Cubadebate - Video: Noticiero de la TV Cubana.- El proyecto de Ley que hoy presenta el Consejo de Estado a la consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el ejercicio de la iniciativa legislativa reconocido en el artículo 88 inciso b) de la Constitución de la República, responde a la voluntad del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que como señalara el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el acto político en su homenaje efectuado en la Plaza Mayor General Antonio Maceo Grajales, de Santiago de Cuba, el pasado 3 de diciembre, era su deseo (cito): “que una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo”.


Fieles a la tradición histórica universal, a lo largo de los años los cubanos hemos reverenciado a nuestros héroes mediante formas de tributo similares a las mencionadas. Muchas de nuestras plazas, calles y sitios rememoran a grandes hombres de la Patria, como justo reconocimiento a sus vidas.

En cada uno de nosotros pudiera estar latente el sentimiento y la convicción de que Fidel merecería, sin lugar a dudas, esas formas tradicionales de homenaje, o incluso superiores, para perpetuar su memoria.

Únicamente el respeto sagrado a su voluntad, expresión de la humildad y modestia que le caracterizaron, y el haber hecho siempre honor a la prédica martiana de que toda la gloria  del mundo cabe en un grano de maíz, nos conduce a asumir un texto legal de tal naturaleza.

Debemos recordar como un antecedente que el 20 de marzo de 1959, el Consejo de Ministros, amparado en  su  facultad constituyente y legislativa, aprobó la Ley No. 174, mediante la cual se estableció la prohibición de monumentos, estatuas y bustos para homenajear a personalidades nacionales no fallecidas.

En este proyecto de ley que hoy sometemos a la consideración del Parlamento se define la prohibición del empleo del nombre de Fidel “para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles y otros lugares públicos, así como cualquier tipo de condecoración, reconocimiento o título honorífico”.

Asimismo, queda prohibida la utilización de su figura “para erigir monumentos, bustos, estatuas, tarjas conmemorativas y otras formas similares de homenaje”; igualmente debe entenderse que para situarlos en sitios públicos.

De lo anterior se exceptúa el uso de su nombre para denominar en un futuro alguna institución que se cree, conforme a la ley, para el estudio de su invaluable trayectoria en la historia de la nación.

Dando continuidad al espíritu de su voluntad, se prevé también prohibir “el uso de denominaciones, imágenes o alusiones de cualquier naturaleza referida a la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz para su utilización como marca u otros signos distintivos, nombre de dominio y diseños con fines comerciales o publicitarios”.

En ese ámbito la norma está referida a limitaciones en materia de propiedad industrial, en lo relativo a las marcas, emblemas y lemas comerciales, o rótulos de establecimientos, y evitar el uso de la figura del líder de la Revolución en el tráfico mercantil, o con fines de publicidad comercial.

La norma no limita la producción artística literaria, por lo cual resulta totalmente válido que un artista se inspire en Fidel o utilice su figura para crear una obra en cualquiera de las manifestaciones, ya sea la literatura, la música, la danza, el cine o las artes plásticas y aplicadas.

Tampoco se imponen limitaciones al uso de su iconografía e imágenes acumuladas en su rica trayectoria revolucionaria, en actos públicos, así como se mantendrán como hasta hoy sus fotos en centros de trabajo o de estudio, unidades militares e instituciones.

Fidel continuará siendo un icono en las luchas de nuestro pueblo por preservar nuestra unidad, nuestra independencia, nuestra soberanía y nuestro socialismo. Seguirá también como fuente de inspiración de todos aquellos que en cualquier parte luchen por un mundo mejor, por un mundo de justicia e igualdad social.

Dictamen de Ley sobre el uso del nombre y la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz

El proyecto de Ley que se somete a nuestra decisión por el Consejo de Estado en ejercicio de la iniciativa legislativa que le reconoce el inciso b) del artículo 88 de la Constitución de la República, guarda plena concordancia con la Norma Suprema y, como su título refiere, es expresión de la voluntad del Líder Histórico de la Revolución cubana, compañero Fidel Casto Ruz.

Esta norma consagra uno de los elementos éticos inherentes a la personalidad de nuestro Comandante en Jefe, su total y permanente identificación con el principio martiano de que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz y su concepción del juicio de la historia, sobre el que se pronunció:

“…carecería de sentido hablar de un juicio futuro de la historia.  Pienso así, sinceramente lo pienso.  A mí me interesa más el prestigio que pueda tener el país, por su lucha, por su batalla de hoy, no vinculado necesariamente a mi persona.”

Para todos los agradecidos que siempre acompañarán al compañero Fidel, resultarán pocos los homenajes que se le rindan, pero fieles a su deseo y a la memoria martiana que le inspiró y guió, nuestro mejor tributo será respetar su voluntad, ser consecuentes y fieles a su legado histórico, que es la Revolución misma y el concepto magistral que de ella nos dejara y sobre todo salvaguardar la unidad de la nación cubana, de todos los revolucionarios y de una Patria socialista, libre, independiente y soberana.

En este momento, en el que plasmaremos en una Ley su proverbial expresión de modestia, desinterés y humildad, parece oírle decirnos con Martí, su maestro de siempre:

“Pero ¿Ud. no sabe, aunque le parezca de mi parte afirmación muy zancuda, que no hay en mi persona una partícula de egoísmo ni soberbia, ni de pensamiento y cultivo de mí propio, –que es mi almohada la muerte, y Cuba mi único sueño, — y que solo me tengo y uso para allanarle dificultades y para servirla?”.

Con total comprensión de la grandeza humana y ética de nuestro Líder Histórico, el compañero Fidel Castro Ruz, les interesamos aprobar esta Ley, conscientes de que vivirá por siempre en la  memoria e historia de este pueblo digno y revolucionario que le honrará, de que la Patria  vivirá siempre agradecida de su obra y cuando se muere en manos de la Patria agradecida, la muerte acaba y comienza al fin con el morir la vida.

Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos

26 de diciembre de 2016.

Debate de los diputados

La doctora en Ciencias Pedagógicas Ena Elsa Velázquez, diputada por Palma Soriano (Santiago de Cuba) y ministra de Educación desde 2008 solicitó la palabra para “apoyar la Ley que se presenta porque es la voluntad de nuestro querido Fidel. Nunca podremos erigir un monumento o una tarja en cada lugar donde esté presente la obra de Fidel, porque sería en toda Cuba. Lo que sí podemos hacer es que su legado continúe en los niños”.

Velázquez recalcó que la figura del líder histórico debe homenajearse en la enseñanza de sus logros. Las nuevas generaciones deberán conocer de Fidel a través del estudio de la Historia de Cuba, específicamente de la etapa de la Revolución en el poder.

Por su parte Jennifer Bello Martínez, presidenta de la FEU recordó que hace exactamente un mes y un día el pueblo cubano sufrió un fuerte golpe que nunca imaginamos o pensábamos que tendríamos aunque se tratara de una cuestión natural de la vida

“La pérdida física de Fidel ha causado el mismo dolor que cuando perdemos un padre, a un hermano o un amigo entrañable. Sin embargo ningún niño, ningún joven, ningún cubano lo hemos sentido ausente. Ahora disponemos con un instrumento  legal que ampara y respeta su voluntad”.

La joven diputada agregó que son los cubanos y cubanos quien tiene que respetar esa voluntad e instó a parlamento que apruebe el proyecto de ley que hoy se presenta.

“El mayor homenaje no es crear monumentos o ponerle su nombre a todo lo que creamos sino que es ser fieles y leales a su obra que es mantener viva por siempre la obra de la Revolución. Yo soy Fidel ha sido escuchada en las plazas, pero al decir yo soy Fidel tenemos que meditar, hacer una examen de la conciencia, de la conducta, de la moral. Tendremos que predicar con modestia, cumplir cada tarea, ser modesto  y  no bajar la guardia”, concluyó.

Entre tanto la diputada por el municipio de Diez de Octubre, Irma Shelton Tassé expresó que urge aprobar la creación de un centro que compile sus imágenes, sus fotografías, sus documentos y reflexiones.

“Fidel nos queda en todo lo que nos rodea porque en todo lo que uno mire en Cuba está presente la obra de Fidel, pero cuando uno visita otras tierras del mundo allí también está Fidel”, agregó.

Este centro- señaló- será un legado para las futuras generaciones.

También intervino sobre este particular el intelectual cubano y presidente de la UNEAC Miguel Barnet.

“Esta no es un ley que apoyamos formalmente, yo pienso que es un abrazo que le damos a Fidel. Él no pudo ser más consecuente con los principios martianos. No es solo un acto de modestia sino de extrema lucidez.”

Luego, el diputado Yoelkis Sánchez Cuéllar expresó: “el mayor monumento a su memoria no será un pedestal en una plaza, no será una fábrica o una escuela con su nombre (…) el más grande monumento a Fidel y el más sublime homenaje a su obra será continuar con sus ideas”.

Una diputada del villaclareño municipio de Cifuentes citó la canción Su nombre es pueblo, compuesta por Eduardo Ramos e inmortalizada por Sara González: “a los héroes se les recuerda sin llanto, se les recuerda en los brazos, se les recuerda en la tierra; y eso me hace pensar que no han muerto al final, y que viven allí donde haya un hombre presto a luchar, a continuar”.

“Aquí hay un pueblo dispuesto a luchar por la obra de Fidel, por la Revolución”, concluyó la diputada.

Vea y descargue la Ley aprobada sobre sobre el uso del nombre y la figura del compañero Fidel Castro Ruz (PDF)

 

Raúl Castro: El mejor monumento a Fidel es hacer realidad el concepto Revolución

Cubadebate

El presidente delos Consejos de Estado y de Ministros General de Ejército  Raúl Castro Ruz al intervenir en la Asamblea Nacional del Poder Popular realizó un balance del desempeño de la economía cubana durante en el presente año.

Raúl recordó que como había anunciado en junio pasado la economía nacional enfrenta limitaciones financieras a causa de la caída de los ingresos de las exportaciones y de los precios de los rubros exportables.

“Ciertamente las limitaciones en el suministro de combustibles y financieras se agravaron en el segundo semestre, lo que hizo que el PIB decrecierá en el orden del 0.9 %; a pesar de ello se preservaron los servicios gratuitos que disfruta nuestra población que se contrapone a los vaticinios de que la economía cubana colapsaría y que volverían los molestos apagones”.

A pesar de este panorama, Raúl enfatizó que se manutuvo el cumplimento de las obligaciones del pago por el reordenamiento de la deuda externa cubana, sin embargo no ha sido superada el atraso de los pagos corrientes a los proveedores

“Agradezco a los socios comerciales por su comprensión y su confianza en Cuba”

Durante su intervención, Raúl dijo que no se pueden olvidar los efectos negativos del bloqueo contra Cuba por el cual la mayor de las Antillas no puede realizar transacciones internacionales en dólares estadounidenses.

“Tampoco pueden omitirse los cuantiosos daños que provocó el huracán Mathew los días 4 y 5 de octubre del presente año”.

Persistirán tensiones financieras y retos que podrían recrudecerse en determinadas circunstancia, pero esperamos que el PIB crezca moderadamente en el entorno del 2 por ciento.

-Garantizar las exportaciones y su cobro oportuno

-Incrementar la producción nacional que sustituya importaciones

-Reducir todo gasto no imprescindible

Al mismo tiempo, continuaremos ejecutando los programas de inversiones en función del desarrollo sostenible de la economía nacional. Llamó también a dinamizar la inversión extranjera en Cuba.

No estamos satisfecho en esta esfera y han sido frecuentes las dilaciones excesivas en el proceso negociador. Superar la mentalidad obsoleta, llena de prejuicios contra la inversión foránea. Pidió despojarnos de los falsos temores hacia el capital externo.

No vamos hacia el capitalismo, pero no debemos cogerle miedo ni ponerle trabas a lo que podemos hacer en el marco de las leyes vigentes.

Profundizar en los errores del pasado, para nunca repetirlos.

El combustible ha sido, desde el Triunfo de la Revolución, ha sido la espada de Damocles que hemos tenido sobre nuestro cuello, a veces rozándolo, dijo Raúl.  Este es uno de los sectores estratégicos donde hay que dinamizar la inversión extranjera.

El experimento de Artemisa y Mayabeque, los avances y atrasos en el proceso de experimento en estas provincias.  Se estimó desde el principio que esta no es una tarea fácil y la vida lo está demostrando. “De tareas difícil está lleno todos los acuerdo para el perfeccionamiento… Ninguna se puede realizar con superficialidades”.

El líder histórico de la Revolución cubana nos legó su ejemplo imperecedero, dijo Raúl y enfatizó que “el mejor monumento a sus ideales es hacer realidad cada día los postulados contenidos en su brillante definición del concepto Revolución, que hizo público el 1 de mayo de 2000”.

Fidel “nunca defraudó a su pueblo”, y recordó el premonitorio discurso de 8 de enero de 1959, hace hoy casi 58 años:

“Sé, además, que nunca más en nuestras vidas volveremos a presenciar una muchedumbre semejante, excepto en otra ocasión —en que estoy seguro de que se van a volver a reunir las muchedumbres—, y es el día en que muramos, porque nosotros, cuando nos tengan que llevar a la tumba, ese día, se volverá a reunir tanta gente como hoy, porque nosotros ¡jamás defraudaremos a nuestro pueblo!”

Fidel se marchó invicto, aseguró Raúl, “pero su espíritu de lucha permanecerá en la conciencia de todos los revolucionarios cubanos, de hoy, de mañana, y de siempre, y así lo demostraremos en la revista militar del 2 de enero, en el aniversario de la heroica sublevación de Santiago de Cuba, del desembarco del Granma, en homanje al Comandante en Jefe de la Revolución cubana y de nuestra juventud”.

Al concluir, Raúl envió un emocionada felicitación al pueblo de Cuba en el nuevo aniversario de su Revolución.

 

Eusebio Leal: Cumplamos la voluntad de un vivo

Cubadebate publica las palabras de Eusebio Leal al discutirse el proyecto de ley sobre el uso del nombre y la figura del compañero Fidel Castro Ruz, en la Asamblea Nacional.

No crean que resulta fácil en una sesión como esta y ante un dictamen de ley como la que vamos a analizar, y que como dice el Presidente Don Esteban (Lazo Hernández), hemos leído estudiado y analizado, emitir otro juicio. No estamos ante el análisis de unas palabras cualquiera, sino ante la voluntad póstuma de una de las grandes figuras de la Historia.

Y ante esa voluntad expresada de manera contundente a su amado hermano y a sus familiares y que quedan como un legado ante el mundo el retrato y el perfil de un revolucionario verdadero, no tenemos otra cosa que suscribirla con la convicción profunda de que ese es su pensamiento y su legado.

Tenía confianza absoluta en el triunfo de las ideas, y creyó que ellas eran el mejor legado; tenía una convicción profunda en la unidad, y del concepto magistralmente expresado en el momento quizás más maduro de su pensamiento político estaban detrás de ese concepto las experiencias que hicieron de él el autor de la unidad nacional. No podemos olvidarlo.

Cuando él miraba el pasado, miraba el sacrificio de los precursores, que no lograron alcanzar jamás su victoria, porque no la alcanzaron; pensaba en los que solitariamente se levantaron y perecieron sin alcanzarla; pensaba en aquel dramático 27 de febrero de 1874 en que, víctima de la desunión y quizás de la traición, fue sacrificado el Padre del Patria; pensaba en Mariana (Grajales), muerta en el exilio, madre de una nación; pensaba en la obra inconclusa de los que se atrevieron a luchar en el 1868, que pusieron en jaque al colonialismo para que al final, quebrantados por la desunión y por el combate fiero largamente sostenido, sucumbieron al empeño; pensaba que no pudo realizarse tampoco en el 1878 y en el 79, ni en el 84 por idénticas razones, y que en el 95, con una guerra victoriosamente liberada, se frustraba todo al final.

No ya por esa desunión, sino por algo mucha más grave y terrible, la sentencia anticipada por Martí en palabras breves: “impedir a tiempo”. No se pudo impedir a tiempo. Pensaba a los revolucionarios de los años 30, en los precursores de las ideas políticas, en los precursores más avanzados; pensaba en Mella, “muero por la Revolución”, mas lejos de la patria.

Todo esto le inquietó profundamente y le llevó a concebir un proyecto político que tuvo la virtud de alcanzar por única vez una victoria en este continente, y por primera vez en el mundo, de un pequeño puñado de hombres contra un ejército al que batió, golpeó y liquidó. Pensó en que antes y después en el poder había que galvanizar la Revolución en un Partido, que representara la unidad de un pueblo, de una nación, lo que Martí definió como el alma invisible de Cuba.

Después de haber logrado tan magnos objetivos y haber vivido largamente como ningún otro revolucionario que yo recuerde; después de haber visto desde el poder político de las clases más revolucionarias, la consolidación de la Revolución, su sobrevivencia a un asedio heroico y terrible; después de haber vivido todo eso y considerarse invicto, creyó que no era posible vivir más, y simple y sencillamente se fue.

Ahora nos queda un gran desafío. No podemos convertir en consigna, ni vaciar en bronce, ni en mármol, ni en palabras huecas, ni en alharaca, ni algarabía, ni en jolgorio su pensamiento. Durante nueve días el pueblo guardó un luto espontáneo. El que ordenó la nación fue solo el marco. El pueblo en masa fue por toda Cuba repitiendo su victoria y debo decir que, con su muerte, atravesó en el camino del adversario y en el de nuestras propias flaquezas, un enemigo terrible. Como lo fue en vida, lo será más allá de ella. Fue además un último y gran servicio a la unidad de la nación cubana.

Y debo decir que desde el alba hasta el poniente se hizo una salva de cañón, manteniendo en vilo a la opinión pública. Debo aclarar que solo ocurrió una vez en la Historia de Cuba, cuando murió Máximo Gómez y se ordenó tal duelo para que se supiera que caía uno de los últimos grandes libertadores, si no el último del continente americano.

En la tumba de Máximo Gómez no se escribió ningún nombre expresamente, porque se dijo que todo cubano que llegase ante aquella piedra granítica debía saber que aquel perfil pertenecía a un libertador. Exactamente igual en la piedra de Oriente está un solo nombre, Fidel, que quiere decir fiel. Y cuando se evoca que en el glorioso cementerio Santa Ifigenia están enterrado los padres y precursores de la Patria, falta uno: Antonio Maceo. Está enterrado en La Habana, porque quiso el destino y la providencia, que para marcar el destino de la unidad nacional, Martí cayera en Oriente y Maceo en La Habana, y ese equilibrio marca muestra vocación y nuestro deber.

Yo pido a los diputados que no nos agotemos de ninguna manera en poner punto y coma en esto que está escrito. Cumplamos la voluntad de un vivo, no de un muerto. “No me rindan culto de palabras, ríndanme culto de obras”: que se levante la producción, que se levante el campo, que se levante el trabajo, que avergüence el robo, que se sienta orgullo en hacer en esta República, que no emigren, que permanezca, que trabajen, que se unan, y entonces, estoy seguro, que como dice la canción ese caballo blanco que ahora va descabalgado permanecerá eternamente y sobre él irá, invisible, pero cierta, su figura.

Muchas gracias.

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Cubadebate / Tomado de Cuba en Resumen / Foto: Iroel Sánchez en el Coloquio Internacional Patria, el 13 de marzo de 2023 / Ismael Francisco/ Archivo Cubadebate....
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