Manuel Llorente - El Mundo.- El libro 'Alicia Alonso' repasa la vida y las palabras de la legendaria bailarina y coreógrafa cubana que hoy hubiera cumplido 100 años. Alicia Alonso, con aquellas uñas larguísimas, una estrella al estilo del Hollywood del cine en blanco y negro, su manera de alargar las palabras, la elegancia en el andar (se deslizaba), sus opiniones contundentes, su amor a la danza... Vivió casi 99 años. Hoy hubiera cumplido 100 años. La bailarina y coreógrafa cubana parecía inmortal y quizá a su modo lo sea.


Nacida como Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, bailó en el American Ballet, en el Bolshói, con los Ballets Rusos, en la Ópera de París, en la Scala de Milán... Dónde no bailó.

Este es un breve repaso por algunas de las cuestiones que le interesaron, declaraciones que el libro Alicia Alonso. Diálogos con la danza (Ediciones Cumbres) ha recogido sobre el ballet y tantos otros temas que la interesaron. La poeta cubana Dulce María Loynaz, Premio Cervantes de Literatura, escribe en el prólogo: "Isadora Duncan dice sencillamente, como si hablara a la ligera, que la bailarina debe moverse como una luz, posarse en la tierra con la naturalidad de un rayo de luz sobre unas flores" (...) Alicia es de veras una luz que se mueve. Ella es leve, ondulosa, casi traslúcida".

Primeros pasos. "Asistí por primera vez a una clase de ballet en 1931 [tenía 11 años]. Por aquellos años actuó en La Habana una famosa bailarina española, la primera artista que produjo en mí una impresión profunda. Era Antonia Mercé, la Argentina".

Ballet Nacional de Cuba. "Fundamos lo que es el Ballet Nacional de Cuba [1959] porque consideramos que era necesario que Cuba tuviese una compañía de ballet, porque lo creíamos importante para la cultura. Y para que el bailarín cubano pudiera hacer carrera en su patria".

El bailarín y el coreógrafo: "Hay que entender al coreógrafo, crear el personaje que el coreógrafo quiere. En lo que sí yo no estoy de acuerdo es en que el bailarín sea un pedazo de carne muerta al que se le diga 'para la izquierda, para la derecha'. Será una obra muerta".

Nureyev. "Cuando al fin bailamos juntos por primera y única vez, en Palma de Mallorca, pude conocerlo más de cerca. Unas semanas antes fui su invitada en la maravillosa isla Li Galli, que poseía cerca de Capri,y me conmovió su soledad, su necesidad de afecto y cómo, al mismo tiempo, las propias circunstancias de su vida hacían imposible que las cosas fueran de otro modo".

La vista: "El problema de la vista se presentó en 1941, cuando ocurre el ataque japonés a Pearl Harbor. Me encontraba operada en EEUU. Los médicos me dijeron: 'Tres meses en cama'. Claro, lo ideal sería seis meses para estar seguros. Les respondí: 'Un año y bailo'. Me contestaron: 'Es imposible'. Les reiteré: 'Un año y bailo'. Yo misma fui la que puse el plazo de un año. Al año bailé".

Tuberculosis: "Cuando era niña algunas señoras de Pro-Arte decían que no podía bailar porque estaba tuberculosa. Aconsejaban a las muchachitas que no se pegaran a mí porque tenía tuberculosis. Eso porque yo era muy delgadita. Después empezaron con mis ojos. Cada vez que me iban a hacer una nueva operación, me advertían: 'Esta es la última. No puedes seguir bailando'. Mi carrera se ha basado desde chiquita en que no la puedo hacer. Todos se equivocaron. Impuse mi fuerza de voluntad y seguí bailando".

La Revolución: "En Estados Unidos me propusieron contratos fabulosos, cheques en blanco. Me ofrecieron muchas cosas. Se dice que todo el mundo tiene un precio. Creo que todo el mundo tiene un precio, pero no siempre el precio quiere decir dinero. Existen los principios. Conmigo se equivocaron".

EEUU y Cuba: "Como Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, me siento en el deber de defender la dignidad de los seres humanos, la diversidad cultural (...) Trabajemos juntos para que los artistas y escritores cubanos puedan llevar su talento a EEUU y que a ustedes no les impidan venir a nuestra isla".

La edad: "Cuando me levanto tengo cien años,y a lo largo del día soy más joven cada hora que pasa, hasta que oigo a la orquesta comenzar la obra y, entonces, no tengo edad".

Antonio Gades. "Antonio Gades dijo una vez que 'si un hombre se dedica a hacer una cosa, tiene que ser lo suficientemente honrado y honesto para proponerse llegar al máximo de sus posibilidades'. Él lo ha hecho, él lo ha logrado". (Palabras de elogio al artista español con motivo del título de doctor honoris causa por el Instituto Superior de Arte de Cuba en 1999).

Comienzos. "El inicio de mis actuaciones profesionales en EEUU no fue precisamente en la danza clásica, sino en Broadway, en las comedias musicales (...) En 1940 asistí por primera vez a una representación de Giselle. Fue en el Metropolitan Opera House y Alicia Márkova y Anton Dolin tenían a su cargo los papeles protagonistas. Comprendí entonces que, a pesar de los muchos años que estaban creados, los clásicos podían estar intensamente vivos. Bailé mi primer Giselle con el primer bailarín André Eglevsky en el Metropolitan en 1945. Los críticos se entusiasmaron".

Disciplina: "Hay que dar clases siempre. No puede perderse ni un minuto si se quiere alcanzar un buen resultado. Y todos los días así. Yo ensayo todos los días. Voy a clases como una alumna más. Tengo que mantener mi cuerpo en forma. Y si voy a trabajar en la función, ensayo con rigor. Siempre".

Cuba
Cubavisión Internacional.- Nuestra periodista Valia Marquínez Sam conversa con el actor, cantante y presentador, Ray Cruz, que ahora protagoniza la obra teatral Fátima, inspirada en el cuento del destacado intelectual cubano Migu...
Nueva Gerona, Cuba, 25 abr (Prensa Latina) El segundo Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde, que transcurre en el municipio especial cubano Isla de la Juventud, presenta hoy el documental "Buscando la Otra Isla&qu...
Lo último
La Revista