Gretel Díaz Montalvo - Trabajadores.cu.- “¡Ojalá se cumpla lo planificado!”, expresó Raúl Fuentes, jefe de mantenimiento de la empacadora Raúl Cepero Bonilla, (entidad camagüeyana que produce embutidos, masas cárnicas, ahumados de cerdo para la canasta familiar, la comercialización en divisas y para organismos nominales como salud), durante la asamblea de presentación del plan técnico económico del presupuesto del 2013.

“Todos los días se rompe algo- continúa Raúl- y se debe arreglar, por eso es importante el apoyo y que te digan bien claro lo que tenemos y lo que te van a dar para las reparaciones. El mantenimiento es la base necesaria para el éxito de la producción, pues sin el funcionamiento de los cuatro elementos: agua, calor, vapor y energía la producción en la empresa se puede parar”.

Hablar claro y sin abuso de cifras es, a lo largo de los años, una de las peticiones más deseadas por los trabajadores de la fábrica, pues a la hora de explicar el empleo del presupuesto no comprendían a cabalidad la cantidad de dinero con que contaban.

Es en ese sentido que, en este período del año, tal proceso se caracteriza como un momento diferente en la historia laboral, en tano otorga mayor credibilidad y marca su presencia en los centros de trabajo porque a través de asambleas sindicales, reuniones de balance, los obreros han planteado sus principales inquietudes y conocen, a su vez, los miles de pesos que pueden acometer en beneficio de la entidad y las características de su ejecución.

A pesar de iniciar el 2013 con dos acuerdos incumplidos, con una poca correspondencia en el acumulado por el empleo de carne de cerdo con precios nacionales en la elaboración de productos en divisa, lo que provocó una afectación en las utilidades de alrededor de un millón de pesos, los obreros “deben velar por el cumplimiento del presupuesto, prever las necesidades de materias primas porque estos no son tiempos de estar inventando”, como señala Jorge Cabalet Acosta, secretario general del buró sindical.