AIN.- Con una tasa de desocupación en el 2007 del 1, 8 por ciento, Cuba reeditó la condición de pleno empleo reconocida por la Oficina Internacional del Trabajo y se situó como la de menor desempleo en Latinoamérica y el Caribe.

En la Mesa Redonda de la televisión y la radio cubanas, funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) ofrecieron un panorama de un sector en el que los avances aún parecen insuficientes dados los problemas e insuficiencias que están por resolver.

Son más de cuatro millones 200 mil los trabajadores que tiene hoy el país, donde la Revolución reivindicó el empleo como un derecho del pueblo, pero con retos y necesidades cada vez más crecientes.

Lo reconoció Alfredo Morales, titular de ese ministerio, quien precisó que lo importante para la Revolución no son las estadísticas, sino el ser humano en toda su dimensión y los requerimientos de la producción y los servicios en el país.

Por una parte, en la nación existen todavía 210 mil personas activas laboralmente que no se incorporan al trabajo pudiéndolo hacer, mientras que por la otra hay un déficit de fuerza de trabajo de unas 130 mil plazas, la inmensa mayoría en ramas y sectores estratégicos para la nación.

Morales sentenció que tales plazas deben y pueden ser cubiertas, sobre todo porque la nación lo necesita en tareas vitales como la producción de alimentos, las obras de la Batalla de Ideas, la educación y servicios, el aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones.

La labor en cada territorio es conocer, persuadir, atraer, incorporar a todos los que tienen posibilidades de ocupar una plaza, recalcó, y calificó de éticamente inaceptable que alguien haya estudiado y alcanzado un nivel de educación y, sin embargo, esté desvinculado, sin dar su aporte social.

Ello también contribuiría a responder a las exigencias que planteó el General de Ejército Raúl Castro en el discurso del 26 de julio del 2007 en Camagüey para que el trabajo sea un elemento decisivo en el desarrollo de la nación, afirmó el titular.

Valoró de extraordinarios los esfuerzos de los últimos años para lograr este pleno empleo, bajo la dirección del líder de la Revolución Fidel Castro, quien formuló conceptos básicos, revolucionarios, como el estudio como forma de empleo, que posibilitaron salir de la difícil situación originada en el Período Especial.

La tarea ha sido heroica, manifestó el ministro, al comentar que todo ello se logró en medio de la cada vez mayor agresividad de la guerra económica y comercial que los Estados Unidos han impuesto al país.

María Victoria Coombs, directora de empleo del MTSS, recordó que en 1995 la tasa de desempleo llegó a 8,3 por ciento, cifra superior en algunos territorios y ciudades (como Manzanillo, donde alcanzó el 18 por ciento).

Destacó cómo por el Curso Integral de Superación pasaron unos 400 mil jóvenes sin empleo o desvinculados del estudio, de los cuales 80 mil hoy se encuentran en las aulas universitarias.

También hizo énfasis en las 283 mil personas vinculadas a la Agricultura Urbana, más de 66 mil de estas, mujeres, lo que significó un importante aporte para la solución de las necesidades alimentarias del país.

Hoy, cada graduado de estudios superiores y de la enseñanza técnico-profesional al salir de las aulas tiene garantizado un empleo, al igual que los desmovilizados del Servicio Militar General, los discapacitados con posibilidades de trabajar y los ex reclusos que cumplieron su sanción.

Coombs se refirió a problemas en los centros laborales que provocan que los jóvenes recién incorporados a esas plazas las abandonen un tiempo después, sobre todo porque no se les da atención y asesorías, ni se les incorpora a los planes de desarrollo de las entidades o no reciben preparación y estímulo.

Es mucho lo que hay que laborar en este sentido, ahí radica buena parte del éxito futuro del trabajo, explicó.

Acerca de los problemas organizativos, de disciplina, control y exigencia, Carlos Mateo, vicetitular del MTSS, consideró que son decisivos en los insuficientes incrementos de la productividad del trabajo.

Gráficas expuestas en el programa acerca de los últimos siete años mostraron como este indicador tuvo crecimientos inferiores a los del salario medio.

Mateo explicó que en el ahorro y control hay grandes reservas de productividad, y se refirió a la experiencia de los Activos de la productividad que realizaron 17 empresas de 13 organismos, los cuales tuvieron resultados muy positivos.

En próximos meses esta iniciativa se generalizará en unas 750 empresas, bajo los principios de que sean los propios trabajadores quienes en sus puestos hagan los análisis y propongan soluciones.

Señaló, además, que el Perfeccionamiento Empresarial que aplican cientos de entidades en el país está en continuo mejoramiento, y consideró que aumentar la productividad es vital hoy para el posible incremento de los salarios, la disminución de los precios, el aumento de las exportaciones y la disminución de las importaciones.

En el panel intervino también María Elena Feitó, directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social, quien dijo que en el país existen 1,5 millones de jubilados y pensionados, además de 330 mil núcleos familiares, con más de un millón de personas, que también gozan de esa atención.

La seguridad social no es sólo el sistema de pensiones, sino una cuestión integral que proteja a todos los que lo necesitan, refirió la funcionaria, quien enfatizó que este es uno de los logros que distingue a la Revolución.

Luego de precisar resultados y avances, Feitó manifestó que aún hay insatisfacciones, fundamentalmente, por mala atención a estas personas.

Hoy damos la batalla para solucionar estas deficiencias, dijo.

Para el 2008, el gobierno cubano dedicará a la seguridad social unos cinco mil 174 millones de pesos, con un crecimiento anual del 1,4 por ciento. Esa cifra representa el 17,1 por ciento del presupuesto general del Estado.

En la parte final del panel, Enrique Gómez Cabeza, director del Programa de Trabajadores Sociales, se refirió al impacto de esa fuerza en la atención social de la población cubana, con el cumplimiento de múltiples misiones de elevado valor humano.

Actualmente estos llamados médicos del alma superan los 42 mil efectivos, una parte de los cuales cursa estudios superiores y algunos cientos ya comenzaron la Maestría en trabajo social.

Gómez Cabezas consideró que el desarrollo de esta fuerza ha funcionado como Fidel lo apreció, como un microscopio social, para ver y atender a las personas que escapan a las estadísticas.

El titular del MTSS, al cerrar el programa, consideró que no se podrá hablar del avance de la seguridad social sin el decisivo papel de los trabajadores sociales, en el camino definido por la Revolución de lograr una sociedad justa, plena y donde el individuo goce de toda su libertad.