Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- La multilateral guerra mediática contra la Mayor de las Antillas, tiene en El Nuevo Herald uno de sus principales proyectiles. Más allá de algún trabajo con ¿objetividad?, por lo general el portavoz de la delincuencia política de la Florida sobredimensiona los indiscutibles defectos que muestra el Socialismo cubano y/o exhibe ramplonas opiniones que rayan con la imbecilidad como es el caso más reciente: La privatización de la pobreza en Cuba.

En esa entrega de este 23 de Junio, el libelo  de la extrema derecha anticubana culmina su andanada vs. nuestra Revolución con estas palabras: “Es imperativo comprender que en el fondo la revolución cubana acabó siendo un proceso de reprivatización disfrazado de socialista para darle un barniz de legitimidad ante el pueblo cubano y el mundo a las confiscaciones de los sesenta. En realidad el desempleo no es lo único que ha estado disfrazado en Cuba; la revolución entera también lo ha estado” —las negritas son mías, con complemento: estamos distantes de “rosas sin espinas”.

No obstante, para garantizar comunicación epistemológica con mis lectores/as, brindo la siguiente definición de pobreza: es la cualidad de pobre. Este adjetivo hace referencia a las personas que no tienen lo necesario para vivir dignamente, que son humildes o que son desdichadas. La pobreza, por lo tanto, es una forma de vida que aparece cuando las personas carecen de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. Esta condición se caracteriza por deficiencias en la alimentación, por la falta de acceso a la asistencia sanitaria y a la educación, y por no poseer una vivienda que reúna los requisitos básicos para desarrollarse correctamente —las negritas son de la fuente.

(Otros denominaciones en el mismo sentido aparece en Definiciones de Pobreza a cargo de CLACSO, amén de la contribución que brota desde la CEPAL: Indicadores de pobreza y pobreza extrema).

Sobre esta base, de inmediato resalto algunas consideraciones procedentes del sistema de Naciones Unidas en lo que va de 2015 —remarco que es una institución internacional que, si bien es decente en sus aristas más generales, está lejos de ser conceptualizada como una organización comunista— que les permitirán a mis lectores/as conformarse su percepción acerca del asunto que estoy compartiendo.

Sin que el orden que propongo posea una jerarquía en nivel de importancia, primero llamo su atención en el despacho OMS elogia el sistema de salud cubano donde consta que para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el sistema de Salud Pública en el archipiélago nacional, “único e igualitario”, es una de las fortalezas con que cuenta para lograr la eliminación de la transmisión materno-infantil de sífilis y el VIH/SIDA; que Cuba es el primer país del mundo que pasa por el proceso de validación en tal sentido; y que la experiencia que de ello se obtiene es fundamental, incluyendo que el “grupo de expertos [de la OPS en nuestro terreno] ha aprendido mucho”.

También, destaco que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según un medio declaradamente contrarrevolucionario, en declaraciones a Trabajadores aseguró que Cuba “es sin duda un patrón a seguir” en cuanto a las pensiones, y “un referente en los derechos laborales”. “Se evidencia una sociedad que se está renovando y no solo físicamente, sino también en los discursos, y en miradas más abiertas y críticas”. He aquí lo que pudieron constatar líderes regionales de esa Organización que le da seguimiento a la actividad laboral en Nuestra América.

Igualmente, anoto que para la UNESCO somos el único país que ha logrado cumplir los objetivos para el 2015 establecidos por el Foro Mundial de Educación de Dakar en el año 2000, teniendo en cuenta el Informe de Seguimiento en esa dirección elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que revela el estado de la educación en 140 países. “Cuba es uno de los 24 países que han alcanzado una tasa bruta de escolarización (TBE) en la enseñanza preescolar del 80% o superior antes de 1999 y la han mantenido, siendo el único país latinoamericano en integrar este listado, en el que también se encuentran por ejemplo Alemania, España, Suiza, Tailandia y Belarús” —dice ese Informe con subtemas como “Cuba es uno de los países con mayor equidad de género”, entre otros logros.

Asimismo, resalto que la UNICEF confirma que Cuba tiene cero desnutrición infantil. O sea,  un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia bajo el título de Progreso para la Infancia, Un balance sobre la nutrición, acredita que Cuba es el único país de América Latina y el Caribe que ha eliminado la desnutrición infantil severa, gracias a los esfuerzos del Gobierno por mejorar la alimentación del pueblo, especialmente la de aquellos grupos más vulnerables.

Además, traigo a colación que en la percepción de un directivo de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el rol del Estado en la seguridad alimentaria en Cuba está concretado en altos subsidios a los precios de los alimentos básicos que cubren la mitad de las necesidades nutricionales; en la entrega de alimentos gratuitos o a bajísimo precio en centros de salud, educación y comedores obreros; y en la cobertura de grupos sociales vulnerables, como personas enfermas, con discapacidades o adultas mayores.

Y como colofón, significo que un reporte de la agencia de prensa española EFE difundió que la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, dijo en La Habana que ve “muy positivos” los avances en las reformas económicas en Cuba. Específicamente, se lee en el despacho de ese órgano mediático:

“Es un proceso complejo, hay cosas muy profundas que transformar, pero el proceso va muy bien, cambios muy importantes que se ven reflejados muy claramente, por ejemplo, en materia tributaria y empresas estatales muy exitosas con un modelo de desarrollo exportable”. “[Cuba está] en un momento y un proceso que no tiene comparación con nada” [máxime cuando en la Isla han tenido] “logros sociales muy relevantes en materia educativa, de salud, de bienestar y eso es lo que ese sistema de actualización quiere cautelar”. “Cuba está avanzando, está cambiado a un paso mucho más acelerado de lo que la gente afuera puede detectar, aquí hay cambios muy importantes que se están dando y la característica principal es que la gente sabe lo que se está haciendo, lo que es una característica única de este proceso” —fueron palabras de la Bárcena en la ocasión.

Así, queda revelado que desde el sistema de Naciones Unidas —ojo: organismo ajeno al Comunismo— se desmiente al difamador de turno Made in El Nuevo Herald y, de paso, se evidencia cómo es nuestro proyecto económico-social, incluso, “contra viento y marea” —al decir del ciudadano/a común. Todo, al margen de que quien escribe estas líneas no es exactamente un apologético de la Revolución en el Caimán Verde —ante la duda, recomiendo ver, por ejemplo: Cuba: luces y sombras de su 1er semestre de 2015.