Gerardo Moyá Noguera*.- Cuba es y será siempre un gobierno revolucionario y el ínclito comandante Fidel Castro su más grande luchador por la causa. En Cuba no hubo un golpe de estado como algunos afirman, sino una revolución contra el dictador Batista que en su tiempo era el patio trasero del imperio/EEUU a donde iban a divertirse los estadounidenses, pero como muy bien dice la canción del cantautor Carlos Puebla: "Lllegó el comandante y mando a parar".
Así de clarito. No nos cabe otra opción de decir que el gobierno del imperio/EEUU apoyado por la CIA y sus mercenarios-esbirros contrarrevolucionarios tienen en sus genes mucho odio hacía Cuba y su Revolución. Este odio es casi perpetuo, pero algún día se darán perfecta cuenta que este no es el camino, ni mucho menos con el fin de ahogar a los cubanos buenos que son la gran mayoría, tanto fuera de Cuba como en su interior. La disidencia cubana no podrá jamás contra el pueblo cubano, actuando siempre a traición y ahí viene bien afirmar lo que nos dejó dicho Ignacio de Loyola: "En una fortaleza sitiada, cualquier disidencia es una traición". Cuba está sitiada y bloqueada hace más de 60 por el imperio/EEUU y no nos cabe otra opción que seguir en la lucha contra estos traidores. no debe estar en el odio el remedio de los males del imperio/EEUU, sino en escoger bien el camino del socialismo. Este real y verdadero socialismo no pasará nunca porque en Cuba y Latinoamérica son los hombres y mujeres quienes lo sostienen, o sea, el pueblo unido.