cuban society and political culture. Any non-Cuban researcher or journalist who spends time on the island and is seriously interested in Cuba knows that Cuba is a profoundly humanitarian society in which the human being and life itself is placed on a pedestal. Humanity is untouchable, and its values are applicable to all human beings on the island, irrespective of any other considerations. The comments and the sincerity exhibited by the Cuban specialists is part of everyday life in Cuba; for those of us who are familiar with it, the testimony seen on TV is perfectly normal and to be expected of Cuba — in all circumstances.

However, it is important that the corporate mass media keep this feature of Cuban society away from public opinion in order to manipulate the situation in their favour when the circumstances so require. While the entire planet was focused on Haiti after the January 12 earthquake, the US media who was on the spot twenty-four hours a day for a period of many weeks, still found a way to hide from the public that Cuban health workers and other specialists had been in Haiti working selflessly for eleven years; on January 12 they not only continued but increased their assistance. Sean Penn had the courage to mention it in the interview. However, it is difficult to imagine that despite the high technology state-of-the-art tools available to US journalists who spent all that time in Haiti that these reporters never came across a Cuban doctor or other health worker or bumped into any of the thousands upon thousands of Haitians who had been treated by the Cuban medical missions over the last eleven years and in the weeks following the quake. This black-out is very deliberate because when the occasion arises such as the current issue of the Zapata death and the events emerging out of this, it is deemed easier for public opinion to buy the lie that Cuban health officials and Cuban health system can be heartless. Of course there is no denying that the situation such as Zapata is not the same as examples given above regarding Haiti. However, when an entire society and a profession such as the medical one are based on humanity and the preservation of life of human beings, this principle applies to all cases. There is no distinction based on any consideration.

Cuba is a society which is trained for more than five decades in patience and education in order to strive to right wrongs of any sort, or solve problems. Whether it is at the level of the neighbourhood CDRs (Comités de Defensa de la Revolución), in the municipal assembly and people’s council deliberations, in the governmental organs most directly and closely linked to citizens in the neighbourhoods and the centers of production and services, or accountability sessions between the elected and the electors, or the discussions and consultations in the parliamentary commissions, or its permanent working commissions, at the work places, all problems in society are dealt with on the basis of patience, understanding and education. This is a fundamental part of the very self-criticism carried out by the system itself. Whether the problem is solving day-to-day problems, or even the breach of law on a low level or a relatively serious manner such as felony involving individuals or small groups, it is very remarkable to directly witness the patience with which Cubans apply themselves, always using education as the main instrument to change behaviour which affects society. And so it was very plausible and normal to watch the Cuban video in which the health professionals testified as to how they tried everything to save Zapata’s life. This is the way it is in Cuba.

It is not an accident that at one point the Bush Administration abruptly ended most educational visits by US citizens to Cuba; the youth and their professors in their overwhelming majority invariably saw through the mass media lies about Cuba and were able to appreciate at least this one point: Cuba is a peaceful society based on the value of human beings and that this value transcends every other consideration; it is applicable in all circumstances. Students came back to the US with a vision of Cuban society that is the very opposite as to what is spread by the mass media.

The fourth lie being circulated is regards to the Damas de Blanco, the claim being that they were physically harassed by citizens and then violently aggressed by Cuban authorities during their March 18 demonstration in Havana. Who are the Damas de Blanco and what is their importance? Since 1960, the US government has been officially supporting the implantation of “opposition groups” in Cuba with close links to the US. More recently in the July 2006 US Document entitled Commission for Assistance to a Free Cuba, it is once again specifically stated that these groups need “well-funded programs designed to empower them” and points out the need to “build an international consensus in support of these groups” (page16). There are several groups and individuals who are mentioned in the US Report: one is the Damas de Blanco. An individual who also explicitly gets the stamp of approval close to four years ago is Guillermo Fariñas who according to the US document at the time was “engaged in a sustained hunger strike (page 19). Today as these lines are being written, he is once again on a hunger strike and is being manipulated in the same manner which Zapata was and is today.

The mass media includes YouTube videos and reports on the recent Damas de Blanco incidents. This YouTube is reflective of the biased reporting based on lies, consisting of a montage of some film footage, still photographs which may or may not have anything to do with that day’s events, verbal description of confrontation, all this being edited together to give the impression of violence. However, one can look at the original unedited full video that was shown world-wide on television while ignoring the audio portion which states on several occasions that violence was used by pro-Cuban supporters against the Damas and that the police violently took them into custody. The facts as seen in the video show that while the opponents of the Damas were extremely upset and shouting their support for the Revolution, at no time did they use violence. In the same manner, the female police officers who took the Damas into city buses and then to their home did not use violence against the Damas who were not arrested. Even though the Damas are officially recognized and promoted by the US as a bona fide “opposition group” and their ties to the US are evident for everyone to see, violence was not used against them. To claim the contrary is a lie, and the goal is obviously to repeat it with the hope that people will eventually accept it as a fact. It is the type of lie which Sean Penn objected to when applied to the mass media repeatedly describing Hugo Chávez as a dictator.

Those arrested, tried and imprisoned in March 2003 and their defenders such as the Damas de Blanco are not in conflict with the Cuban government or the people in the streets who invariably come out to oppose these tiny groups and defend the Revolution because of the “dissidents’” political views and political opinions. Their problem is that they are collaborating with a foreign power (the US) against their own people and country. In Cuba, more than ever before, there is wide-scale and profound discussion and debate going on in the media, families, neighbourhoods, mass organizations and different levels of people’s power. There are conflicting opinions which are openly debated on what measures to take in order to improve the socio-economic system in Cuba, for example to provide more strength and authority to the elected representatives as well as political officials in the state and government instances in order to deal with problems of corruption (which in no way can be compared, either in terms of the extent or the type of acts which have to be confronted in any capitalist country), production and distribution of food and materials necessary for the population. But these deliberations do not have as a goal to change the current socialist system for the capitalist system nor to convert Cuba once again into a satellite of the US, a situation which existed before the Revolution. The “opposition groups” have voluntarily disqualified themselves from this important debate which is not directed against the current system or the constitutionally-established order. On the contrary, these discussions are even encouraged by the historical revolutionary leadership because of its sincere desire to get the people increasingly involved in perfecting their own system. Therefore the fact that the “opposition” or so-called “dissidents” are completely on the margins of mainstream Cuban society is not the fault of the Cuban system or an indication of one of its flaws which has to be corrected. The “opposition groups” have only themselves to blame for their own complete isolation. If it was not for the media campaigns and US funds and other means of support, any time spent on writing about the “dissidents” would be a complete waste of time because of their total irrelevance in day-to- day Cuban political life at all levels.

The so-called dissidents in Cuba, completely isolated, irrelevant and marginal in Cuba society and political life, are traitors to the nation just as their counter-parts in Miami. Traitors are like wild cards. They follow self-serving, opportunistic methods of thinking and acting. They can be on anyone’s payroll as this is how they earn their living. Traitors by their very nature can sell their souls. The peoples of Europe and the USA, who only have an interest in improving relations with Cuba, have to think as to whether Washington and Brussels and the corporate media in their service, have created a monster that is out of control. These “opposition” figures earn their living based on the sole and unique goal which consists of creating tensions between Cuba on the one hand and on the other hand Europe and the USA, conflicts which by their very nature inhibit normal state-to-state relations. President Obama for his part should use his intelligence to see through these intentions of the extreme right to sabotage his program to improve relations between the two countries. Given this situation, should not serious professional journalists, sincere and open-minded parliamentarians, political figures, trade union leaders and intellectuals be aware of the trap?

Why is Cuba the victim today of yet another media campaign and pressures from Washington and Brussels? There are several reasons. Perhaps one is the fact that the February 22-23, 2010 meeting of all states in the hemisphere except the USA and Canada agreed to establish a regional organisation to promote economic, political, and cultural integration. This is an historical event. It is no secret to anyone that Cuba led the charge way back in 1959 and persisted all this time in the most difficult conditions as a political and moral base for regional cooperation. The US and the old Europe never forgave Cuba for taking this first step over fifty years ago. They never accepted the Cuban refusal to follow the steps of capitulation to the west as happened in the former USSR and Eastern Europe. To defend Cuba today and its Revolution is to defend all of the Latin America and the Caribbean and its noble project of integration. The death of Zapata came at a most opportune moment, and its manipulation by the European Union and the mass media there and in North America serves most conveniently to try and upset the new tendency in the region by hitting at its initial and most prestigious inspiration: Cuba. In the same 2006 US document quoted above, the US at that time was worried about the Cuba-Venezuela “axis” in this way: “Together, these countries are advancing an alternative retrograde and anti-American agenda for the hemisphere’s future and they are finding some resonance...in the region....” (page 24). In this context the US spells out its program of organizing, sustaining and promoting its own opposition groups and individuals in Cuba.

But Cuba is not alone. On the contrary, despite all the attempts at isolation for more than fifty years, never before has Cuba been at the center stage of regional and world politics to the extent that it is now. The latest media campaign based on lies and distortions is only serving to raise the political consciousness of the peoples of the world about how the corporate mass media operate through lies and manipulation.

 

 

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