Participan Raúl y Díaz-Canel en gala de órganos de Seguridad del Estado

Cubadebate

El líder de la Revolución cubana, Raúl Castro, y el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, encabezaron hoy el acto conmemorativo por el aniversario 65 de los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE).

Durante la gala, el ministro del Interior, general de división Lázaro Álvarez, leyó una carta escrita por Raúl Castro, en la que felicita a los integrantes de los OSE, fundados por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

“A 65 años de la fundación de los Órganos de la Seguridad del Estado los felicito, convencido de que seguirán siendo fieles defensores y continuadores de las conquistas de generaciones de combatientes que a lo largo de estas décadas han sabido derrotar agresiones, planes e imposibles en defensa de la patria”, expresaba en la misiva Raúl Castro.

Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel evocó a los fundadores de los OSE, y rememoró a los hombres y mujeres que encubiertos o no consagraron su vida a la defensa del pueblo.

El mandatario envió un especial saludo a las nuevas generaciones de combatientes del órgano y subrayó que la historia de la Seguridad del Estado es de lo más fascinante, inspirador y patriótico que puede encontrarse en la historia de Cuba.

“La solidez de nuestra Revolución debe mucho a los Órganos de la Seguridad del Estado que la defienden y protegen junto a un pueblo heroico del que son parte inseparable, como lo han demostrado en los incontables combates librados con éxito frente a un enemigo poderoso y despiadado”, destacó el jefe de Estado.

Durante la gala, instituciones y organizaciones políticas y de masas entregaron a la dirección general de contrainteligencia del Ministerio del Interior diplomas de reconocimientos por los 65 años de los OSE.

Los OSE fueron creados el 26 de marzo de 1959, a menos de 12 semanas del triunfo revolucionario, por indicaciones del Comandante en Jefe Fidel Castro, al fusionarse el Departamento de Investigación del Ejército Rebelde y la inteligencia de la Marina junto con el órgano similar de la Policía Nacional Revolucionaria, que hasta entonces enfrentaban las acciones contrarrevolucionarias en sus respectivos ámbitos.

Desde los primeros momentos de su fundación, respondió a una necesidad histórica de fortalecer el combate frente a los planes de sabotaje, incursiones de aviones piratas, primeras conspiraciones de traidores y campañas de mentiras que comenzaron a desarrollarse a desde el territorio estadounidense.

En los escenarios actuales, los OSE renuevan sus métodos de enfrentamiento a las acciones enemigas con el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, en medio de la constante hostilidad económica y política desde Washington, además de la guerra cultural y de cuarta generación.

(Con información de Prensa Latina)

Desde el silencio: El pecho a las balas y Cuba en el corazón

Mariley García Quintana

Razones de Cuba

Lleva a cuestas responsabilidades que nadie conoce, que ni tan siquiera quien duerme bajo su mismo techo imagina. Sale de casa sin horario de regreso, sin decir a dónde, sin saber si vuelve hoy o si el adiós desde la puerta es más largo.

El insomnio es su amigo perenne, su compañero de aventuras. El estrés ya ni tan siquiera se lo siente, o eso cree, hasta que el cuerpo libera en la almohada de casa toda la tensión acumulada de horas y días de trabajo lejos, muy lejos, y simplemente calla, como siempre, y agradece estar vivo.

Es parte de ese ejército cuya mayor virtud es el silencio, ese que esconde una valentía y un arrojo que nadie sospecha, habilidades que nadie conoce. Ese que no lleva uniforme visible, pero ha esquivado quizás más balas que un tanque de guerra o una unidad militar completa, porque, por Cuba, su pecho se vuelve un escudo, porque 11 millones de personas merecen dormir en paz y por esa bendita tranquilidad vale mil veces la pena el desvelo de unos cuantos.

Es heredero de aquellos primero jóvenes casi que dieron el paso al frente hace 65 años y siguieron sin dudar al hoy Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, primer impulsor de los Órganos de la Seguridad del Estado, soldados al servicio distinguido de la Patria y del resguardo de sus conquistas y sueños.

Desde aquel legendario 26 de marzo de 1959, esos combatientes del Ministerio del Interior han constituido el principal eslabón, dentro y fuera de fronteras, en la defensa de la soberanía de nuestro suelo, en el cuidado de todo eso que amamos y nos hace felices, aun cuando los intentos para arrebatarnos el presente y oscurecer el futuro no han sido pocos. ¡Solo ellos saben cuántos han sido! ¡Solo ellos saben cuántas veces estuvo el peligro tan cerca, a la distancia de un suspiro!

Sus misiones, tal vez, han sido más difíciles después del triunfo de enero, que el bombardeo de la aviación en plena Sierra Maestra, cuando sabías quién era tu enemigo y dónde estaba, o más duras que el combate cuerpo a cuerpo de las células clandestinas en las ciudades, cuando los cuarteles se convirtieron en siniestras salas de tortura. Aun así, jamás dudaron, jamás; porque después del triunfo, el oponente muchas veces ha sido casi invisible, derrotado a golpe de inteligencia y previsiones, literalmente, a golpe de silencio.

Más de seis décadas después de aquel “bautismo de fuego”. Lamentablemente algunos ya no están físicamente, muchos viven esa existencia paralela que les permite cuidarnos. Miles de historias nunca podremos escribirlas, se irán con otros tantos, guardadas en su pecho el día de su partida, cuando tal vez solo los más allegados sepan quién era de verdad, cuando solo nos quede agradecer ese escudo frente a las balas y la entrega de hasta un último suspiro por esta tierra.

 

Felicita primer ministro a luchadores antiterroristas de Cuba

La Habana, 26 mar (Prensa Latina) El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, felicitó hoy a los luchadores antiterroristas, conocidos popularmente como los Cinco Héroes, a propósito del aniversario 65 de la creación de los Órganos de la Seguridad del Estado.

En la red social X, Marrero describió a los Cinco como dignos ejemplos de fidelidad, resistencia, patriotismo y coraje.

Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González son considerados como héroes por Cuba por su labor sistemática de monitorear e impedir la realización de acciones terroristas contra la isla desde territorio estadounidense.

Durante más de 15 años, en aras de lograr su excarcelación, Cuba libró una tenaz batalla política que contó con el apoyo internacional de más de dos mil organizaciones en 154 países.

Las primeras liberaciones del grupo de Los Cinco fueron las de René González en 2011 -aunque por una orden de libertad supervisada tuvo que esperar hasta 2013 para poder radicarse definitivamente en la patria cubana- y Fernando González en febrero de 2014.

La excarcelación de sus otros tres compañeros antiterroristas fue anunciada al unísono por los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, el 17 de diciembre de 2014 en el inicio de una lenta normalización de los vínculos bilaterales.

 

Alcanzando nuevas victorias junto al pueblo en el enfrentamiento al enemigo

Pedro Etcheverry Vázquez

Cubadebate

Los antecedentes históricos de nuestros Órganos de la Seguridad del Estado se encuentran presentes en la Agencia General Revolucionaria de Comunicaciones y Auxilio, dirigida por el Agente General Luis, organizada por José Martí en 1893, quien utilizando seudónimos y poniendo en práctica originales métodos, burló al contraespionaje español, aportando valiosas informaciones a la labor independentista, revolucionaria y unificadora que realizaba dentro y fuera de nuestra Patria.

En 1925 estos métodos adquirieron una nueva connotación a través de la labor realizada por la Comisión Militar del Primer Partido Comunista fundado por Julio Antonio Mella y Carlos Baliño, en sus luchas contra los gobiernos que asolaron nuestra patria durante la etapa republicana.

Más recientemente, desde finales de 1956, en el escenario de la lucha insurreccional contra la tiranía batistiana en las montañas orientales, los expedicionarios del yate Granma que lograron sobrevivir al revés de Alegría de Pío, tuvieron que aplicar singulares medidas de defensa y seguridad, para evadir la intensa persecución a que fueron sometidos por fuerzas de Aire, Mar y Tierra, apoyadas por confidentes del Servicio de Inteligencia Militar y la Guardia Rural que actuaban en el teatro de operaciones.

La misión más importante de aquellos combatientes fue la protección de la vida de Fidel Castro Ruz, jefe del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, a cargo de Universo Sánchez, Juan Almeida, Ernesto Guevara y Faustino Pérez, en el núcleo guerrillero que comenzó a consolidarse en la Sierra Maestra con el oportuno apoyo de un grupo de campesinos encabezados por Guillermo García y Crescencio Pérez.

A mediados de 1957 la Agencia Central de Inteligencia aprovechó a su favor el surgimiento del II Frente Nacional del Escambray, y a principios de 1958 su agente William Alexander Morgan arribó a esa región con la misión de influir en los planes de los principales cabecillas del foco recién creado, para utilizarlo como una “tercera fuerza” que se opusiera al Ejército Rebelde.

Mientras tanto, por orden de Fidel el combatiente Horacio Rodríguez Hernández cumplía las primeras misiones de Inteligencia para obtener información sobre el desplazamiento de las fuerzas batistianas en el territorio donde operaba la Columna 1 “José Martí” del Ejército Rebelde.

El 7 de abril un documento firmado por el teniente Arturo Lince, jefe del Servicio de Inteligencia Rebelde, solicitaba información sobre el enemigo que incluía la identificación de los jefes de las tropas, los movimientos de sus fuerzas, la cantidad de efectivos y el tipo de armamento que utilizaban.

El día 20 una carta firmada por el Comandante Raúl Castro Ruz y dirigida a Fidel, informó la creación del “Cuerpo de Oficiales de la Inteligencia Rebelde” que tenía bajo su mando el “Servicio de Observación Campesina”, encargado de los interrogatorios de los detenidos, de señalizar en un mapa los objetivos enemigos que pudieran ser blanco de un ataque de sus fuerzas y de dirigir el incipiente Servicio de Inteligencia, instruyendo a sus miembros para las misiones que se presentaran en un futuro inmediato.

A finales de junio se presentó en el Escambray el agente de la CIA John Meckpless Espíritto, con la cobertura de “corresponsal de guerra”, pero en realidad su verdadera misión consistía en controlar a William Morgan, con el propósito de utilizar los efectivos del IIFNE para obstaculizar los planes del Ejército Rebelde y establecer un centro de inteligencia que se dedicara a reclutar nuevas fuentes y buscar información sobre la situación política y militar que existía en ese territorio.

Rápidamente la incidencia de Morgan y Espíritto en la jefatura del II FNE se convirtió en la piedra angular del andamiaje contrarrevolucionario que esta agencia de subversión y espionaje estructuró en el Escambray, con el propósito de entorpecer el tránsito por el centro del país de las columnas invasoras comandadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, quienes cumplían la misión asignada por Fidel de extender la guerra de liberación desde Oriente hasta Occidente.

El 22 de agosto, cuando el Ejército Rebelde había derrotado la Ofensiva de Verano del Ejército de la dictadura, el Comandante Raúl Castro firmó un decreto ordenando la creación del Servicio Secreto del Estado Mayor del Ejército Revolucionario “26 de Julio” en el Segundo Frente Oriental “Frank País”, bajo el mando del Capitán Augusto Martínez Sánchez, que se dedicaría a “observar, investigar e informar” sobre todo lo que pudiera afectar la seguridad de las fuerzas rebeldes.

En octubre Fidel designó al Comandante Julio Camacho Aguilera como Delegado del Movimiento 26 de Julio ante las fuerzas batistianas, para establecer coordinaciones con aquellos militares que habían solicitado contactar con el Ejército Rebelde, siempre que no estuvieran involucrados en crímenes y abusos contra la población, que comprendieran la necesidad de colaborar en el derrocamiento de la tiranía, y contribuyeran a realizar actividades de influencia y reclutamiento entre jefes y oficiales estimulándolos a incorporarse con sus fuerzas al Ejército Rebelde.

A través de la riesgosa labor del Comandante Camacho Aguilera fueron obtenidas informaciones puntuales sobre planes agresivos contra diferentes objetivos de las fuerzas rebeldes, los daños causados por la guerra entre la población campesina, y el impacto en las filas del Ejército batistiano de las acciones combativas libradas por el Ejército Rebelde.

El triunfo de la Revolución Cubana

Ante el empuje de las fuerzas del Ejército Rebelde, en la madrugada del 1ro de Enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista huyó estrepitosamente y unas horas más tarde se produjo el inevitable triunfo de la Revolución Cubana, cuando cumpliendo órdenes de Fidel las columnas de Camilo Cienfuegos y el Che Guevara tomaron el Campamento de Columbia y la Fortaleza Militar de La Cabaña.

En esas circunstancias las 19 estaciones de policía de La Habana, el Buró de Investigaciones de la Policía Nacional y el Buró para la Represión de las Actividades Comunistas (BRAC), fueron tomadas con el apoyo del pueblo por las Milicias de Acción del Movimiento 26 de Julio una estructura que había sido creada en el fragor de la lucha clandestina por Ñico López y Gerardo Abreu Fontán.

A pesar de que en estas instalaciones militares y policiacas se encontraban algunos responsables de abusos, secuestros, torturas, asesinatos políticos y desapariciones, ningún combatiente tomó la justicia por sus manos. La Revolución Cubana y sus instituciones militares de defensa, seguridad y orden interior surgieron con las manos limpias.

El 9 de enero durante una comparecencia por televisión Fidel explicó que ya no había razones para que la misión militar norteamericana permaneciera en Cuba y añadió que debía retirarse.

Cinco días después, cumpliendo indicaciones de Fidel el Servicio de Inteligencia Militar fue sustituido por el Departamento de Investigaciones del Ejército Revolucionario (DIER), que en sus inicios funcionó en el antiguo edificio del SIM, ubicado a un costado de la entrada del Hospital Militar, en Marianao. La orden que creaba el DIER fue firmada por el Comandante René de los Santos Ponce, al frente de esa institución.

Una de las primeras organizaciones contrarrevolucionarias que debió enfrentar el DIER fue La Rosa Blanca creada en Nueva York el 28 de enero por los servicios de inteligencia norteamericanos bajo la dirección de Rafael Díaz Balart, quien había sido líder de la mayoría en la Cámara de Representantes y ministro de Gobernación de la tiranía batistiana.

A mediados de febrero fueron disueltos oficialmente por Camilo Cienfuegos el BRAC y el SIM dos instituciones odiadas por los cubanos debido a los crímenes cometidos, que ya habían sido abolidas formalmente por la Revolución.

Surgimiento de los Órganos de la Seguridad

El 26 de marzo con la presencia de los comandantes Raúl Castro Ruz, Ernesto Che Guevara, Ramiro Valdés Menéndez y Osvaldo Sánchez cabrera, entre otros compañeros del Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular, fue concebida la idea de fusionar las estructuras existentes en un solo órgano de seguridad subordinado a la División de Inteligencia G-2 como parte del Estado Mayor del Ejército Revolucionario. En una residencia rodeada de árboles ubicada al final del Campamento de Columbia, cerca de la pista de aviación, fue instalada la jefatura secreta de la estructura antes mencionada.

El 15 de agosto durante una intervención pública en la que explicó al pueblo la recientemente frustrada conspiración internacional contra Cuba, encabezada por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y su Inteligencia Militar bajo la dirección de la CIA, Fidel reconoció por primera vez “la brillante actuación del G-2 del Ejército que capturó a todos los contrarrevolucionarios sin violencia, con procedimientos limpios y legales”.

El 16 de octubre fue creado el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias bajo el mando del Comandante Raúl Castro Ruz, una institución que contribuyó a fortalecer el sistema defensivo de la Revolución Cubana y dirigió la preparación militar de nuestro pueblo frente a las amenazas de una intervención militar.

A finales de noviembre de 1959 fue constituida la Sección de Operaciones del G-2 en una residencia ubicada en 5ta Avenida y calle 14, en Miramar, bajo el mando del Comandante Abelardo Colomé Ibarra.

El 17 de marzo de 1960 fue aprobado por el Gobierno de Estados Unidos un documento secreto titulado “Un Programa de Acciones Encubiertas contra el régimen de Castro”, donde quedó trazada la estrategia subversiva a seguir contra la Revolución Cubana.

En el verano de ese mismo año comenzaron a surgir los principales alzamientos armados en el Escambray bajo la dirección y el control de varios agentes de la CIA. Más tarde estos alzamientos continuaron extendiéndose por todas las provincias donde llegaron a cometer 214 crímenes incluyendo milicianos aislados, maestros voluntarios, brigadistas alfabetizadores, campesinos, obreros agrícolas, ancianos, mujeres y niños. Para su enfrentamiento actuaron de conjunto los Batallones de Lucha Contra Bandidos de las FAR y el Buró de Bandas de la Seguridad del Estado.

El 6 de junio de 1961, el Consejo de Ministros promulgó la Ley 940 constituyendo el Ministerio del Interior. Las fuerzas y medios del G-2 Minfar pasaron al Minint con la denominación de Departamento de Seguridad del Estado (DSE) bajo el mando de Isidoro Malmierca Peoli, un nuevo órgano de enfrentamiento a las actividades de la contrarrevolución interna al servicio de la CIA.

El 7 de noviembre de 1962 fue constituida la Contrainteligencia Militar, un órgano de seguridad encargado de defender especializadamente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias contra las actividades enemigas y asegurar la integridad de sus efectivos.

Los Órganos de la Seguridad del Minint y el Minfar continuaron actuando como hermanos gemelos bajo la atención directa de los principales líderes de la Revolución Cubana: Fidel y Raúl.

Estas instituciones iniciaron sus primeras actividades en una desigual batalla contra la CIA, derrotando cada uno de sus planes a pesar de la vasta experiencia acumulada en asesinar dirigentes revolucionarios y derribar gobiernos legítimos, y de los enormes recursos humanos, materiales y financieros con que esta agencia siempre ha contado.

Los hombres y mujeres de los Órganos de la Seguridad han cumplido delicadas misiones en difíciles circunstancias, generalmente desconocidas para nuestro pueblo por razones obvias, en unas ocasiones penetrando en las filas enemigas a riesgo de sus propias vidas, en otras protegiendo la retaguardia en disímiles acciones riesgosas, y en determinadas circunstancias constituyendo destacamentos de avanzada en los que se integran diariamente fuerzas de Tropas Guardafronteras, Seguridad Personal y Contrainteligencia Interna, entre otras instituciones de seguridad.

En cumplimiento de las misiones asignadas durante un incesante enfrentamiento a los enemigos externos y sus mercenarios internos, 108 combatientes han ofrendado sus vidas en defensa de las conquistas de nuestro pueblo.

Con su sistemática y paciente labor profesional nuestros Órganos de la Seguridad han logrado detectar las principales actividades subversivas y neutralizar a tiempo numerosos planes terroristas con que el enemigo ha intentado afectar nuestros programas de desarrollo en el terreno económico, político, social, cultural y científico-técnico, para tratar de desestabilizar la situación interna y desalentar a nuestro pueblo, algo que no han podido lograr debido a la enorme capacidad de resistencia de los cubanos, al profundo respeto que sienten por su historia, por sus líderes, por sus héroes y por sus mártires, y a las arraigadas convicciones revolucionarias que los sustentan.

En numerosas ocasiones, los combatientes de las diferentes líneas de los Órganos de la Seguridad del Estado han estado presentes tanto en el territorio nacional como en misiones internacionalistas, actuando como un sistema de enfrentamiento, con modestia, sencillez, un profundo sentido del deber y una lealtad sin límites a la Revolución, al Partido, a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y al General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Con su inteligencia y dedicación, a lo largo de estos 65 años de lucha constante contra el enemigo, con la decisiva participación del pueblo nuestros combatientes han derrotado sus planes en todos los frentes: una prolongada guerra económica que incluye acciones de espionaje y subversión junto con un bloqueo económico, comercial y financiero con el que tratan de asfixiar a nuestro pueblo, infiltraciones por vía marítima de comandos cargados de armas y explosivos, lanzamientos de armas por vía aérea, bandas terroristas de alzados, sabotajes contra objetivos agroindustriales, incendios de cañaverales, agresiones biológicas que han sido denunciadas por nuestro Gobierno Revolucionario en reiteradas ocasiones, sabotajes contra tiendas por departamentos, hoteles, industrias, tiendas del pueblo, cooperativas agrícolas, centros escolares urbanos, escuelas rurales, agresiones terroristas contra embajadas, consulados, oficinas comerciales, aeronaves civiles, embarcaciones pesqueras y buques mercantes, entre otros objetivos.

La preservación de la vida de Fidel, Raúl y otros dirigentes contra cientos de conspiraciones y planes de asesinato a lo largo de estos 65 años, constituye una expresión fehaciente de la combatividad y la eficiencia de nuestros Órganos de la Seguridad y la vigilancia popular.

Actualmente, enmarcados en una estrategia de Guerra No Convencional bajo un recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero que dificulta el desarrollo de nuestro país, nuestros enemigos han incrementado la constante difusión de informaciones manipuladas y noticias falsas utilizando las redes sociales, dirigidas a confundir y desalentar a nuestro pueblo, especialmente a la juventud, con el objetivo de provocar estallidos sociales que puedan ser utilizados como pretextos por el Gobierno estadounidense para pasar a otras etapas de su política agresiva.

En esta ocasión, las actuales formas de agresión apoyándose en las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones, han sido neutralizadas por la acción conjunta de nuestro Partido, organizaciones de masas e instituciones de defensa, seguridad y orden interior, que con su accionar ético y su ecuanimidad han contribuido a fortalecer el espíritu patriótico y la unidad de nuestro pueblo trabajador, revolucionario y antimperialista.

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