Lejos de los propósitos que limitan el acceso y reproducción de la tecnología, los estudiantes están apoyados por una industria en la que participan también profesores de la UCI y especialistas de otras instituciones. ¿Su prioridad?, la creación de un software útil a sectores diversos, que vuelva más humano el camino de hacer.
Para la Salud, la informática cuenta. Hospitales cubanos han adquirido equipos de tomografías axiales computarizadas, resonancias magnéticas, rayos X digitales... Todos ellos requieren de un sistema que procese las imágenes y dinamice labores dentro de cada institución.
De acuerdo con Leodán Vega, integrante del proyecto, Alas PACS y Alas RIS gestionan el flujo de pacientes y el de imágenes propio de los departamentos o salas de radiología. Complementan así la información brindada por estos equipos de alta tecnología, en pos de mejorar la atención médica.
La idea consiste en garantizar un lugar central donde las imágenes concurran, se almacenen, y desde allí los especialistas puedan acceder a los estudios de cualquier paciente.
Ahora se perfecciona. Hospitales como el Pando Ferrer, el CIMEQ, el Fructuoso Rodríguez, y el Centro Médico de Alta Tecnología Salvador Allende ––que está enclavado en Venezuela y forma parte de la Misión Médica Cubana en ese país––, lo emplean en sus áreas de imagenología. Sugerencias e ideas de los especialistas de esas instituciones han desempeñado un papel muy importante en el mejoramiento y adaptabilidad de las aplicaciones a las necesidades del proceso médico.
Para los estudiantes también las ventajas son claras: "Antes —afirma Leodan— si querían aprender a diagnosticar una tomografía axial computarizada, tenían que ir al equipo donde estaba la estación especializada, e interrumpían el flujo de trabajo del hospital. Incluso los especialistas diagnostican en los equipos, así que el operador tiene que esperar para poder hacer el siguiente estudio.
"Ahora hablamos de que los especialistas trabajen desde otras computadoras habilitadas con el programa para diagnosticar; y, al mismo tiempo, los alumnos puedan disponer también de esa información."
Los participantes en el proyecto lo confirman como un sistema competitivo. "Hemos estudiado muchos de los que hay en el mundo para buscar las funcionalidades que ellos proponen y las que a nosotros nos faltan. Hoy podemos decir que, si los nuestros no se encuentran a la altura de los mejores, estan llegando allá".
UN SOFTWARE ES CUARTO AL BATE
En Beijing, durante los Juegos Olímpicos, una aplicación informática estudiaba al oponente. El precio del servicio, en el caso de un jugador de béisbol, ascendía hasta los 1 000 dólares; si se trataba de un equipo completo, llegaba a costar 24 000.
La UCI combina también informática y deporte. El sistema de estudio de contrarios ofrece una mirada del equipo rival; facilita el trabajo de los entrenadores, de los deportistas. A la vez que permite conocer las fortalezas y debilidades del oponente, ofrece pistas para erradicar las nuestras.
Leonardo González, participante en el proyecto, señala que la planilla de los anotadores, donde confluyen los datos de cada jugador, "es más complicada y todo a mano. Cuando se acaba el partido, tienen ellos mismos que hacer los cálculos".
En cambio, el nuevo sistema brinda informes individuales y colectivos; genera estadísticas que indican, incluso, con qué tipo de lanzamiento es posible dominar a un bateador.
Leonardo afirma que la aplicación fue utilizada en eventos como la Olimpiada del Deporte Cubano y siempre trajo tremendos resultados para nuestro equipo.
GESTIONANDO ESTADÍSTICAS
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) planteó el problema. MICROSET, una aplicación de los años setenta, aún viabiliza su flujo de trabajo. La mayoría de los datos recibidos desde los centros informantes todavía es captada de forma manual. Para más, la información que se almacena durante años, acumulada en ficheros de texto, es de difícil consultoría.
Dariel Núñez, uno de los creadores de SIGE (Sistema Integrado de Gestión de Estadísticas), indica que la aplicación está en vías de perfeccionamiento. El fin es crear una red en los niveles municipal, provincial y nacional de la Oficina.
Para Elena Fernández, directora de Informática de la ONE, y quien tuvo un papel protagónico en el desarrollo de SIGE, el software da al traste con viejas maneras de procesamiento. La información acumulada en una sola base de datos, la existencia del clasificador único de indicadores y el módulo de generación de reportes estadísticos, facilitan la labor de los especialistas. Otro mérito está en que, por parte de la UCI, solamente los estudiantes desarrollaron el proyecto.
"¿Qué es lo que se quiere con SIGE? Hacer un poco más humana la recopilación de la información y su procesamiento", señala Dariel, quien afirma que la versión más acabada estará concebida, como parte de la política de independencia tecnológica, sobre software libre.
Hay programas destinados a la Educación, a la formación de futuros cirujanos, al adiestramiento de conductores. Otros, como Alas APS, proponen organizar mejor las condiciones de trabajo para la atención primaria de salud. Nova, una distribución cubana de Sistema Operativo basada en Linux que quiere contribuir a la migración nacional hacia software libre, apuesta por alcanzar un estado total de soberanía tecnológica.
Las aristas son infinitas. El esfuerzo responde. La UCI no rechaza el ingenio foráneo, pero sí construye, desde Cuba, aplicaciones orientadas no solo a la exportación, sino a un mejor desarrollo nacional con inspiración y talento propios.
Para la Salud, la informática cuenta. Hospitales cubanos han adquirido equipos de tomografías axiales computarizadas, resonancias magnéticas, rayos X digitales... Todos ellos requieren de un sistema que procese las imágenes y dinamice labores dentro de cada institución.
De acuerdo con Leodán Vega, integrante del proyecto, Alas PACS y Alas RIS gestionan el flujo de pacientes y el de imágenes propio de los departamentos o salas de radiología. Complementan así la información brindada por estos equipos de alta tecnología, en pos de mejorar la atención médica.
La idea consiste en garantizar un lugar central donde las imágenes concurran, se almacenen, y desde allí los especialistas puedan acceder a los estudios de cualquier paciente.
Ahora se perfecciona. Hospitales como el Pando Ferrer, el CIMEQ, el Fructuoso Rodríguez, y el Centro Médico de Alta Tecnología Salvador Allende ––que está enclavado en Venezuela y forma parte de la Misión Médica Cubana en ese país––, lo emplean en sus áreas de imagenología. Sugerencias e ideas de los especialistas de esas instituciones han desempeñado un papel muy importante en el mejoramiento y adaptabilidad de las aplicaciones a las necesidades del proceso médico.
Para los estudiantes también las ventajas son claras: "Antes —afirma Leodan— si querían aprender a diagnosticar una tomografía axial computarizada, tenían que ir al equipo donde estaba la estación especializada, e interrumpían el flujo de trabajo del hospital. Incluso los especialistas diagnostican en los equipos, así que el operador tiene que esperar para poder hacer el siguiente estudio.
"Ahora hablamos de que los especialistas trabajen desde otras computadoras habilitadas con el programa para diagnosticar; y, al mismo tiempo, los alumnos puedan disponer también de esa información."
Los participantes en el proyecto lo confirman como un sistema competitivo. "Hemos estudiado muchos de los que hay en el mundo para buscar las funcionalidades que ellos proponen y las que a nosotros nos faltan. Hoy podemos decir que, si los nuestros no se encuentran a la altura de los mejores, estan llegando allá".
UN SOFTWARE ES CUARTO AL BATE
En Beijing, durante los Juegos Olímpicos, una aplicación informática estudiaba al oponente. El precio del servicio, en el caso de un jugador de béisbol, ascendía hasta los 1 000 dólares; si se trataba de un equipo completo, llegaba a costar 24 000.
La UCI combina también informática y deporte. El sistema de estudio de contrarios ofrece una mirada del equipo rival; facilita el trabajo de los entrenadores, de los deportistas. A la vez que permite conocer las fortalezas y debilidades del oponente, ofrece pistas para erradicar las nuestras.
Leonardo González, participante en el proyecto, señala que la planilla de los anotadores, donde confluyen los datos de cada jugador, "es más complicada y todo a mano. Cuando se acaba el partido, tienen ellos mismos que hacer los cálculos".
En cambio, el nuevo sistema brinda informes individuales y colectivos; genera estadísticas que indican, incluso, con qué tipo de lanzamiento es posible dominar a un bateador.
Leonardo afirma que la aplicación fue utilizada en eventos como la Olimpiada del Deporte Cubano y siempre trajo tremendos resultados para nuestro equipo.
GESTIONANDO ESTADÍSTICAS
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) planteó el problema. MICROSET, una aplicación de los años setenta, aún viabiliza su flujo de trabajo. La mayoría de los datos recibidos desde los centros informantes todavía es captada de forma manual. Para más, la información que se almacena durante años, acumulada en ficheros de texto, es de difícil consultoría.
Dariel Núñez, uno de los creadores de SIGE (Sistema Integrado de Gestión de Estadísticas), indica que la aplicación está en vías de perfeccionamiento. El fin es crear una red en los niveles municipal, provincial y nacional de la Oficina.
Para Elena Fernández, directora de Informática de la ONE, y quien tuvo un papel protagónico en el desarrollo de SIGE, el software da al traste con viejas maneras de procesamiento. La información acumulada en una sola base de datos, la existencia del clasificador único de indicadores y el módulo de generación de reportes estadísticos, facilitan la labor de los especialistas. Otro mérito está en que, por parte de la UCI, solamente los estudiantes desarrollaron el proyecto.
"¿Qué es lo que se quiere con SIGE? Hacer un poco más humana la recopilación de la información y su procesamiento", señala Dariel, quien afirma que la versión más acabada estará concebida, como parte de la política de independencia tecnológica, sobre software libre.
Hay programas destinados a la Educación, a la formación de futuros cirujanos, al adiestramiento de conductores. Otros, como Alas APS, proponen organizar mejor las condiciones de trabajo para la atención primaria de salud. Nova, una distribución cubana de Sistema Operativo basada en Linux que quiere contribuir a la migración nacional hacia software libre, apuesta por alcanzar un estado total de soberanía tecnológica.
Las aristas son infinitas. El esfuerzo responde. La UCI no rechaza el ingenio foráneo, pero sí construye, desde Cuba, aplicaciones orientadas no solo a la exportación, sino a un mejor desarrollo nacional con inspiración y talento propios.
