Lorena Sánchez García y Diana Ferreiro Hernández - Granma.- Las interrupciones en el servicio eléctrico al sector residencial han vuelto a tener una frecuencia bastante indeseada en algunos municipios de La Habana.

Mario Rodríguez López, vecino del reparto La Clarisa, en Marianao, asegura que en este lugar todas las semanas el servicio se interrumpe con frecuencia, y en ocasiones, por más de una hora.

Preocupaciones como la anterior han sido recurrentes en cartas llegadas a nuestra Redacción, en las cuales se hace referencia además a municipios como La Habana Vieja, Centro Habana y 10 de Octubre, entre otros.

Sobre esta situación, R. Fernández Arias-Carbajal, desde el Reparto California, en San Miguel del Padrón, refiere: "en esta zona se va la luz a cualquier hora y por cualquier motivo, en intervalos que generalmente varían desde los cinco y hasta los 10 minutos, o desde la media hora y más".

¿Cuál es la causa de estos apagones? ¿Son averías o apagones programados? ¿Qué vías tiene la población para conocer sobre las posibles afectaciones en su municipio? ¿Qué se está haciendo para mejorar esta situación?

Primeros pasos en la rehabilitación

En el año 2005, las redes eléctricas de la capital presentaban un 70 % de envejecimiento y un alto deterioro en la parte estructural que soportaba las líneas. Asimismo, el 25 % de las subestaciones principales del sistema enfrentaban grandes sobrecargas, lo cual aparejado a la caducidad tecnológica incrementó, por aquel entonces, las afectaciones en el servicio eléctrico.

De acuerdo con Ricardo Mangana Pérez, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana, el sistema eléctrico presentaba un 55 % de descapitalización, que trajo como consecuencia, niveles de interrupciones exageradamente al-tos, con gran cantidad de zonas de bajo voltaje y con valores de pérdidas de energía eléctrica considerables.

Según el directivo, ante esta situación surgió un plan integral emergente de rehabilitación del sistema eléctrico de la ciudad, a ejecutar en el periodo 2005-2016.

Hasta agosto del 2013, se había desarrollado el 57 % de este plan de acciones. Sin embargo, para octubre del presente año todavía le resta por cumplir a la Empresa Eléctrica el 43 % del mismo, situación que provoca afectaciones del servicio en pos del trabajo en la normalización de las redes.

Pedro Felipe de las Casas, director técnico de la entidad, señala que cuando la empresa proyecta ejecutar algún trabajo de rehabilitación, tiene el deber de informarlo mediante las páginas del semanario Tribuna de La Habana, por el Canal Habana y varias instancias como los Comités de Defensa de la Revolución y el Poder Popular de cada uno de los territorios.

El programa de rehabilitación de redes en la capital incluye la modernización del equipamiento en las subestaciones, ya sea por obsolescencia tecnológica o por el índice de fallas en los servicios, la automatización de la operación en algunas subestaciones y la construcción de otras para garantizar el servicio a 110 kilovoltios (kv) y reducir pérdidas en la distribución.

Actualmente se trabaja en las subestaciones de Príncipe Nuevo, Santa Fe y Tallapiedra, esta última considerada la más compleja del sistema eléctrico al alimentarse con dos cables soterrados a 110 kv, los cuales tienen ya más de 60 años de explotación. Esta subestación alimenta actualmente los municipios de La Habana Vieja, Centro Habana, parte del Cerro y del Vedado, en Plaza de la Revolución.

José Antonio García Leyva, director de la UEB de Inversiones, explicó a Granma que las principales ventajas de la obra en Tallapiedra serán la disminución de la longitud en los circuitos de distribución y la mejora en las condiciones de voltaje a los clientes con transformadores de regulación automática.

De las redes públicas a los metrocontadores

Al estar en presencia de la rehabilitación del sistema energético completo, los planes no solo se circunscriben a las subestaciones, sino también a las redes aéreas y soterradas hasta llegar a los metros contadores en la vivienda de los clientes.

En la actualidad el municipio de Centro Habana es uno de los más deteriorados en cuanto a las redes eléctricas. Al respecto, el ingeniero José Antonio Álvarez, jefe de rehabilitación en ese territorio, informó que en la zona, a partir de los cambios que se llevan a cabo en los circuitos, mejorará el voltaje, el estado de las líneas y habrá menos afectación a los equipos.

Para ello, según Luis Ramos Velarde, jefe de contingencia en el municipio, es necesario provocar afectaciones al menos una vez por semana en cada lugar donde se trabaja, con el objetivo además de proteger a los trabajadores en las líneas.

La Habana Vieja es, de igual manera, uno de los municipios priorizados en la rehabilitación de las redes.

Este municipio tiene la particularidad de que las cuatro redes —agua, gas, electricidad y líneas telefónicas— se encuentran en el mismo lugar, lo cual dificulta el trabajo, y al decir de Mario Delgado Díaz, jefe de la Dirección Integrada de Proyectos (DIP) "esta situación complejiza las labores y en muchas ocasiones se producen averías por la manipulación en las redes, afectándose el servicio eléctrico en el territorio".

El municipio de La Habana Vieja se encuentra hoy en día en un 87 % de cumplimiento físico, a partir de lo planificado para este año. Paralelo a esto, los trabajadores de la DIP tienen como premisa sustituir todas las cámaras soterradas, pues la nueva tecnología no les permite estar bajo tierra.

Como resultado del trabajo, La Habana Vieja cuenta ya con seis cámaras de transformadores nuevas, lo cual garantiza el servicio eléctrico a la población.

En cuanto al sistema de metrocontadores, tanto en el sector residencial como en el estatal, en varios municipios como Plaza y Playa se ha planificado la instalación de equipos infrarrojos, con tecnología china.

Alain González Sid, director comercial de la Empresa Eléctrica plantea que con un poco más de veinte días de trabajo, ya se han instalado alrededor de cinco mil metrocontadores. Sin embargo, el trabajo no solo incluye el cambio de los mismos, sino además toda la instalación eléctrica, por lo cual se afecta el servicio eléctrico en estas zonas con cierta regularidad.

Las propias fuentes consultadas aseguran que en la medida con que el plan avance hacia el año 2016, el grado de automatización y confiabilidad de las redes se incrementará y disminuirán considerablemente las afectaciones eléctricas en la capital.