Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- El “odiador en jefe” (1) no se cansa de ofender al prójimo. En los primeros días de este año, resalté que sus víctimas fueron pakistaníes, palestinos, iraníes, norcoreanos (2). Seis meses después, aludí a cómo una revelación de Michael Moore y las críticas del Consejo de Derechos Humanos posiblemente influyeron en el hecho de que Trump apareciera en el banquillo de los acusados de la OEA (¿¡!?) por el tema de la separación de familias de inmigrantes (3). En las últimas horas, la tortura moral provocada por el susodicho recayó en la periodista de ascendencia mexicana Cecilia Vega, de la cadena ABC News.
Resulta que cuando el hombre clave de la Oficina Oval se encontraba realizando una rueda de prensa en la Casa Blanca tras el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), le cedió la palabra a esa periodista; ella pareció tardarse un poco, pues estaba esperando el micrófono; el mandatario ironizó diciendo que la joven estaba “sorprendida de que la haya elegido a ella” para hacerle una pregunta; Cecilia intentó decirle que “no estaba pensando”; y el Donald J. la interrumpió respondiéndole “tú nunca piensas” —y los funcionarios que se encontraban acompañándolo respondieron con risas (4).
Según la misma fuente empleada, como consecuencia del bochornoso episodio protagonizado por quien también desprecia a puertorriqueños/as (5) no pocas personas lo llamaron misógino, al tiempo que la Vega escribió en su cuenta de Twitter que una periodista puede hacer las preguntas que quiera hacer, basándose en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que hace referencia a la libertad de prensa y de expresión. Puntualmente, escribió: “Una conferencia de prensa significa que puedes hacer cualquier pregunta que quieras hacer”.
Luego la Casa “Oscura” publicó una transcripción del evento, donde Trump pronunció esas palabras al dirigirse a la periodista de marras. En la interpretación corregida, aparece la frase de Trump “ya sé que no estás agradeciendo, nunca lo hace”, y así quedó sustituido el verbo "thinking" (pensando) por "thanking" (agradeciendo) (6) —como quien quiere opacar la mancha.
Al calor de lo que acabo de narrar, me saltó a la mente que en Mayo pasado un despacho de CNN en español dio cuenta de que Donald “no entiende o ignora la diferencia entre una historia que a él no le gusta y otra que no es verdad”. “Lo que él llama noticias falsas no tiene ninguna falsedad en absoluto. Lo que sí es cierto es que simplemente no le gusta leer sobre eso porque lo pinta falible, y él odia eso”. “Cada vez que Trump dice o publica en Twitter las palabras 'noticias falsas' lee entre líneas en las palabras 'malo para mí'. Es revelador. Iluminador. Y verdadero” (7).
Con estos presupuestos, pregunto: ¿Será muestra de inteligente y reflejo de un hombre de pensamiento una persona que manifiesta su incapacidad para distinguir una noticia falsa de una información acerca de lo negativo?
Concluyo: D. J. T., además de manipulador ante la prensa en su condición de pichón de estadista, ¿confunde? lo que es pertinente con lo inteligente. Entonces, se me ocurre parafrasear un refrán popular: frente a su ofensa a la periodista de ascendencia mexicana Cecilia Vega, de la cadena ABC News., Trump se comportó como “un pájaro tirándole a la escopeta”. ¡Qué pena!
Referencias:
1.- https://www.nytimes.com/es/2017/10/10/polariza-y-conquista-por-que-trump-ataca-a-todos/.
2.- http://kaosenlared.net/trump-y-un-secreto-a-voces/.
3.- http://kaosenlared.net/trump-en-el-banquillo-de-los-acusados-de-la-oea/.
7.- https://cnnespanol.cnn.com/2018/05/09/trump-noticias-falsas-criticas-medios/.
