Jorgito el camagüeyano.- A mi padre Gerardo por su ejemplo y Arleen por convertir con su encantadora voz siempre dulce y cariñosa, lo oscuro en luz. Amigos de la red:
Hoy, después de 10 días, he vuelto a tener contacto con ustedes, las razones son bien conocidas, mi provincia recibió el impacto directo del destructor huracán IKE conocido popularmente como "El Leñador" y quiso la naturaleza que estos días coincidieran con la jornada de protesta y condena por los 10 años de injusto encarcelamiento de los Cinco, yo imposibilitado de tener acceso a los más elementales medios de comunicación y suspendidas las clases en mi nueva escuela donde preparábamos un acto, solamente me quedó la alternativa de colgar desde mi tercer piso, el día 12 de septiembre, la gloriosa bandera cubana y un cartel hecho con mis propias manos, con la ayuda de mi hermanita que decía LIBERTAD PARA LOS CINCO, convencido que otras personas en el mundo levantarían sus enérgicas voces para denunciar la injusticia.
Amigos, en estos días muchos hemos pasado la destrucción y la carencia de las comodidades de la vida moderna, pero estas necesidades las pasamos acompañados de nuestro gobierno revolucionario y la solidaridad de nuestros vecinos, suerte que no corren todas las personas en el mundo, recuerdo el artículo publicado el domingo 30 de octubre del 2005 en la página 5 del periódico Juventud Rebelde, titulado Rita en el Infierno, en el cual el tío Ramón describe en excepcional crónica como pasó el huracán Rita en la prisión de Beaumont donde se encontraba en esa fecha y de donde hace poco tiempo fue trasladado, allí en prisión el dolor se multiplica, Ramón cuenta que permaneció en una celda , sin electricidad, sin agua, sin ningún tipo de ayuda, sin alimentación y conviviendo con sus excrementos por largos días , él siguió paso a paso lo que ocurría a través del transparente cristal, con gruesos barrotes en un reducido espacio de solo 6 por 11 pies, y que conoció mediante la única emisora radial que subsistió de una madre que se suicidó y antes mató a sus hijos por la falta de ayuda, era una dama morena que lloraba sin consuelo cuando un árbol le destruyó sus casa y no tenía agua ni alimentos para sus tres hijos de 20 meses, 4 y 7 años que gritaba ayuda por dios, días más tardes un alma caritativa trató de rescatarla y descubrió que ante tal desespero aquella mujer había decidido envenenarse y envenenar a sus tres hijos.
Que diferencia con lo que vivimos nosotros, ante la embate de un ciclón de iguales características, tuvimos siempre en la línea del frente al partido y la información previa de los medios de difusión masiva, del insustituible Meteorólogo Rubiera, de la Defensa Civil y las Zonas de Defensa, luego cuando era inminente el paso por nuestra ciudad y ya sin fluido electrizo, en la oportuna y gloriosa radio cubana, la voz de Miosotis Favelo Pinares, corresponsal de Radio Rebelde, nos informaba paso a paso por donde venía el meteoro, la inquieta Yamilet Fernández, fuera de sus espacios habituales, hacía sus reportes sobre la recuperación y hasta Onelio el director de la emisora agramontina entrevistaba al Director de Meteorología provincial para descartar la amenaza de otro evento fuerza Cinco, quedo claro para todos los camagüeyanos que por aquellos días realmente el huracán fuerza Cinco que existía era de solidaridad, en el que el haber evacuado en nuestro apartamento a un joven militar llamado Gerardo Hernández y a un pequeño de 45 días de nacido fue un orgullo para todos nosotros.
Amigos es cierto que en esta zona del país no teníamos experiencia de una situación excepcional como esta, incluso mis padres de 45 y 39 años , la vivieron por primera vez, pero tengan la seguridad de que no los defraudaremos pues nos recuperaremos, sin abandonar la lucha por el regreso de los CINCO, y este domingo a las 10 y 30 de la noche toda mi familia, e infinidad de familias en Camagüey y en el mundo, como siempre acompañaremos a Ramón y René a escuchar un programa insigne en la lucha por el regreso y como dice Ramón en el artículo del 2005 “ en el espacio reducido de una celda, un hombre descansa su cuerpo sobre una cama ensopada en sudor añejo, en su mano izquierda un trozo de cartón hace las veces de un incesante abanico y en la derecha el diminuto radio que mueve en su cabecera para conseguir la señal de aquella voz dulce y cariñosa: “Saludos, mis queridos hermanos, Reciban un beso y el mayor abrazo de Cuba y de todos los que les queremos…”Entonces aquel hombre sonríe en paz y desde este pedacito de infierno comienza a hacerse la luz.
Este domingo descansarás nuevamente en paz porque millones de cubanos te damos las gracias a ti y a tus hermanos por proteger esta maravillosa obra de amor que hoy tenemos, La Revolución Cubana.