Lino Luben Pérez -AIN.- La aplicación en Cuba de una estrategia emergente de laboratorio permitió el diagnóstico de las muestras procesadas, en menos de 48 horas, de pacientes con sospechas de infección por el nuevo virus A (H1N1).

Cuando en 2009 comenzó la circulación en el país de esa cepa de la Influenza, se pudo seguir sus movimientos y alertar a las autoridades a fin de iniciar acciones preventivas y de control, dijo a la AIN Alina Llop, especialista del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).

Añadió que ello significa un aporte en la vigilancia global de los 23 agentes virales respiratorios detectados, incluido el H1N1, considerado la principal cepa circulante en la población mundial y que pudiera convertirse en pocos años en gripe estacional o convencional.

Pese a su incidencia en las gestantes, Cuba registró en 2009 una tasa de mortalidad infantil de 4,8 por mil nacidos vivos, la segunda más baja de la nación en su historia.

La doctora Llop y un equipo del IPK contaron con la colaboración de 74 expertos de la Isla para acometer la estrategia antiviral, uno de los trabajos aprobados este sábado en el Pleno de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) como Premio a los resultados de la investigación científica en 2009.

Los académicos sesionaron en uno de los salones del Capitolio de La Habana, donde dieron su visto bueno a 18 estudios sobre las Ciencias Biomédicas, 17 en las Naturales, 15 en las sociales y Humanísticas, 19 en las Agrarias y de la Pesca, y siete en las Técnicas.

Hasta la última edición de 2008, investigadores y colectivos recibieron 633 premios por sus aportes, provenientes de provincias, organismos de la administración central del Estado y universidades e institutos pedagógicos, de acuerdo con estadísticas de la ACC.