Para Cuba, país consumidor, exportador y altamente dependiente de la miel de abejas en la medicina natural, la apicultura resulta de gran trascendencia para la economía...

Yainier Sánchez González - Cubahora.- Existen numerosas referencias históricas sobre la miel de abejas. Además de los pasajes bíblicos, muchos pueblos —entre ellos los egipcios o los griegos— se referían a ella como un producto sagrado, incluso, llegando a servir como moneda a la hora de pagar los impuestos. Pero, lo cierto es que la apicultura se ha desarrollado simultáneamente a la civilización. En sus inicios desempeñó un rol alimenticio, más tarde se utilizó para fines religiosos y posteriormente sus productos han sido la ecuación perfecta en disímiles aplicaciones médicas.


 

  • Cuba fue una potencia exportadora de cera entre los siglos XVIII y XIX. Llegó a vender fuera de fronteras más de 2 000 toneladas de ese derivado de las colmenas
  • La producción de miel en todo el territorio nacional se concentra en 16 unidades empresariales de base, de las cuales 14 son de acopio; una unidad de comercialización, beneficio y embasado; y otra se encarga de la logística. En total, intervienen en el proceso 1 692 productores, 47 Unidades Básica de Producción Cooperativa (UBPC), 24 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y 27 granjas estatales que acopian alrededor de 7 000 toneladas anuales.
  • El crecimiento de la apicultura está sustentado en un programa de desarrollo que prevé para el 2020 alcanzar la cifra de 10 000 toneladas, similar cantidad a la registrada en los años 80.
  • La provincia de Matanzas sobresale como la de mayor acopio de miel, cera, abejas reinas y mayor parque de colmenas al cierre del 2013.

Existen numerosas referencias históricas sobre la miel de abejas. Además de los pasajes bíblicos, muchos pueblos —entre ellos los egipcios o los griegos— se referían a ella como un producto sagrado, incluso, llegando a servir como moneda a la hora de pagar los impuestos. Pero, lo cierto es que la apicultura se ha desarrollado simultáneamente a la civilización. En sus inicios desempeñó un rol alimenticio, más tarde se utilizó para fines religiosos y posteriormente sus productos han sido la ecuación perfecta en disímiles aplicaciones médicas.

Para Cuba, por su condición de país consumidor, exportador y altamente dependiente de la miel de abejas en la medicina natural, esta actividad es de gran trascendencia. Las primeras colmenas llegaron a Cuba hace 250 años procedentes de la Florida y a partir de ese momento su diseminación convirtió a la Mayor de las Antillas en uno de los primeros exportadores de miel y cera del continente, hasta que la industria azucarera redujo esa actividad a niveles poco interesantes. Luego, el Estado cubano la reanimó en la década del 60 del pasado siglo.

Debido a su importancia como actividad generadora de divisas, los apicultores cubanos laboran por incrementar los volúmenes de exportación de los productos de la colmena y abogan por desarrollar una apicultura cada vez más ecológica. El fortalecimiento de esa agroindustria es una de las prioridades del sistema de la agricultura, recogida en los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido.

La producción de miel en todo el territorio nacional se concentra en 16 unidades empresariales de base, de las cuales 14 son de acopio; una unidad de comercialización, beneficio y embasado; y otra se encarga de la logística. En total, intervienen en el proceso 1 692 productores, 47 Unidades Básica de Producción Cooperativa (UBPC), 24 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y 27 granjas estatales que acopian alrededor de 7 000 toneladas anuales.

En declaraciones recientes a la prensa, la directora de la Empresa Apícola Cubana (Apicuba), Yoandra Valle Vargas, aseveró que el 98,5% de la producción está destinado a las ventas en el mercado exterior, por cuyo concepto se ingresan cada año 16 millones de euros. Según la directiva, el crecimiento de la apicultura está sustentado en un programa de desarrollo que prevé para el 2020 alcanzar la cifra de 10 000 toneladas, similar cantidad a la registrada en los años 80, cuando se obtuvieron los mayores rendimientos.

El programa contempla una inversión inicial de más de 10 millones de dólares, fundamentalmente en las estructuras productivas. Con énfasis en la modernización de las plantas de beneficio y envasado, la recuperación y mejora de las formas de presentación de la miel y el desarrollo de sub cadenas de producción de otros derivados de la colmena. Además, prevé optimizar aspectos relacionados con la higiene y la humedad, aunque el monto también contribuirá a agilizar los procesos de certificación de la miel y sus derivados que se lleva a cabo en laboratorios de la Unión Europea, por resultar este el principal destino de las elaboraciones cubanas.

A lo anterior se le añade la ejecución de siete proyectos de investigación, que abarcan los distintos perfiles y las cadenas productivas, los cuales para 2014 contribuirán a la obtención de 40 toneladas de nuevos productos relacionados con la miel. Sobresalen los vinculados al propóleo, flora melífera y el mejoramiento genético de las abejas.

HACIA DÓNDE VAMOS

Uno de los propósitos es lograr, en pocos años, la producción de 200 000 colmenas con un rendimiento promedio de 50 kilogramos, a pesar de que existen en el archipiélago un 43% de áreas de silencio que aún no se explotan, principalmente bosques, montañas y litorales que carecen de la floración melífera necesaria para el desarrollo de los apiarios. Si bien se realizan estimaciones para ponerlas a producir mediante la asignación de recursos para habilitar caminos y desarrollar la flora, basado en el máximo respeto al entorno ambiental.

Hasta el mes de abril, de un plan de 1 961 toneladas previstas, fueron acopiadas 2 291,9; significando 394,2 toneladas más que en igual periodo del año anterior. Ciego de Ávila, Las Tunas, Guantánamo e Isla de la Juventud no cumplieron con el plan señalado, principalmente por parámetros asociados al comportamiento de la floración, manejo de las colmenas y déficit de combustible para recoger la miel a los productores. La provincia de Matanzas sobresale como la de mayor acopio de miel, cera, abejas reinas y mayor parque de colmenas al cierre del 2013.

En el primer trimestre del año 2014, el plan de entregas de miel a granel para la exportación se sobrecumplió en un 125%, pues se acopiaron 3 087,3 toneladas de las 2 466 pactadas. Respecto a la miel orgánica y a la envasada con similar destino, se entregaron 452 toneladas (251%) y 5,6 toneladas, respectivamente.

A pesar de los resultados que denotan el progresivo crecimiento del sector, la tendencia en la apicultura cubana es a continuar diversificando los polos productivos, sobre la base del incremento de los parques de colmenas con que cuenta el país para el desarrollo de esta actividad de gran valor económico. Para ello, se han elaborado varias directrices que guiarán el trabajo en ese frente como, por ejemplo, incrementar la producción de abejas reinas para asegurar los cambios anuales; fortalecer las alianzas y colaboración con los laboratorios especializados de los países consumidores y también la integración regional a partir de las capacidades técnicas en recursos humanos e infraestructura con el propósito de prever proyectos regionales.

Constituye prioridad en la agenda de trabajo fortificar el Centro de Investigaciones Apícolas como soporte científico técnico de la actividad productiva, y renovar cuestiones relacionadas con las disponibilidades tecnológicas, entre ellas, el equipamiento para la castra y procesamiento de la cera; construcción y reparación de caminos en las zonas de silencio y promover y estimular la repoblación de plantas melíferas con énfasis en los bejucos y especies madero-melíferas.

Todas las acciones proyectadas contribuirán al acertado desarrollo de la apicultura en todos los frentes, pero, sobre todo, en lo relacionado con la ampliación y fortalecimiento del esquema exportador y el acceso a nuevos mercados cada vez más proteccionistas: clave en la recuperación y extensión de la producción de miel como fondo tradicional exportable de la actividad agropecuaria.

La miel de abejas ha constituido para los cubanos un producto paradigmático, por sus propiedades terapéuticas, cicatrizantes, cosméticas, energéticas, conservantes y sus conocidos efectos antivirales y antioxidantes, por lo que no podemos estar ajenos a los desafíos que encara el desarrollo de esa actividad a escala global.

Precisamente, para debatir diversos temas relativos a la crianza de abejas y su manejo, Cuba recibe a la comunidad de productores, empresas, científicos, proveedores y exportadores, nacionales y extranjeros relacionados con la apicultura, en el marco del V Congreso Cubano de esa rama que se celebra en La Habana hasta el 18 de julio. Evento cumbre que debate acerca del asociativismo en la apicultura; la genética y biología de las abejas; el uso de tecnologías y el manejo de colmenas; la producción de miel orgánica; la menipolicultura y los efectos del cambio climático sobre esta actividad.

Consulte además:

Propiedades neurológicas demostradas de la miel que explican algunos de sus usos tradicionales.

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