Gerardo Moyá Noguera*.- "Se me ofrecieron varios para traerme la cabeza de Maceo por 30.000 dólares y ya ve, yo no lo acepté así se mata a los bandidos y aquel era un valiente que había de morir como murió, honrosamente frente a frente, como un león.Y cuando ya estaba a punto de acabar todo (la revolución) viene mi relevo impuesto por los americanos a los que no puedo ver , y el gobierno español manda a Blanco, que estaba enfermo de la médula". Hay en estas palabras, sabias palabras, dos hechos muy importantes. La existencia de mercenarios que se dirigieron al general por traerle la cabeza por "un puñado de dólares" y segundo y no menos importante al decir el general Weyler "a los americanos que no puedo ver".
Entonces había y existía un respeto extraordinario entre Maceo y Weyler. Maceo luchaba incansablemente por la independencia de Cuba y Weyler, como militar estaba a las órdenes del gobierno de turno español, que por aquel entonces el presidente era Sagasta. Ahora existe respeto entre los jefes de estado, pero el divorcio existente entre (ahora) el estamento militar y político y ciudadanos es muy amplio desgraciadamente. podrían o no estar de acuerdo con lo hecho por el general en Cuba, pero nuestro mayor agradecimiento e indiscutible hacer en la manigua cubana es la del lugarteniente general Antonio Maceo Grajales. Siendo, como ya sabes sus últimas palabras "esto va bien" fueron proféticas e irreparables. Maceo fue llamado el "titán de bronce", habiendo sido herido más de 20 veces por las tropas españolas. Todo demuestra que Maceo fue una persona íntegra, honesta y sobre todo, luchadora por la independencia de Cuba que se logró, como todos sabemos, en 1959, año del triunfo definitivo de la Revolución cubana, comenzada por Céspedes en 1868. Puede haber multitud de mercenarios dispuestos a todo, pero nunca jamás se apoderarán de Cuba por muchos ofrecimientos que les hagan.
Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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