“El Cuate” ha sido recibido en las instalaciones del Colegio Kukulcán por el Comité Cancunense de Apoyo a Los Cinco quienes con un sencillo acto le han dado la bienvenida. También estuvo presente una delegación del Consulado de Cuba en Cancún con la presencia del vicecónsul Erish Herrera y su esposa.
Aprovechando la oportunidad, “El Cuate” se ha dirigido al alumnado para rememorar como fue que conoció al Comandante de la Revolución Fidel Castro en su armería de la Ciudad de México, contando la anécdota de como hizo repetir a Fidel tres veces la misma pregunta con respecto a una pieza específica de los rifles.
Así mismo, contó a los alumnos acerca de lo que sintió cuando el Comandante Fidel le informara 15 días antes de partir en el Granma que él no iba a formar parte de la expedición para derrocar al dictador Fulgencio Batista a pesar de que había sido él mismo quien había proporcionado la embarcación al movimiento de liberación.
Raquel Ortiz, coordinadora del Comité Cancunense de Apoyo a Los Cinco le explicó que la tarea del colectivo no había llegado a su fin con la liberación de los cinco héroes pues aún faltaba seguir luchando por conseguir el fin del brutal bloqueo por parte de Washington así como del desmantelamiento de la base militar estadounidense en Guantánamo.
“El Cuate” entonces comentó que él se había reunido el febrero pasado con Los Cinco durante su visita a la Feria del Libro de La Habana. Ahí, les dijo que a ellos no los había liberado ni el Papa Francisco ni Barack Obama, que los había liberado Fidel, de la misma manera que lo había liberado a él cuando Washington lo sentenciara a cinco años de prisión por enviar armas a los revolucionarios de Sierra Maestra.
Tras escuchar a los alumnos del colegio que le dedicaron la canción “Hasta siempre comandante” de Carlos Puebla, “El Cuate” comentó a los presentes que él había trabajado para el Che durante dos años en el Ministerio de Industria y que por lo tanto solo a él se refería con el título de comandante pues a Fidel le decía Fidel, a Raúl le decía Raúl y a Camilo, Camilito.
Por último, los participantes en el acto se dirigieron al busto de José Martí para que “El Cuate” rindiera homenaje al Apóstol de América. Ahí se le hizo entrega de un reconocimiento por parte de los anfitriones para recalcar que el haber proporcionado armas así como el yate Granma a los expedicionarios bajo el liderazgo de Fidel, habría de hecho contribuido de forma decisiva en la Revolución Cubana y en el presente movimiento soberano que se vive en América Latina.
