“Ahora corresponde elaborar normas jurídicas que desarrollen los preceptos constitucionales con la coherencia e integralidad que se requiere, el código de las familias será una de esas normas y una de las que con mayor urgencia debemos aprobar porque nuestras familias están necesitando contar con una legislación que establezca las pautas de relaciones más democráticas que otorgue todos los derechos, determine los deberes y garantice una protección efectiva a todos los tipos de familias así como brinde solución a complejas problemáticas que hoy no la tienen. Pongo un solo ejemplo el derecho de las abuelas y abuelos a la comunicación con sus nietos y nietas.
Este código será objeto de consulta popular y referéndum y es en este proceso en el que apreciamos el enorme aporte que puede dar nuestra organización tanto en su contenido como en materia de sensibilización de capacitación. Debemos desarrollar una estrategia de comunicación inteligente que contribuya a fomentar una cultura jurídica con perspectiva de género, para ello la Federación de Mujeres Cubanas cuenta con la Asociación de Juristas de Cuba, las instituciones jurídicas y las Facultades de Derecho de las Universidades. Muchas y muchos juristas son colaboradores de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia y otros son miembros de las Cátedras de la Mujer de las universidades por lo que contamos con una fuerza importante.
Y tenemos esa misión porque es en el espacio familiar donde se hace más compleja y difícil la lucha contra los estereotipos sexistas porque están asentados en las subjetividades, se han naturalizado y no se detectan con facilidad, pero afectan la dignidad, el desarrollo de las personas y el funcionamiento de nuestras instituciones. Tal es así que en nuestra sociedad, donde es indiscutible el avance de la mujer y los logros en materia de igualdad de género, todavía son grandes las brechas en el trabajo doméstico y de cuidado haciéndose compleja la conciliación entre la vida laboral y familiar. Existen manifestaciones de violencia de género y son las mujeres las principales víctimas, hay expresiones de homofobia y transfobia, se subvalora la paternidad, por solo poner algunos ejemplos en los que se afecta el ejercicio de los derechos. De ahí la importancia de potenciar la función educativa del derecho como contribución al avance social.
Los pasados meses vivimos en la discusión del texto constitucional intensas polémicas vinculadas al matrimonio principalmente pero también con otros asuntos del ámbito familiar, provocados precisamente por la existencia de mitos y prejuicios sexistas generadores de discriminación en el seno de nuestra población. En este contexto es muy importante entender que en tanto la familia es la célula fundamental de la sociedad, el espacio familiar tradicionalmente considerado privado es también un espacio de alcance social público y político, porque el desarrollo pleno de las familias es parte de la estrategia integral para alcanzar el pleno desarrollo humano y fortalecer el proyecto de justicia social de la Revolución cubana.
Somos herederas de un movimiento de mujeres que jugó un papel fundamental en los avances legislativos de nuestra nación. Nuestra organización desde su surgimiento ha tenido una iniciativa legislativa vital, ha sido protagonista de los grande logros jurídicos que las mujeres hemos obtenido después del triunfo de la Revolución. Será un homenaje a nuestra inolvidable Vilma, presente en todas nuestras batallas que mucho aportó en el campo de las normas jurídicas y en particular trabajó incansablemente para que pudiéramos contar con un nuevo Código de las Familias a la altura de lo que requieren estos tiempos. Muchas gracias”.