Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Semanas tras semanas, la prensa mundial informa a la opinión pública la tragedia que viven miles y miles y miles de personas que procedentes del Oriente Medio intentan llegar al Viejo Continente en busca de alivio a sus galopantes desgracias. Quizás el relato más impresionante nos lo proporciona Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, quien en una declaración exige medidas para evitar sufrimiento a niños/as migrantes y refugiados en la Unión que comanda Bruselas.
Desde Nueva York, 72 horas atrás, el máximo directivo del organismo de Naciones Unidas que se ocupa del bienestar de la Infancia significa las desgarradoras imágenes en las que aparecen cuerpos de niños/as varados/as en las orillas de Europa o asfixiados en la parte trasera de camiones que atraviesan fronteras o en brazos de progenitores desesperados que tratan de pasarlos por encima de cercas con alambres de púas; al tiempo que alerta que a medida que se profundice tal crisis, estas no serán las últimas imágenes conmovedoras que aparezcan en las redes sociales del mundo, en las pantallas de nuestros televisores o en la primera página de nuestros periódicos; sin obviar la exigencia de las medidas siguientes:
Proteger a estos niños mediante la prestación de servicios esenciales —atención de la salud, alimentos, apoyo emocional y educación— y la provisión de refugios adecuados para los migrantes y refugiados que permitan a las familias mantenerse unidas.
Desplegar un número adecuado de expertos capacitados en bienestar de la infancia para apoyar a los niños y a sus familias.
Mantener las operaciones de búsqueda y rescate —no solamente en el mar, sino también por tierra, en las fronteras por donde pasan estas familias— y hacer todos los esfuerzos posibles para evitar el abuso y la explotación de los niños migrantes y refugiados.
Considerar prioritario el interés superior del niño en todas las decisiones que les afecten, especialmente en los casos de petición de asilo.
Entretanto, Anthony Lake subrayó que los corazones de quienes integran el organismo que él representa están hoy con las familias que han perdido a sus hijos/as frente a las costas, en las orillas y en las carreteras europeas; y que mientras tienen lugar los debates sobre las políticas, no debemos nunca perder de vista la dimensión profundamente humana de esta crisis; al paso que se pronunció por no olvidar lo que hay detrás de muchas de las historias de las familias que buscan refugio en Europa: conflictos terribles como el de Siria, que ya ha obligado a unos 2 millones de niños/as a huir de su país.
Es precisamente la alusión del Director Ejecutivo de UNICEF al conflicto en Siria, lo que me lleva a escribir las líneas que continúan:
Recuerdo que en Agosto de 2013, redacté Siria solo necesita de su pueblo donde resalté que con doce meses de antelación había advertido que Damasco estaba en la mirilla del Pentágono; y a la sazón me apoyé en un informe del madrileño rotativo EL PAÍS que aseguraba que jefes de los Estados Mayores de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Catar se reunirían en Jordania para abordar las consecuencias de la crisis en predios sirios y su posible cooperación militar, pasando por el apoyo intensivo en entrenamiento y medios a los ¿rebeldes? para que pudieran presentar batalla al Ejército del Presidente Bashar Al-Assad.
En correspondencia, a esta altura propongo meditar a partir de las preguntas siguientes: ¿Será pertinente creerse el cuento de que la Casa Blanca no tiene nada que ver con la desdicha que hoy día vive el pueblo sirio? ¿Será que la coalición que entonces/actualmente acompaña a Estados Unidos en tan deleznable propósito debería estar excluida de los males mencionados por la citada Declaración de UNICEF? ¿Cómo será posible dejar de exigirle a Londres, París, Berlín, Roma y demás autoridades de la Unión Europea —sin descartar a Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Catar— una acción urgente que paralice el infierno que viven tantas personas procedentes de Siria y otros confines?
Si al examen que realizo le incorporo el análisis contenido en Siria No quiere Guerra; ¿y Occidente? en cuya inscripción destaqué un informe publicado por el diario estadounidense The Wall Street Journal en Julio de 2012 en el cual el Gobierno de Obama y representantes de la extrema derecha mundial quedaban incómodos con el acontecer en torno a Siria, entonces me siento en condiciones de acreditar que Washington, Bruselas y sus aleados son los responsables auténticos de la actual crisis migratoria que se escenifica en Europa. Moralmente, pues, esas Administraciones están obligadas a atender a los desplazados de Siria y el Oriente Medio en general.
