Así presagian no solo las temáticas que fueron debatidas por las más de 300 delegadas que asistieron, sino porque ellas tendrán la oportunidad de determinar nuevas estrategias y consolidar otras con una mirada más inclusiva donde mujeres y hombres logren nuclear intereses comunes.
Una expectativa similar espera del magno evento femenino, el Dr. Julio César González Pagés, Coordinador de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades. En declaraciones a esta revista, el destacado intelectual cubano otorgó gran importancia a la celebración del IX Congreso pues “puede de cierta forma actualizarnos sobre la situación que tienen las mujeres y sobre todo las perspectivas futuras. Todos los congresos nacionales de mujeres cubanas, tanto de la FMC como los que se hicieron antes de la revolución, más allá de ser eventos triunfalistas, son momentos que permiten reflexionar y ver el lugar que están ocupando las mujeres”.
En tal sentido, González Pagés dijo que este congreso no será menos que eso, sobre todo en momentos de trascendentales cambios que ocurren en el país. “Creo que toda la sociedad cubana estará mirando hacia el congreso, justamente porque se estará hablando de las necesidades de la mitad de la población cubana que son las mujeres. Aun cuando Cuba exhibe cifras importantes y loables relacionadas con el avance de la mujer en todos los ámbitos, lo cierto es que existen metas, aspiraciones que deberán ventilarse en ese foro.”
A juicio del Coordinador de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, los congresos sirven además para trazar políticas, estrategias y la FMC, como institución, es un órgano de referencia para la política, para otras instituciones que gobiernan el país puedan tener también esa mirada de mujer. “La FMC tiene representación en todas las provincias cubanas y es la principal organización que lleva las políticas públicas relacionadas con la población femenina que, de hecho, es la mitad de los habitantes de esta Isla, pero que además suele ser la más vulnerable.”
Según el Dr. Julio César, existen temas muy importantes tanto para hombres como para mujeres. De ahí que a él le gustaría ver que se logren nuclear temáticas que, en ocasiones, se analizan por separadas. “Sería oportuno que se vean de conjunto asuntos vitales para el desarrollo de cualquier nación; es el caso de la violencia, a la cual debe deseársele una mirada plural, desde las mujeres y los hombres, como un aprendizaje cultural porque siempre estamos muy relacionados en los mismos espacios. Pero también en temas de la maternidad y la paternidad responsables, de la salud sexual, la economía, el envejecimiento poblacional…
“No siempre pensar que ser mujeres es estar en desventajas y ser hombres, estar en ventaja. Hay que romper los mitos que todavía entorpecen una relación normal. Utilizar las posibles discrepancias en función de la construcción de políticas inclusivas para ellas y ellos en situaciones vulnerables y, sobre todo, de repensar que hoy las divisiones no solo están dadas por sexos, sino por generación, por status.”
Al argumentar este punto de vista, el reconocido profesor universitario González Pagés, recalca la necesidad de que el IX Congreso debe replantearse “cuál va a ser la relación de la FMC no solo con las mujeres, sino con aquellos hombres que están viendo en la organización una mirada de inclusión. Porque el futuro de cualquier país depende de la capacidad de sus mujeres y de sus hombres, por supuesto. Este Congreso deberá apostar, más que nunca, por la inclusión de los hombres en su agenda en pleno siglo 21 y en momentos de cambios trascendentales para Cuba.”
Sin dudas, importantes y grandes desafíos tienen por delante las mujeres cubanas. Unos para debatir y dilucidar en su Congreso, otros para seguir construyendo en ese día a día de esfuerzos y sacrificios y en los que requerirá del acompañamiento de toda la sociedad. Así deberá ser, porque al decir de la poeta Gioconda Belli, “todo lo creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo”.
