Minerva I. Hernández - Cuba Contemporánea.- La participación del llamado sector por cuenta propia en actividades de recreación y transporte ha sido facilitada por la empresa Parque Lenin, en la periferia de la capital cubana, como parte de las acciones que se acometen para que ese emblemático sitio logre recuperar paso a paso parte del esplendor que lo distinguió en otro momento.
Se trata de una extensa área de 745 hectáreas de variada vegetación, que es considerada un pulmón verde en la ciudad y fue concebida para el disfrute público, en ambiente de naturaleza y al aire libre, mediante opciones recreativas, culturales y deportivas, con el respaldo de una red de gastronomía que ahora cuenta con 27 establecimientos.
El Parque Lenin celebrará el aniversario 42 de su fundación el próximo 22 de abril, y luego de una baja comercial ya superada, en los últimos años se ha visto beneficiado por un proceso inversionista con el que se busca su revitalización.
A tono con el mismo, y probando alternativas diversas, se decidió abrir espacio en sus actividades al sector no estatal, el cual apoya, por ejemplo, en la transportación interna, mediante el llamado “trencito particular”, un vehículo automotor de confección criolla que recorre las calles de dicho paraje.
De esa manera, los visitantes que utilizan el transporte público, una vez que llegan a la instalación, pueden recorrer distintas áreas de servicios y disfrutar de más opciones recreativas, lo cual no era posible antes dada la deficiente transportación que existía dentro del parque
Esta posibilidad de combinar variantes de gestión y obtener beneficios conjuntos ha dado buenos resultados. Según Amarylis González Vargas, subdirectora económica de la empresa, el propietario del novedoso medio de transporte decide el precio del viaje, y de las recaudaciones paga un porciento al parque.
A su vez, la entidad destina el 70 % de los ingresos obtenidos por esa vía a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), en cumplimiento de sus deberes. Lo mismo hace a partir de los cobros a los trabajadores por cuenta propia que arriendan espacios locales para instalar sus equipos de recreación.
Para fomentar tales actividades se han contratado 20 caballos a los cuentapropistas, que ocupan un área aledaña al restaurante El Dragón, donde se garantizan los demandados paseos ecuestres.
En otras zonas, como la llamada El Vaquero, se rentan espacios a particulares que atienden directamente medios recreativos como los inflables y las llamadas maquinitas para los niños, que suelen atraen mucho público, en especial los fines de semana.
Otros cambios se prevén para ese conocido parque. La subdirectora económica explicó que, dentro de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, se define que toda la gastronomía local debe pasar al modelo de gestión por cooperativas.
Como entidad perteneciente a la Unión de Empresas del Comercio y la Gastronomía del Gobierno en la provincia, esta instalación podrá convertirse en una cooperativa de segundo orden, lo que parece ser interés de sus empleados, quienes prefieren no desarticular ese conjunto de prestación de múltiples servicios.
Por tal camino se preservaría un sitio que también tiene gran significado histórico, donde existen varios monumentos que fueron declarados Patrimonio de la Nación. Se incluye entre ellos el que perpetúa la imagen de Celia Sánchez, personalidad reconocida de las luchas libertarias cubanas, así como otro dedicado a la figura de Lenin, que da nombre a la instalación.
La subdirectora económica considera que existen condiciones para asumir el cambio, que se vería favorecido, según explicó, por “el hecho de que hoy tenemos funcionando un sistema logístico con bastante desarrollo, con camiones y almacenes categorizados, y eso serviría como base de apoyo a todas las actividades de gastronomía, si la empresa Parque Lenin pasara a ser una cooperativa independiente”.
