Yenia Silva Correa - Granma.- A inicios de los años 60’, cuando aún en el escenario internacional apenas se hablaba de cambio climático, Cuba comienza a desarrollar una política de voluntad hidráulica impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, con la finalidad de abastecer de agua potable a toda la población y utilizar los recursos hídricos en función del desarrollo agrícola e industrial del país.
Gracias a esta decisión de la dirección de la Revolución el país que antes contaba con apenas 13 pequeños embalses y podía almacenar sólo 48 millones de metros cúbicos de agua, elevó estos indicadores hasta alcanzar en la actualidad 239 embalses, 805 micro presas y una capacidad de almacenaje de unos 9 000 millones de metros cúbicos.Sin embargo, esto no ha impedido que el territorio sufra. Hoy, los efectos de los déficit de precipitaciones registrados desde el 2008, han provocado, que el valor de acumulados de lluvias el año pasado fuera el cuarto más bajo desde 1901 a la fecha y que en abril del 2010 las presas del territorio nacional almacenaran sólo el 44,7% de su capacidad total.
Para la mayor de las Antillas el déficit actual de precipitaciones se traduce en unas 552 000 personas perjudicadas en el suministro de agua, debido a que 416 fuentes están afectadas y otras 126 agotadas.
Ante una situación de este tipo sólo hay cabida para una interrogante: ¿cómo enfrenta Cuba una sequía de tal envergadura para continuar con sus planes de desarrollo económico y social?
LA OBRA HIDRAULICA DE LA REVOLUCION
"La garantía que Cuba hoy tiene para continuar enfrentando su desarrollo, los retos del cambio climático y su impacto en el agua es su infraestructura hidráulica y su capacidad de observar cómo se comporta el ciclo hidrológico", afirmó el doctor Jorge Mario García Fernández, director de Cuencas Hidrográficas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
Con índices de lluvias relativamente pequeños (la media histórica anual es de 1 335 mm), en medio de una sequía y con las experiencias que dejó el periodo seco 2004 – 2005, la dirección del país ha tenido que tomar medidas para enfrentar situaciones de este tipo.
"A partir de las lecciones aprendidas del 2005 —comentó el doctor García Fernández— el Gobierno inició un proceso inversionista encaminado a incrementar las disponibilidades de agua en regiones con escasez relativa de recursos. Ese es el caso de los trasvases este-oeste y norte–sur".
Estos trasvases constituyen importantes obras del proyecto estratégico que se ejecuta en las áreas montañosas del centro y el oriente del país, encaminado a garantizar que el país bajo cualquier circunstancia haya disposición de agua.
Gracias a este amplio plan, nacido por orientación del líder de la Revolución, se benefician en la actualidad la oriental ciudad de Holguín y el polo turístico de Guardalavaca.
Aún continúan los trabajos para lograr trasvasar el líquido por más de nueve de las 14 provincias del país a través de canales, conductoras y túneles, aprovechando las aguas de los ríos y las precipitaciones.
"Unido a esto figura el proceso de rehabilitación de redes y conductoras de acueductos, que se está desarrollando en las cinco principales ciudades del país que tuvieron las afectaciones durante el último periodo seco.
"Estas inversiones van orientadas a completar las redes y conductoras para llevar el agua a las personas con un importante componente de eficiencia, y así se están creando disponibilidades relativas por concepto de ahorro".
Sin embargo, no son estas las únicas acciones que realiza el país en este sentido…
"Se han hecho inversiones para la construcción de acueductos en pequeñas comunidades, así como también, aunque en menor escala, sistemas de tratamiento de aguas residuales.
"Tenemos la introducción de tecnología más eficiente para el uso de riego agrícola, que resulta una medida sumamente importante para crear de forma relativa mayores disponibilidades".
"De igual modo existen campañas de concientización a través de medios informativos, como el Programa de Ahorro y Uso Racional del Agua. A eso se une un control con más sistematicidad y exigencia en las fuentes de abastecimiento, tanto subterráneas como superficiales, destinadas a la población, a la industria, imponiendo restricciones en su administración".
PERFECCIONAR MECANISMOS
En el actual contexto internacional, marcado por un progresivo deterioro ecológico, el agua ya no se puede ver sólo como elemento vital, sino que habría que agregarle la condición de recurso estratégico, máxime cuando ya se afirma que será la excusa para en el futuro desatar nuevas guerras.
"Estamos transitando el camino para perfeccionar todos los mecanismos que den como resultado una mejor gestión del agua en la cuenca hidrográfica. Todo esto forma parte de las medidas de adaptación y las acciones que el país está desarrollando ante el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos.
"Tenemos que aplicar medidas que vayan a la racionalidad, a la eficiencia, al uso adecuado, al control y exigencia total. Cuando se usa racional y eficientemente el agua está en el embalse, en el pozo, por eso las acciones que realiza el Instituto, como expresión también del plan de medidas de todo el país, son de adaptación al cambio climático y están basadas en gestionar el agua de forma integrada".
