Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Hace más de un lustro reiteré que el pueblo legitima a sus Legisladores/as en tanto que sabe que ellos/as no disfrutan de privilegios personales ni beneficios económicos; que durante el tiempo que emplean en el desempeño efectivo de sus funciones, perciben el mismo salario o sueldo de sus centros de trabajo y mantienen el vínculo con éste; que rinden cuenta del cumplimiento de sus quehaceres; y que “tienen el deber de desarrollar sus labores en beneficio de los intereses del pueblo, mantener contacto con sus electores, oír sus planteamientos, sugerencias y críticas, y explicarles la política del Estado” (1). Hoy, redoblo mi Reconocimiento a nuestros Parlamentarios/as y al propio tiempo…
Justamente porque he meditado y vuelto a meditar alrededor de lo propagado sobre la percepción de Diputaods/as en la Mayor de las Antillas —básicamente en lo que nos queda por hacer en torno al delito, independientemente de la proeza que construimos (2)—, considero que quienes nos representan en la máxima instancia del Estado han de profundizar tanto como les sea posible en determinados preceptos advertidos por el Presidente Díaz-Canel: “Todo no tiene una solución inmediata, pero el problema no crece si le vamos arrancando pedazos, y se va creando una sinergia de solución”. “[Es imprescindible] tocar los problemas con las manos, salir de las oficinas y estar en contacto directo con la gente; los directivos tienen que rendir cuenta de su gestión” (3). Y considero igualmente que nuestros/as representantes están en la obligación de velar y exigir que ello se cumpla.
Escapó a la casualidad que casi año y medio atrás me pronunciara a favor de que la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) debería tener un punto focal en el uso de los recursos en función de los intereses del pueblo. He aquí la causa por la cual esperé que el Dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos sobre el Informe de liquidación del Presupuesto del Estado del año 2016 no solo apuntara que “El control de los combustibles resulta ineficiente al detectarse indisciplinas y desvío del uso de este recurso vital para el cumplimiento de las producciones que generan ingresos y garantizan los servicios básicos” sino que además en sus “recomendaciones” apareciera la propuesta de una medida precisa contra los responsables de ello, y NO fue así (4). A esta altura, continúo con la misma espera de acuerdo con lo que he consultado/trascendido acerca de ilegalidades (5, 6, 7).
De cara a esta problemática, insisto en lo que propuse hace tres meses acerca de nuestros Parlamentarios/as y la Contraloría, a saber (8):
Los miembros de la ANPP deben realizar audiencias públicas a partir de los temas que abordan cada una de las comisiones cuyos debates/resultados no siempre llegan a la población; sin dejar de trasladar las inquietudes de sus electores/as a cualquier instancia del Estado y ofrecer a sus votantes la respuesta recibida. Ello es tanto más apremiante, si no se obvia que es un reclamo popular incrementar el accionar y sanciones severas contra los infractores de la Ley.
La Contraloría ha de prestar especial atención a los actos de corrupción y la presencia de nepotismo en todas las instancias administrativas; velar porque los autores de estas faltas sean sancionados según la Ley y, cuando la magnitud del suceso lo aconseje, sus nombres se den a conocer a la opinión pública —un paso de avance se halla en: “Corrupción: Peligro que nos afecta a todos” (9). También, velará porque quien dirija en cualquier eslabón y/o sector estatal, así como su familia y allegados/as, convivan del fruto de sus esfuerzos personales y disfruten de todo aquello propiciado por el trabajo honrado alejado de privilegios, prebendas e ilegalidades.
Por demás, razono que nuestros Legisladores/as también deben pronunciarse sobre el porqué no es tangible la acotación del Compañero Raúl Castro hace precisamente un año:
“Nadie puede calcular, ni el más sabio de los sabios que tengamos nosotros, el elevado costo que ha significado para el sector estatal la persistencia de la dualidad monetaria y cambiaria, la cual favorece la injusta pirámide invertida, donde a mayor responsabilidad se recibe una menor retribución y no todos los ciudadanos aptos se sienten motivados a trabajar legalmente, al tiempo que se desestimula la promoción a cargos superiores de los mejores y más capacitados trabajadores y cuadros, algunos de los cuales emigran al sector no estatal./ Debo reconocer que este asunto nos ha tomado demasiado tiempo y no puede dilatarse más su solución” —las negritas son mías y en la fuente aparece en paréntesis “Aplausos” (10).
Concluyo: como muestra de nuevos desafíos (11), por un lado pienso que debe ser mayor la concreción del pulso popular en el Parlamento y estoy convencido que ello irá in crescendo —seguramente así será ante el borrador de la futura Constitución; y en paralelo me acompaña la certeza de que nuestros Legisladores/as elevarán la exigencia ante la corrupción y actos afines como las ¿legalidades? (12) —reflejo de respuestas a los reclamos del pueblo. Por tanto, apuesto a que en Cuba será cada vez más y mejor el protagonismo de sus Diputados/as. ¡Amén!
Referencias:
1.- http://2014.kaosenlared.net/secciones/43799-el-diputado/a-de-mi-preferencia.
3.- https://kaosenlared.net/cuba-diaz-canel-advierte-el-camino/.
5.- http://www.cubadebate.cu/especiales/2018/06/20/combustible-en-fuga-i-parte/#.XBjXoiyN6M8.
8.- http://kaosenlared.net/cuba-propuestas-al-proyecto-de-constitucion-5-y-final/.
11.- http://kaosenlared.net/cuba-hazana-2017-deviene-desafio-2018/.
