Chema García Goday – Cubainformación.- El pasado 4 de Diciembre de 2010, el periódico español Público en su página 17 publicaba una noticia titulada “Bono dice que Toledo no es un prosaharaui (a la altura)”. En la crónica, se hace referencia a unas declaraciones del presidente del Congreso de diputados, José Bono, en las que justificaba la detención de seis activistas, entre los que se encontraba el actor Willy Toledo, que lanzaron proclamas en favor de la libertad del pueblo saharaui. Bono explicó que “cuando alguien se manifiesta en el Congreso estando éste reunido es un tipo penal específico”; además, sostuvo que los activistas insultaron a los diputados llamándoles “diputados chorizos” y centró las críticas sobre Willy Toledo diciendo: “se puede tener fama por ser artista, pero por hacer gamberradas, la fama que se ha de tener es mala”. Finalmente, instó a los defensores de la causa saharaui a “buscar defensores que estén a la altura” de la misma. En el artículo también se recogía la versión de los activistas que habían gritado “Sahara libre”, pero negaban haber lanzado cualquier improperio hacia los parlamentarios.


No obstante, en la edición digital de este diario, www.publico.es, en la sección “publico.tv” hay un video de Atlas con fecha 3-12-10, donde se entrevista al dirigente del PSOE sobre este incidente. En el video, además de las declaraciones recogidas anteriormente, Bono, con voz meliflua, dice aludiendo a Willy Toledo: “Este señor, Toledo, no le he visto ninguna película, no sé si trabaja ahora... Se puede tener fama por ser artista o por hacer teatro, pero por hacer gamberradas la fama que se ha de tener es mala”. Posteriormente, añade, cambiando la entonación de su voz para demostrar asombro y desaprobación: “Recuerdo cuando murió Zapata, un disidente cubano, de hambre... A cualquier persona normal la muerte de cualquier otro ser humano no le produce alegría, incluso le produce tristeza. En este caso no solamente el Sr. Toledo no fue respetuoso, sino que dijo que era un delincuente común, de un disidente político”, alzando su voz al pronunciar estas últimas palabras para indicar estupor e incluso desprecio. Finalmente, José Bono recomienda: “A veces para defender al pueblo saharaui habría que buscar defensores que estén a la altura del pueblo saharaui”.

El destacado dirigente del PSOE se retrata y da una lección de cómo desacreditar a una persona que además no le puede rebatir. En primer lugar, cuando afirma que “hay una falta y un delito cuando alguien se manifiesta en el Congreso estando éste reunido”, habría que recordarle que en el año 2003 un grupo de artistas afines al PSOE interrumpieron un debate parlamentario sobre la guerra de Irak y la entonces presidenta del Congreso (del PP), ordenó su expulsión de la Cámara, pero no su detención y posterior procesamiento, aunque parece que lo que realmente molestó al Sr. Bono, es que los activistas prosaharauis llamasen, según él, “chorizos” a los diputados. Ahora bien, lo que es totalmente indignante, son sus descalificaciones a Willy Toledo: le acusa de hacer “gamberradas”, por actuar de manera muy parecida a los artistas pro-PSOE siete años antes, realiza insinuaciones maliciosas (“este señor, Toledo, no sé si trabaja ahora”), pone en duda que el actor sea una persona normal (“a cualquier persona normal, la muerte de cualquier otro ser humano no le produce alegría, sino tristeza...”) y finalmente demuestra su desprecio hacia el Sr. Toledo por manifestar que el preso cubano Zapata era un delincuente común y no un preso político. Cuando hace unos meses Willy Toledo hizo unas declaraciones refiriéndose al fallecimiento del preso cubano Orlando Zapata, lamentó su muerte (no se alegró de ella), pero efectivamente dijo que era un preso común y no político. Estas manifestaciones originaron un linchamiento mediático del actor y ahora el presidente de la Cámara ahonda en las mismas descalificaciones; además, considera una verdad absoluta que Zapata era un preso político. Ya entonces, el gobierno cubano publicó múltiples informaciones que desmentían el carácter político de los delitos por los que estaba condenado Orlando Zapata, pero esa versión ni siquiera se puede considerar y se eleva prácticamente a la categoría de blasfemia su mero cuestionamiento.

Según el diccionario de la lengua española, calumniar es “atribuir falsa y maliciosamente a alguno palabras, actos o intenciones deshonrosas” y difamar es “desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando cosas contra su buena opinión y fama”. El Sr. Bono es un veterano político que hace alarde de su españolidad, su catolicismo y su militancia socialista, pero según estas definiciones, ha calumniado y ha difamado a Willy Toledo, además de aprovechar la ocasión para atacar de forma sibilina a la Revolución cubana, indicando que allí los “disidentes mueren de hambre”. Esta conducta debería ser contradictoria en una persona que continuamente intenta dar lecciones de ética, sin embargo, si se considera la trayectoria política del presidente del Congreso de diputados español, ha demostrado una vez más que es un “españolazo sociata”, calumniando y difamando a alguien que resulta molesto por su activismo político y que, por si fuera poco, cometió la “terrible osadía” de defender a la Revolución cubana, cuando los medios de comunicación (más bien empresas de comunicación) dominantes impedían que se conociese la versión del gobierno cubano.

 

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