Mirta Kaulard, representante residente del PNUD en Cuba. Foto Miguel Gutiérrez 

Mariela Pérez Valenzuela - Revista Mujeres.- Para acelerar el desarrollo humano sostenible es esencial promover la equidad de género y el empoderamiento de la mujer, y por eso el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) encamina sus acciones al fomento de la igualdad de derechos de las mujeres y niñas, el enfrentamiento a las prácticas discriminatorias y la impugnación de los roles y estereotipos que sirven de sostén a las desigualdades y la exclusión.

En entrevista exclusiva con Mujeres, Mirta Kaulard, representante residente del PNUD en Cuba y Coordinadora del Sistema de Naciones Unidas, expresó que no puede haber desarrollo si –tal como ocurre en la actualidad- el 50% de la población mundial vive discriminada.

Kaulard afirmó que aun cuando se aprecian avances en el acceso de la población femenina a las Asambleas Nacionales (el porcentaje de las mujeres casi se ha duplicado en los últimos 20 años y en pocos países estos organismos están constituidos únicamente por hombres); aunque la tasa de alfabetización escaló de 76% en 1990 a 85% entre las personas adultas, en contraste las mujeres representan el 60% de las personas iletradas en el mundo.

A ello se suma, destacó, que las brechas en el mercado laboral son muy grandes y perduran la violencia y la explotación sexual.

La representante del PNUD contrastó esa realidad con “los resultados extraordinarios de Cuba”, en cuestiones sociales, pues en la Isla el acceso a la salud y a la educación son gratuitos y constituyen un derecho universal.

En esa misma línea, subrayó que ese país muestra tasas de educación superior muy elevadas. El 65% de los graduados en ese nivel de enseñanza son mujeres, a la vez que alcanza resultados importantes en el mundo del trabajo.

Opinó que los Lineamientos para la Actualización del Modelo Económico y Social Cubano plantean de manera clara la importancia de proteger los logros alcanzados en términos de equidad de género.

BEIJING + 20 : NUEVOS COMPROMISOS

Veinte años después de que 189 jefes de Estado y de Gobierno aprobaran en Beijing, la capital china, una plataforma de acción durante la IV Conferencia

Internacional de la Mujer son palpables los avances, y también los desafíos que aún restan.

La plataforma de Beijing, aseguró la funcionaria del PNUD a Mujeres, fue fundamental porque “dio preferencia a nivel global a la temática de transversalización de género y el empoderamiento de la mujer”.

Recordó que en aquella ocasión se creó un plan para el avance hacia la equidad de género “que ha sido fundamental para nuestro trabajo porque apoyamos a las instituciones nacionales en sus prioridades y a las comunidades”.

Kaulard sostuvo que en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre último, lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas es el quinto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a alcanzar en los próximos 15 años, aunque aclaró que “el tema de género está contenido en todos los demás”.

En el caso particular de Cuba, sustentó que esa nación tiene condiciones favorables para alcanzar los ODS y cumplir la agenda para el desarrollo sostenible trazada por los 193 países miembros de las Naciones Unidas. Refirió que en materia de igualdad de género, la Isla tiene identificadas prioridades y retos.

“Hay estudios de instituciones cubanas que mencionan la cultura patriarcal, pero ese es un problema universal. Cuba comparte dificultades con otros países, pero su ventaja es que tiene la capacidad, dispone de instituciones y una organización muy articulada para resolverlas”.

Destacó en ese sentido a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) – que aglutina a más de cuatro millones de federadas de forma voluntaria- como una organización con fuerza, muy estructurada y articulada”.

PNUD: MÁS DE CUATRO DÉCADAS EN CUBA

Durante la entrevista, efectuada en la sede de ese organismo en La Habana, Kaulard precisó que el PNUD colabora con Cuba desde hace más de cuatro décadas en diferentes áreas del desarrollo humano.

En lo que respecta a las dos estrategias aprobadas en la Conferencia de Beijing, la transversalización de género y el empoderamiento de las mujeres, esa entidad de la ONU ha ayudado en la implementación del plan de acción nacional con asistencia técnica, movilización de recursos y generación de espacios de diálogo y toma de conciencia sobre el tema.

De la misma forma, puntualizó, se trabaja en conjunto con otros organismos para potenciar la integración de género en el desarrollo local, a la vez que se apoya la labor de concientización en términos de brecha de género.

Agregó que junto con las instituciones locales se han gestionado proyectos para la creación de empleos femeninos, formación técnica, e iniciativas como la creación de los Comités de género.

Otra acción muy importante ha sido, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública, el diseño de la estrategia de género para lo relacionado con los aspectos educativos de la prevención del VIH/SIDA.

En ese sentido, sostuvo que es una acción comunitaria muy fuerte para permitir la integración de las personas y eliminar la discriminación basada en la orientación sexual.

POR LA IGUALDAD EN LAS EMPRESAS

Dentro de los programas más recientes de colaboración del PNUD con Cuba resaltan dos experiencias desarrolladas dentro de la iniciativa regional de los Sistemas de Gestión de Igualdad de Género, acompañada por el organismo mediante la Comunidad de “Sellos de Igualdad de Género” con el objetivo de promover la paridad en las empresas.

Sobre este asunto puntualizó que se materializan como experiencias cubanas las iniciativas “Igualdad de género para la Gestión con Calidad de la Seguridad Alimentaria (IGECSA)”, iniciada en 2010 con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria reduciendo las brechas de género en entidades del sector agropecuario a partir de la implementación de nuevas prácticas que favorezcan relaciones más equitativas entre las y los trabajadores.

Mencionó también “Igualdad de Género es Salud (IGES)”, que comenzó en el 2013 como experiencia demostrativa de un sistema de gestión para instituciones del sector de la salud en el país.

Explicó que la esencia es cerrar brechas de género y cambiar las prácticas de gestión de las instituciones para asegurar mayores avances en las mujeres, garantizar que la capacitación incluya temáticas de género y que ingresen a las entidades personas sin discriminación.

Resaltó que a finales de 2015, diez cooperativas y entidades de los servicios del sistema de la agricultura se certificaron y recibieron el reconocimiento de IGECSA en su primer nivel “Nos comprometemos con la Igualdad’.

Poco antes de conmemorar este 2016 los 50 años de creado el PNUD, su oficina en Cuba fue certificada con el “Sello de Oro” distinción que han recibido pocas a nivel global.

Estamos muy felices, expresó, por la obtención de este reconocimiento, resultado del trabajo conjunto y sistemático de instituciones cubanas como la FMC, los Ministerios de Salud Pública y de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y la participación de socios de la cooperación internacional.

“La igualdad de género es un asunto de todas y todos y como oficina es importante que nos comprometamos hacia la igualdad de género. Este premio nos motiva aún más”.

Al referirse a la importancia de la comunicación, refirió que “la discriminación y desigualdad entre mujeres y hombres nace en buena medida de patrones sociológicos y patriarcales y, en ese caso, el lenguaje es una expresión cultural muy fuerte”.

Señaló que junto con la editorial Lazo Adentro el PNUD confeccionó un manual como guía para evitar expresiones sexistas, una herramienta que consideró muy útil para los profesionales de la comunicación.

Por último, Kaulard manifestó que el PNUD está comprometido a seguir apoyando la actualización del modelo económico cubano y las nuevas iniciativas de desarrollo sostenible que proyecta la nación caribeña para el cumplimiento de la Agenda 2030.

Para ello, pone a disposición del país la red del conocimiento de la que dispone y a la que Cuba contribuye con el aporte de su valiosa experiencia.